Disparos poco certeros

La veterana saga de disparos, que cuenta con versiones tanto para recreativa como para consola doméstica, cumple ya 13 años este 2008. Parece que el tiempo no pasa por Time Crisis. ¿O sí lo hace? Poco ha cambiado desde los orígenes, allá por 1995. El objetivo del juego es muy sencillo: deshacerse de cuantos enemigos salgan a nuestro paso mediante el uso de la pistola. Así de fácil: apuntar y disparar. Cuando la munición se nos acaba, tenemos que recargar nuestra arma. Para eludir el fuego enemigo tenemos que parapetarnos detrás de algunos objetos del escenario.

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El género de pistola ha ido sobreviviendo como ha podido en medio de una avalancha de nuevas apuestas en el mundo del videojuego. Digamos que ha ido malviviendo porque tan sólo Namco (ahora Namco Bandai) le ha ido dando algo de vida con juegos como Point Blank, o este Time Crisis que nos ocupa ahora.

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Para compensar el paso del tiempo, parece que la compañía japonesa quiere darle una vuelta de tuerca al género. O por lo menos intentarlo. Para ello ha incluido en este Time Crisis 4 un modo FPS en el que tenemos libertad de movimientos. Un género sobreexplotado este también, pero que ha reportado pingües beneficios a cuantas desarrolladoras se han aventurado en él. Parece que Bandai Namco ha escuchado la llamada de la selva y también se ha adentrado en territorio comanche.

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Pero entremos en materia. Lo primero que hay que hacer antes de ponerse a jugar es calibrar nuestra pistola. Para ello, tendremos que instalar el accesorio que detecta la presencia de la pistola, y conectar esta a cualquier puerto USB libre de la consola. Aquí viene nuestro primer 'pero'. Se supone que estamos en la séptima generación de consolas; una en la que todo parece ser inalámbrico. Mandos, accesorios, etc.

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Todo se conecta a la consola sin un cable de por medio. Pero Namco parece que no se ha dado por aludida, o ha encontrado alguna barrera técnica que le impidiera hacerlo. Así que hemos de tener cuidado con el cable a la hora de jugar. Por suerte es suficientemente largo como para no obstaculizar el paso. Otra pequeña objeción, esta vez con los sensores que captan la señal de la pistola. El sistema de anclaje al monitor de televisión es bastante rudimentario, ya que hace uso de la simple ley de la gravedad y las propiedades semi adherentes del plástico utilizado en las cinchas.

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Una vez calibrada nuestra arma pasamos al menú principal donde veremos que además del típico modo 'arcade' (idéntico a la recreativa) tenemos a nuestra disposición un nuevo modo, llamado 'Misión completa'. En el modo 'arcade' podemos elegir entre dos personajes: Giorgio Bruno y Evan Bernard, dos agentes europeos que andan tras la pista de un grupo terrorista internacional (W.O.L.F.) que intenta sacar de territorio estadounidense un arma confidencial de reciente manufactura, los 'Terror Bites'. El arma ha sido diseñada y fabricada por el ejército de los Estados Unidos. Alertados por la posibilidad de una crisis mundial, los servicios secretos de ese país envían a uno de sus mejores hombres, William Rush para que detener la operación terrorista.

Después de elegir nuestro personaje, nos metemos de lleno en la acción. La primera fase transcurre dentro de un aeropuerto. En ella iremos descubriendo progresivamente todo el arsenal del que dispondremos durante el transcurso del juego. Empezamos con una pistola, y después conseguiremos el resto: ametralladora, escopeta recortada y granadas. La pistola tiene munición ilimitada, pero las otras necesitan que las vayamos 'alimentando' con cargadores que encontraremos diseminados por el escenario o como premios por eliminar a nuestros enemigos. Tal y como sucede en la recreativa, disponemos de un número limitado de 'continues'. En un principio son tres, pero podemos cambiar esta cantidad en el menú inicial de acceso al juego. Si somos hábiles, iremos consiguiendo nuevos 'continues' para que la acción no se acabe a la primera de cambio.

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Time Crisis valora mucho la precisión en nuestros disparos. Si queremos conseguir munición o 'bonus' deberemos ser certeros y no malgastar munición. Con la práctica podremos pasarnos varios niveles sin la necesidad de perder vidas en el intento. Tenemos que utilizar los refugios que se nos ofrecen para resguardarnos del fuego enemigo, a la vez que vamos deshaciéndonos de nuestros adversarios. Cada nivel tiene un tiempo límite para completarlo, por lo que hay que ser bastante selectivo y preciso en nuestras acciones. Cada cierto tiempo aparecen unos enemigos vestidos de amarillo. Si les acertamos de pleno, conseguiremos rellenar nuestra arma automáticamente. Desde luego una ayuda muy importante para poder seguir adelante.

