Tom Clancy's Rainbow Six Vegas 2
Back to Las Vegas
Después de haber analizado la versión para consolas, ahora comentamos la versión en compatible de la segunda parte de Rainbox Six Vegas, que llega con todas las novedades incorporadas a la serie, además de una especial puesta a punto para aprovecharse de la versatilidad del PC.
La saga Rainbow Six, que tiene sus orígenes en el mundo de los compatibles, ha pasado por una compleja evolución -algunos dirían que involución- desde sus orígenes de complejo juego táctico a su versión más "digerible", adaptada a un nuevo público y acompañada de un gran éxito de ventas y crítica, algo que alcanzó su cénit con Tom Clancy's Rainbow Six Vegas. Los seguidores de ese título han esperado con impaciencia una continuación que ya ha llegado, y además lo ha hecho con la mismas características que su antecesor, para bien o para mal. Si bien se podrían haber esperado muchas más cosas de esta nueva entrega, desde la desarrolladora se ha apostado por lo conocido y por arriesgar poco en un terreno que conocen a la perfección.
Ahora, tenemos entre manos un título que satisfará a aquellos que gusten de los FPS con un toque táctico, aunque también haya espacio para el habitual avanzar y disparar o, si lo preferís, entrar y despejar, según la terminología que usaría nuestro equipo de apoyo. Dicho esto, nos ponemos en situación en la piel de Bishop, comandante, y hombre o mujer, indistintamente y sólo en función de nuestra elección inicial. Comenzaremos en los Pirineos, en una misión de rescate de rehenes que nos servirá como toma de contacto para familiarizarnos con las novedades del juego, o para conocer los controles en el caso de no ser jugador de la primera parte. Las situaciones de esta introducción están bastante controladas para que accedamos a las diversas opciones de posicionamiento y ataque que podemos utilizar, además de introducir las nuevas mecánicas, como la posibilidad de ejecutar un sprint mediante la pulsación de un botón del mando de control.
Una vez superada la misión, de duración moderada y sin grandes sorpresas, daremos un salto temporal de cinco años que nos situará en pleno desierto de Nevada, en la ciudad que da nombre al juego. Pese a ello, durante la aventura nos embarcaremos en más misiones en los alrededores de la urbe que en el propio casco urbano, aunque no faltarán las furiosas escaramuzas entre los muros de los casinos, todo un derroche de luz, color y munición. Nos reservamos los detalles de la trama, aunque queda dicho que el desenlace deja mucho mejor sabor de boca que el de su antecesor.
Lider de un equipo
Una vez en marcha la campaña principal ya accedemos a la primera de las sorpresas de Vegas 2, la posibilidad de disfrutar de ella con un compañero, ya sea en LAN o por Internet. Tanto en solitario como en compañía, entraremos en combate apoyados por un par de soldados del escuadrón, a los que podremos dar ordenes tal y como ya haciamos en el anterior título. El papel de nuestros hombres es, si cabe, más crucial que entonces, ya que en esta ocasión el nivel de dificultad es sustancialmente mayor. Incluso el llamado modo casual, bautizando asi al nivel mas fácil, supone un buen reto para nuestra capacidad de liderazgo y habilidad con las armas. Si son dos los jugadores que comparten la aventura, solo el primero podrá dar instrucciones a los personajes controlados por la IA, lo que crea situaciones en las que el segundo jugador tan solo puede pararse a observar.
Mas aún, puede que los personajes ocasionalmente bloqueen al el paso del segundo jugador, provocando momentos confusos y bastante peligrosos para llevar la misión a buen término. Siguiendo en esta línea, los miembros de nuestro comando son un arma de doble filo en muchas situaciones. Por momentos cumplen su trabajo con eficiencia, eso si, siempre que los dirijamos milimétricamente hacia lo que tienen que hacer, pero al fin y al cabo demostrando la mejoría que ha sufrido la IA en ciertos aspectos tácticos. En cambio, en otra gran cantidad de situaciones, nuestras instrucciones les resultan vagas, y tienden a quedarse deambulando por el escenario, exponiéndose innecesariamente al fuego enemigo y siendo poco menos que un estorbo.
