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FlatOut Head On

FlatOut Head On

Destrucción y velocidad

El estudio finlandés BugBear vuelve a la carga con su serie franquicia FlatOut, esta vez en una sorprendente conversión que explota la potencia de la consola portátil de Sony.

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Desde su fundación en el año 2000, el estudio finlandés BugBear ha sabido hacerse un hueco en el mundo de los videojuegos gracias a sus títulos de conducción -entre los que se pueden encontrar el notable Glimmerati de N-gage o el excelente Rally Trophy. Pero el juego más conocido de esta compañía es sin lugar a dudas la serie FlatOut, una alocada combinación entre carreras, acrobacias imposibles, combates de coches y mucha, mucha destrucción. Aunque no goza del mismo reconocimiento y posición de Burnout -que sería la saga más parecida- sí cuenta con una sólida base dentro de la industria y un reconocimiento patente.

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La fórmula es bien sencilla y está basada en todo tipo de divertidos disparates conduciendo una variedad de vehículos en cada caso. En FlatOut no sólo se recompensa por llegar el primero a una carrera, ya que se anima a destrozar tanto elementos del escenario como a los rivales, lo que proporciona beneficios de cara a comprar nuevos vehículos y piezas para mejorar los existentes.

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Pero el elemento característico de la saga, algo que se aprecia muy bien en este título está en su particular sentido de los minijuegos: pruebas variadas de acrobacias imposibles y que resultan muy divertidas al combinar habilidad al volante y la capacidad de elegir el momento justo, creando dinámicas muy divertidas. Haciendo uso del motor físico y la animación, los objetivos son tan diversos como salvajes, ya que ofrecen cosas como competiciones de altura en las que se intenta que el conductor salga disparado del coche para alcanzar la máxima altura posible, o juegos de bolos, con la diferencia de que la bola para derribar los bolos es el propio conductor lanzado a más de 100 kilómetros por hora desde el vehículo.

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FlatOut en PSP tiene una sorprendente cantidad de contenido que lo convierte en un título muy variado. Hay carreras por circuitos y en exteriores, así como las comentadas acrobacias y combates entre vehículos, donde varios vehículos pelean en un 'ring' intentando chocar y volcar al contrario mientras las piezas se van desperdigando de un lado a otro. En el modo individual hay tres modalidades distintas: un modo carrera, en la que se pueden elegir diferentes competiciones para ganar dinero y ampliar tu garaje, un modo Carnage, orientado a conducir creando el máximo daño posible, y otro modo dedicado a eventos individuales, que permite jugar porciones concretas.

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Además de la variedad de contenido, otro detalle que impresiona de FlatOut reside en sus gráficos que están entre lo mejor que se ha visto técnicamente en la portátil de Sony. Tomando como base la reciente versión para 360, el trabajo sobre PSP ha sido brillante a la hora de trasladar la espectacularidad visual del juego de forma efectiva. Los gráficos son excelentes en líneas generales y el motor físico está a la altura, algo que se puede apreciar en la cantidad de objetos destrozables y en la forma en la que reaccionan ante los impactos de los vehículos -a veces flotan un poco más de la cuenta, pero el resultado es fantástico para una portátil-. Es una pena que la tasa de frames sea un tanto baja -aunque estable- y que la velocidad general del juego sea un poco lenta, haciendo la experiencia menos excitante que en 360, pero hay que insistir en el gran trabajo realizado.

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Es un juego muy satisfactorio, los coches parecen tener verdadera dimensión y el choque entre ellos es casi palpable. También contribuye a esas sensaciones una contundente banda sonora, con temas que van desde rock a música alternativa, con varios estilos dentro de un tono bastante conseguido que refleja la dureza de las carreras. El manejo también es bueno, pese a que los coches a veces son complicados de controlar en sus giros -lo que también se relaciona con el tipo de sensaciones que se están buscando en el juego-, terminando de perfilar una buena experiencia de conducción portátil.

Por otra parte, quizás el mayor problema de FlatOut es su dificultad, que puede ser bastante elevada y un tanto desesperante. La I.A de los rivales es dura y busca de forma agresiva sacarte del trazado, lo que combina con muy buenas maniobras en los combates de coches. Conseguir los primeros puestos en las diferentes categorías es una meta compleja de conseguir y requiere de muchos intentos, quizás demasiados. En ese sentido puede incluso ser un tanto frustrante. Otro obstáculo lo ponen algunos objetos, que caen al circuito como consecuencia de algún choque, ya que hay ocasiones en los que esos pedazos obstaculizan el avance de tu coche a pesar del tamaño del mismo, pero es sólo un problema puntual.

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7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.