El héroe Shaikan

Con algo de retraso y algún que otro traspié llega a España Spellforce 2: Dragon Storm, la expansión del juego de rol y estrategia en tiempo real de Phenomic. Nobilis Ibérica comercializa el título en el paquete 'Gold', que incluye también el título original comercializado en 2006. Más pactos de sangre entre mortales y nuestro Shaikan.

Hasta el año 2006 debemos remontarnos para recordar el lanzamiento de Spellforce 2, la secuela de la serie fantástica que la desarrolladora germana Phenomic había cuidado durante años con tanto esmero. Con el precedente de su notable primera parte ampliada con posteriores expansiones, la compañía comercializó en España, de la mano de Nobilis Ibérica, esta esperada segunda parte.

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El título, que convenció al público y recibió un 8,5 de nota aquí en esta revista, ofrecía un planteamiento de juego atractivo, atrevido y clásico a la par, que bebía directamente de la anterior entrega de la serie y se servía de un motor gráfico adaptado a las exigencias de la época.  Rol y estrategia conformaron un único ser que se materializó en un DVD plagado de historias capitaneadas por ejércitos oscuros, mitología y, por qué no decirlo, una belleza de coprotagonista, Canción Nocturna.

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Ahora, nos encontramos en 2008, con este sector del ocio digital en pleno proceso de cambio, casi dos años después del lanzamiento del juego original y con su expansión Spellforce 2: Dragon Storm en las manos. Bien es cierto que el título llega a España tarde con respecto a otros mercados -en Reino Unido apareció durante el primer semestre de 2007- y no en las condiciones más óptimas, pero no por ello deja de ser un atractivo reto para los seguidores de la serie.  Continúa con nosotros esta visión de la guerra entre el bien y el mal.

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Portales tradicionales

El paquete de expansión Dragon Storm actúa como tal, es decir, es necesario el juego original para jugar al título. Pero eso no será problema alguno en España, pues el título se comercializa en el ‘pack' 'Gold', que contiene Spellforce 2 y este ‘add-on'. Una vez hecho este apunte, debemos tener en cuenta que Phenomic ha tomado el término expansión también en su sentido estricto y con Dragon Storm no ofrece novedades demoledoras  y sorprendentes con respecto a la segunda parte. Y dada la calidad que en su día brindó Shadow Wars, esto no es precisamente un aspecto negativo.

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La esencia del juego sigue siendo la misma en esta expansión. El jugador deberá diseñar su avatar y entrar a un mundo virtual ambientado en escenarios fantástico-medievales cargados de magia, criaturas, reinos y razas -humanos, elfos oscuros, shaikan, enanos, trents, etc-. Este universo estará plagado de escenarios naturales y núcleos urbanos medievales, con grandes ciudades, castillos y regiones, cuyos habitantes se transportarán y comunicarán a través de los portales mágicos. Así, y como se pudo ver en el original, esta energía mágica rige la estabilidad comercial y social de esta sociedad fantástica.

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El problema, como era de esperar, es que una fuerza oscura comienza a desatar el caos en diversas regiones, destruyendo ciudades, monarcas y acabando con la vida de inocentes. Esto supondrá, además, la pérdida de la fuerza de los portales y la consiguiente hecatombe. Por ello, para adentrarse de lleno en esta expansión sin perder el hilo del argumento es muy recomendable -por no decir obligatorio- completar la campaña del original.

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Una vez creado nuestro avatar, que volverá a ser un Shaikan con habilidades de resurrección concedidas por la sangre del dragón, comenzará la partida y pasaremos a estar acompañados por dos héroes más, el medio elfo arquero Whisper y su hermana Viento, experta en magia. Con este equipo tendremos que superar las más de diez misiones principales que incluye Dragon Storm y resolver los retos secundarios.

La jugabilidad del título mezcla, como decimos, la estrategia en tiempo real con el género rpg. Controlaremos siempre a nuestros tres avatares que actuarán a modo de héroes -subiendo de nivel, aprendiendo habilidades al sumar puntos, equipándose objetos, etc.- , ya sea desde una perspectiva cenital o acercando la cámara en modo tercera persona, siguiendo el esquema de juegos como Sacred. La expansión destaca especialmente por ofrecer una amplia gama de habilidades dentro del Shaikan que podrá, por ejemplo, conquistar mascotas. Frente a este estilo aparecerán retos más estratégicos, con la recolección de recursos (lenya, piedra y plata) para conformar nuestro ejército.

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La estructura del sistema de misiones con toque estratégico tiende a ser simple, sin complicaciones. No se trata de un juego de estrategia en tiempo real al uso, sino de un esquema simplificado que se limita de forma acertada a la recoger recursos y generar unidades, aplicándoles una serie de mejoras que se adquieren rápidamente y sin esperar tiempos excesivos. Huelga decir que, por supuesto, la hibridación entre estos dos géneros se lleva a cabo de manera acertada, sin provocar cambios abruptos en la jugabilidad del título. En cualquier caso, para conocer más detalles sobre la evolución de los héroes o el desarrollo de las misiones estratégicas, es recomendable recuperar el análisis original, donde ya desgranamos estos aspectos del título que se mantienen intactos en la expansión.

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Con todo, este continuismo jugable positivo no encuentra su equivalente en el terreno técnico del juego, que no presenta novedad palpable alguna y se sirve del mismo ‘engine' que, aunque nos deleito hace un par de años, ahora ya no ocupa una posición relevante entre los últimos lanzamientos. Para más señas, no podemos olvidar que Dragon Storm recicla no sólo algunos de los escenarios y personajes vistos en la Shadow Wars -Alluvyan, por ejemplo-, sino que también se sirve de un más que amplio surtido de temas musicales ya presentes en su predecesor.

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Pese a ello, esta expansión sí que ofrece algún toque de distinción con respecto a la segunda parte, especialmente en las estrategias a seguir para superar los retos de algunas misiones principales. Ni que decir tiene que se mantiene el número y la variedad de misiones secundarias a batir, siempre presentes en la mayoría de los escenarios y cuya aceptación o rechazo podrá suponer, además de la experiencia extra, ayudas adicionales para la misión principal. La toma de decisiones será, por tanto, un elemento determinante durante el modo principal.

Sin embargo, la nota negativa la pone la ausencia de doblaje al castellano en la expansión Dragon Storm. Frente a Spellforce 2: Shadow Wars, que sí contaba con voces notables en castellano, este ‘add-on' nos llega incomprensiblemente con sonido en inglés. Eso sí, manteniendo los subtítulos en castellano. Un tirón de orejas para Nobilis Ibérica.

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