Gaming Club
Regístrate
españaESPAÑAméxicoMÉXICOusaUSA

Battlefield: Bad Company, Impresiones multiplayer

Ya no existen ni el honor, ni el patriotismo, ni las heroicidades, sólo el dinero. La saga de acción bélica aparece con su última correría, desarrollada exclusivamente para consolas, demostrando que puede tener un modo campaña destacable a la vez que mantiene ese gran y característico multijugador. Os contamos todos los detalles de su última beta.

Ya no existen ni el honor, ni el patriotismo, ni las heroicidades, sólo el dinero. La saga de acción bélica aparece con su última correría, desarrollada exclusivamente para consolas, demostrando que puede tener un modo campaña destacable a la vez que mantiene ese gran y característico multijugador. Os contamos todos los detalles de su última beta.

No era necesario esperar mucho tiempo para el anuncio. De hecho, cuando EA DICE hizo público el lanzamiento de este Battlefield: Bad Company a la mayoría se nos hizo más que lógico este paso en la franquicia: subirse al carro desarrollando en exclusiva para videoconsolas, y, a la vez, fijar nuevos objetivos que hagan avanzar a esta franquicia de sobra consolidada. Ninguna de las dos es algo simple, y menos para un tipo de juego como el que plantea Battlefield, pero por suerte el camino está correctamente trazado.

Ampliar

Para empezar, el cambio más significativo se encuentra en la incursión de un modo campaña con línea argumental sólida. El contexto en sí mismo se muestra curioso, dejando a un lado los clichés del género y apostando por un toque más humano, en el mal sentido de la palabra. Con la ambición como eje central de todo el título, tendremos a un escuadrón de soldados norteamericanos quienes, cansados de los valores por los que se están jugando la vida, deciden buscar mejor fortuna dirigiéndose hacia el país neutral de Serkozache. Pero no tomaremos el control de todos, ni podremos dar órdenes cuales líderes, así que esta historia principal se dilucida menos estratégica y más centrada a la acción al uso.

Ampliar

La faceta multijugador continúa esta tendencia, pero la utiliza para aportar frescor a su incansable modo estrella sin cambiar un ápice de su esencia. Llamado simplemente 'Gold Rush' -o 'Asalto al Oro'-, ambos bandos de 12 miembros respectivamente -en total, 24 - tendrán que luchar ferozmente por el vil metal, defendiéndolo o luchando por arrebatarlo respectivamente. Por el lado atacante, una barra indica la cantidad limitada de 'refuerzos' -esto es, número de reapariciones una vez eliminados- disponibles mientras intentan llegar hasta los cajones; al eliminarlos, se va ampliando el mapa, cambiando con ello el objetivo y aumentando las reservas de soldados. Los defensores, por su lado, se deben a mantener la posición el máximo tiempo posible sin tener que preocuparse por morir.

Ampliar

Si bien estos son avances más bien nulos en su planteamiento, la forma de encararlos sí que ha cambiado de forma significativa gracias a su motor gráfico. Gracias a él, gran parte de los escenarios -salvo estructuras- podrá ser destruido con facilidad, de modo que la estrategia por parte de ambos equipos no podrá mantenerse. Con esto, se genera un dinamismo y un cambio de estrategia constante, dado que no podremos encontrar ningún lugar desde donde mantenernos con seguridad. Algunos detalles no se han pulido, como que algunas paredes no caigan, sólo lo hagan puertas, o que los árboles se comporten de una forma un tanto extraña, atravesando estructuras y no afectándonos lo más mínimo al caernos encima.

Ampliar

El resto del apartado técnico luce prometedor, destacando el desenfoque constante, tan 'humano', que tenemos al movernos. Las armas cuentan con detalladas texturas, y los escenarios, aún siendo de una extensión considerable, dejan una grata sensación, ya sea a través de la hierba y la arboleda o de pequeñas extensiones de agua esparcidas por el desierto. Los vehículos, eternos baluartes de Battlefield, siguen tan bien representados como siempre -atención a la cámara en primera persona al subirnos en ellos, impagable-, pero las explosiones desentonan, sobre todo cuando nos ponemos a volar una pared. Al estar programadas, sin un motor que trate a los materiales con el mimo merecido, aparecen demasiado artificiales ante nuestros ojos, desentonando a comparación de otros elementos. La gran variedad sonora durante el caos es digna de, como mínimo, un equipo 5.1 para ser disfrutada; cada material, cada bala, cada grito de compañeros y enemigos está cuidado con mimo gracias al sistema HDR integrado.