Novedades con personalidad
Quizá la mejor, y más remarcable novedad del título es el sistema de progresión, que se extiende desde el multijugador del primer Vegas para abarcar ahora todos los demás modos. De esta forma, una vez creado un personaje, pasaremos a personalizarlo ligeramente en cuanto a su apariencia física y los complementos de ropa, que no tienen efecto alguno sobre el juego. Adicionalmente, debemos configurar otros aspecto del personaje, desde la armadura y las protecciones que lleva hasta el conjunto de armas al que podrá acceder en cada misión. Estas elecciones no son menores e influirán en las capacidades de nuestro soldado, reflejadas mediante las correspondientes barras de nivel. Por ejemplo, las protecciones se valorarán en función de su peso o del grado de cobertura que ofrecen, mientras que para las armas se valorará su cadencia de tiro, su precisión o su penetración de blindaje entre otros factores. Para redondear este sistema, un extenso catálogo de objetos estará disponible desde el principio, aunque podremos desbloquear muchos más ascendiendo de rango mediante nuestro comportamiento en las misiones.
Ahora, los personajes creados de esta forma estarán compartidos por todos los modos de juego, y ganarán experiencia en todos ellos. Así, es posible crear un avatar y llevarlo a través de los múltiples capítulos de la trama adquiriendo veteranía y ascendiendo en la escala de grados que el juego propone, desde soldado raso a élite. Para subir en este escalafón, podremos ganar puntos de experiencia adicionales con nuestro rendimiento en tres áreas; asalto, tirador y combate de corto alcance. En función de las acciones que ejecutemos durante los combates se nos otorgarán puntos en estas tres disciplinas, que cuentan con veinte niveles cada una. Al pasar cada nivel se desbloquearán objetos, accesorios y armas, que se añadirán al catalogo inicial. A modo de ejemplo, ejecutar a un tirador enemigo mediante nuestro rifle de precisión nos reportará puntos de disparo lejano. Por otro lado, si utilizamos granadas para acabar con grupos de enemigos, recibiremos puntos en la disciplina de asalto.
Living Las Vegas
Los mapas cuentan ahora con un mayor grado de puntos interactivos, desde las ya habituales zonas para hacer rappel a entradas a través de ventanas, salto de muros bajos, escaleras o puertas. Nuestros compañeros responden bien si nos separamos de ellos y hacemos uso de algun metodo de desplazamiento sin darles señal alguna, por ejemplo, siguiéndonos si nos tiramos con la cuerda muro abajo hasta irrumpir en una habitación. Las coberturas, constantes, son indispensables para avanzar, si no queremos morir en cuestión de segundos. En este sentido, el escenario está repleto de puntos en los que parapetarse, aunque el grado de proteccion de cada una resulta bastante confuso por la capacidad de atravesar ciertas superficies que tienen las armas más potentes.
También en este sentido, hemos visto animaciones algo bruscas y un cierto clipping al apoyarse los personajes en las paredes, aunque no es más que un pequeño punto negro que no distorsiona el buen trabajo de interacción entre el jugador y los mapas. La aventura en su modo historia nos dará para unas ocho o nueve horas, en función de nuestra pericia a los mandos y el nivel de dificultad elegido. La rejugabilidad está asegurada gracias al sistema de evolución del personaje, que nos incentiva a volver a algunas situaciones para obtener puntos en las determinadas áreas de la especialización, además de para desbloquear objetos. Por supuesto, jugar en compañía es también un buen acicate para disfrutar y sacar lo máximo del título, a pesar de que la pantalla dividida resulta bastante incómoda para la visibilida de los dos participantes.
Además de la posibilidad de jugar en cooperativo la campaña principal, podremos hacerlo igualmente en el modo caza al terrorista, que no es más que una serie de misiones con mapas cerrados en los que tendremos que acabar con todos los enemigos en un límite de tiempo. El abanico de mapas de este modo ha crecido considerablemente, apareciendo ahora alrededor de una veintena, en todo tipo de condiciones, y tanto diurnos como nocturnos, en exteriores o en interiores. En este modo destacamos especialmente la tensión constante que sentimos, ya que los enemigos aparecen por cualquier sitio sin esperarlos, y no precisamente en pequeña proporción. En este modo, hasta cuatro jugadores pueden tomar los mandos y entrar en combate juntos, en contraposición a los dos que pueden afrontar la campaña principal en cooperativo. No hubiera estado mal hubieran sido cuatro también para el modo principal, ya que en pantalla siempre tenemos cuatro personajes, dos de ellos controlados por la IA.
Por último, la estrella indiscutible del juego es el modo online, que mantiene los modos de su antecesor y ofrece múltiples posibilidades, desde las más comunes hasta alguna novedad bastante interesante en este sentido. Tres son las nuevas opciones de las que disponemos, empezando por lider del equipo, donde debemos acabar con el personaje designado del equipo contrario. También se ha introducido el modo demolición, donde deberemos situar y desactivar bombas para acabar con el enemigo. Por último, la conquista total es una variante de la conquista normal, donde los puntos de situación de los equipos pueden ir alterándose según avanza la partida. Si sumamos estos modos a los ya existentes nos queda un interesantísimo y extenso modo para varios jugadores, que brilla especialmente por encima del resto de apartados del título.