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Los 'Terror Bites' de los que hemos hablado antes son una especie de ingenios mecánicos con forma de insecto que se abalanzan sobre sus enemigos hasta hacerlos añicos. Son criaturas realmente molestas y que van apareciendo durante el transcurso de la partida. Cada vez son más, más poderosos y más difíciles de eliminar. Por suerte no hay que eliminar uno a uno, ya que según con qué armas podremos deshacernos de varios de ellos con un sólo disparo.

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La precisión de la pistola, la GunCon 3, está más conseguida que en sus predecesoras. La verdad es que Namco ha hecho un buen trabajo en este sentido. Pero la compañía japonesa ha incluido dos palancas analógicas y varios botones en esta arma, y la ha convertido en un verdadero armatoste que necesita ser agarrado con ambas manos para poder aprovecharla al máximo. Para algunos aficionados que hayan seguido la serie desde el principio seguramente este cambio no será muy bienvenido. De todas formas, éste se explica por la inclusión del modo FPS en el juego, ya que hace uso de toda esta parafernalia extra.

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El modo 'arcade' se hace bastante corto. Con un poco de práctica podemos pasarlo completo en unas pocas horas. Tenemos el aliciente de todos los retos y configuraciones desbloqueables que vamos adquiriendo. Aún así la rejugablidad de este título sufre bastante.

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El otro modo principal, el 'Misión Completa' es toda una novedad en la saga. En este caso nos encontramos ante un FPS en toda la regla. En él asumimos el papel del capitán del ejército estadounidense, William Rush, en su misión por eliminar a los terroristas y la mayor cantidad de 'Terror Bites' posible. En este modo podemos movernos a nuestro antojo por el escenario mediante el uso de una de las palancas analógicas. La otra sirve para mirar a nuestro alrededor. Con el resto de botones podemos recoger armas nuevas u objetos que nos servirán en nuestra misión, escondernos detrás de objetos, etc. Cada uno de los escenarios nos plantea una serie de retos u objetivos que tenemos que solventar antes de pasar al siguiente.

Al principio se hace un poco difícil controlar la situación debido a la cantidad de botones y palancas a manejar, sobre todo si lo comparamos con el modo 'arcade'. Sin embargo poco a poco nos iremos haciendo con el control y descubriremos que este modo tiene mucho más que ofrecer que el clásico. Por ejemplo, ahora somos nosotros, y no la máquina, los que tenemos que buscar un cobijo cuando la situación se pone fea y nuestra energía está demasiado baja. Por suerte, cuando nuestro personaje se queda completamente quieto, su barra de energía se va recuperando. Pero no sólo de FPS bebe este modo, ya que entre un escenario y otro deberemos confrontar el modo normal en el que todo es apuntar y disparar.

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Para ser el primer intento de incursión en el género de los FPS, no está del todo mal. Sin embargo, hay una serie de detalles que empañan el resultado final. El más destacado es la parquedad de los escenarios. Están bastante vacíos y su diseño es rudimentario. Por otro lado, las texturas no son de gran calidad y el resultado final no es el que cabría esperar. Otro detalle importante son las continuas ralentizaciones cuando hay muchos enemigos en pantalla, especialmente con la presencia de los insectos. Aunque la calidad del modelado de los personajes es bastante buena, uno parece estar mirando a un FPS que no hay salido de los años 90.

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Aún con estos peros, el modo 'Misión Completa' supone un soplo de aire fresco, y un intento (más o menos fallido) de llevar el género de pistola hacia nuevos horizontes. Parece que Namco quiere ver la reacción de los jugadores para decidir cuál es el camino a seguir. Aparte de estos dos modos principales, y como en todo buen juego de pistolas, tenemos a nuestra disposición todo un 'arsenal' de mini juegos y pruebas en las que podemos practicar nuestra puntería a la vez que desbloqueamos nuevos retos o configuraciones para el juego principal.

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Centrándonos en el apartado técnico, el juego corre a 720p y va bastante suave en el modo 'arcade', aunque como ya hemos comentado, el modo historia sufre de algunas ralentizaciones. En general el aspecto de Time Crisis 4 es el mismo que el de la máquina recreativa, pero PlayStation 3 puede dar mucho más de si en cuanto a gráficos. Al juego le falta personalidad en este aspecto. Aunque no podemos hablar de defectos graves, sí que hay que lamentar el poco esfuerzo que parece que se ha puesto en mejorar su apariencia en el paso a consola.

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El sonido cumple su función sin más. Todos los efectos sonoros están bastante bien conseguidos, especialmente los de las armas. Cada una de ellas, y dependiendo de su configuración, tiene su propio sonido característico. Y la banda sonora, en línea con la música épica de la saga, ayuda a ponernos en situación.

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