Ampliar

A la hora de elegir la clase con la que te integrarás en el conflicto, las opciones están diferenciadas con los kits definidos para cada una. Tenemos, por ejemplo, el kit de asalto, con el fusil de alta potencia como mayor atractivo; el de reconocimiento, con un rifle de francotirador; el de demolición, con lanzacohetes para destruir vehículos y edificios; o el de médico, para ayudar al necesitado en medio de la lucha. En total son cinco las disponibles hasta el momento, cada una con sus armas, mejoras, y con distintos tipos de granada en ellas.

Ampliar

El control, a estos efectos, trabaja con la efectividad esperada. Podemos cambiar con facilidad de arma entre granadas, ambos tipos de disparo y cuchillo. El stick en la versión de Xbox 360 es sensible, certero y manejable. No podemos decir lo mismo de los vehículos, que requieren de maniobras algo incómodas innecesariamente, engorrosas incluso.

Ampliar

Los mapas que hemos visto difieren completamente en estructura, teniendo por un lado Ascension, una zona montañosa, y por el otro Oasis, localizada en  Oriente Medio. La primera consta en principio con poco grado de maniobra, así que la batalla se torna encarnizada inevitablemente; más tarde, conforme se va desbloqueando terreno a la vez que la defensa pierda su oro, no tardaremos en ver una enorme fortaleza situada muy convenientemente  en una meseta, de forma que los últimos intentos de salvar la partida pueden ser dramáticos.

Ampliar

Oasis, al contrario de lo que pueda parecer, es de una configuración casi rectangular, haciendo que moverse de un extremo a otro del mapa sea un trabajo difícil. También es más propicio al uso de transporte armado -por ahora hemos visto tanques, jeeps con metralleta y algún helicóptero- así como al 'toma y daca' por una porción de terreno, es decir, a la pugna clásica y al agitado intercambio de balas por avanzar una línea más.

Es de remarcar que, para mantener un ritmo de este tipo, a la hora de resucitar podemos hacerlo en dos puntos: el primero, nuestra base, un lugar tranquilo donde organizarnos, o, el segundo, dirigirnos directamente a la acción de mano de nuestro jefe de escuadrón -cuya presencia sí existe, al contrario que la figura estratégica del comandante, de la cual por ahora no sabemos nada-. El resultado es magnífico, ya que la tensión no se pierde por un instante y, con lo bien medidos que están los tiempos para reaparecer, un fallo serio puede provocar la pérdida en la escaramuza.

Ampliar

Mostrar tal cantidad de estadísticas sin abrumar al usuario no es tan sencillo como parece, pero Bad Company ha hecho un buen trabajo para señalar cómo progresamos en la cadena de mando. Se ha integrado muy acertadamente un sistema de puntos al estilo de Modern Warfare, subiendo de rango llegado a un punto y dando acceso a algunas armas adicionales. El ratio de muertes por asesinatos, los pequeños desafíos -que, por cierto, cuando los logramos aparecen molestos en medio de la pantalla muy inoportunamente-, y demás detalles estarán presentes.

Ampliar

Jugarse el pellejo por un puñado de dólares puede ser irresponsable, pero extremadamente divertido. Bad Company está planificado para este verano en PlayStation 3 y Xbox 360, pero mientras se avecina la versión final os podemos asegurar que tiene todas las papeletas para luchar muy dignamente entre los más jugados de la temporada.

Ampliar

Battlefield: Bad Company

  • 360
  • PS3
  • Acción
Guerra contemporánea de última generación en esta nueva entrega de la popular saga de acción en primera persona.
Carátula de Battlefield: Bad Company
8