Continuidad
Y las novedades acaban aquí, ya que el juego es esencialmente el mismo que hace año y medio, habiéndose revisado mínimamente el apartado técnico, como veremos posteriormente. Al cabo de unas cuantas misiones la trama cae ligeramente en la repetición, debiendo afrontar constantemente las mismas situaciones para superarlas. Aunque se deja bastante libertad al jugador, el camino a seguir está bastante delimitado en todo momento, por lo que las acciones con el entorno suelen estar predefinidas de antemano en cada punto de la aventura. Con todo, el título resulta entretenido y ofrece retos que el jugador se esforzará por superar, pese a caer una y otra vez. Desde luego, esta segunda parte se aleja mucho más de la fórmula de avanzar sin pensar y no planteándose la situación concienzudamente. De hacerlo de otra forma, preparaos para morir una y otra y otra vez.
Esto hace que completar ciertas situaciones sea más una tarea de ensayo y error que de hacer valer nuestra capacidad, principalmente por la variedad de estrategias que toman los enemigos para hacernos frente. Así, puede parecer que no tenemos demasiado control sobre el avance del juego, pese a la gran cantidad de opciones tácticas y de ataque que se ponen sobre la mesa para nuestro uso. Al final, acabaremos tomando bastantes precauciones y el avance por el juego será bastante más satisfactorio, aunque deberemos conocer la situación de los enemigos y sus rutas de aparición, o será casi imposible que les sorprendamos, pese al escaner térmico con el que podemos barrer el mapa cada cierto tiempo.
Apartado técnico
La segunda parte de Rainbow Six Vegas luce francamente bien, con un Unreal Engine 3.0 que empieza mostrar su madurez en manos de estudios externos a Epic -aunque sin llegar a la maestría sobre el mismo de sus creadores-. Es un juego bastante bien optimizado para compatibles, con un buen abanico de opciones de configuración y un rendimiento notable en equipos de gama media . Los modelos, de gran tamaño, lucen muy detallados, mostrando todas y cada una de las partes de su equipo con total realismo. Las animaciones también están muy cuidadas, desde el movimiento a las muertes de los enemigos, son verídicas y creíbles, quedando francamente bien integradas con la dinámica de los combates. Como decíamos antes, el clipping hace acto de aparición ligeramente al apoyarse los personajes en la cobertura, aunque solo de forma puntual y nada generalizada. En conjunto, y apoyados en una física nada exagerada, la representación de personajes queda a un nivel tan bueno como en su antecesor, si no mas.
Los efectos visuales se muestran también espectaculares, siendo una constante en el desarrollo del juego. Desde el uso de los cascos de visión, infrarroja o nocturna, al lanzamiento de granadas o humo, existe una gran variedad de efectos que alteran la realidad en pantalla, y que encajan realmente bien en la dinámica de los combates y la ambientación. Del mismo modo, la alternacia entre la primera y la tercera persona en la cámara se hace de forma totalmente natural en los momentos en que es necesario. En algunos momentos, el volúmen de efectos puede llegar a desconcertar, especialmente con la cámara de visión infrarroja, que hace realmente difícil orientarse si nos encontramos en un tiroteo bajo fuego desde diversas direcciones.
El apartado sonoro cumple también su cometido, destacando sobre todos los demás aspectos un más que satisfactorio doblaje al castellano. Los enemigos constantemente intercambian comentarios, se avisan sobre la presencia del enemigo o simplemente se cuentan cosas para matar el tiempo. Del mismo modo, los comentarios entre nuestro equipo son constantes vía intercomunicador. Así, Bishop dará las órdenes a sus seguidores, que ejecutarán la acción que se les ordene mediante la voz y el gesto de su líder. En este aspecto, hay que destacar negativamente el solapamiento de ciertos comentarios, que hace que algunos no terminen, o se entrecorten y perdamos la información que se estaba comentando.
Por último, el apartado musical mantiene el estilo de su antecesor, aplicando música sólo en los momentos donde realmente la habría. Es decir, si nos encontramos combatiendo en los exteriores de un barrio residencial, raramente habrá música alguna, por lo que no oiremos nada aparte de los sonidos de nuestros soldados y los propios de los tiroteos. Cuando caminemos entre lujosos casinos o en el interior de teatros y restaurantes si que oiremos melodías acordes con los entornos, de calidad y que no resultan repetitivas por el control estricto que se hace sobre su reproducción. En conjunto, el apartado musical y sonoro encaja totalmente sobre el estilo de juego táctico y estresante para el jugador que propone Rainbow Six Vegas 2.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.