Exit DS, Impresiones

A primera vista NDS es una consola más afín a recibir juegos del calibre de este Exit, ya que entre otras cosas el cartucho es más bien poco exigente en lo que se refiere a nivel técnico, muy colorido y jovial, y sobre todo fácil de manejar; intuitivo. Taito sabía de las dificultades que podría acarrear el juego en PSP y adaptó magistralmente el control de la portátil, y podríamos decir que es más o menos lo mismo que se ha logrado en este caso. 

La conversión de PSP a NDS es un port 1:1, mismos gráficos, mismo apartado sonoro, jugabilidad readaptada a la consola en cuestión. La premisa vuelve a ser la misma, 10 plantas con 10 hilares de habitaciones por cada una de ellas, un total de 100 niveles distintos en los que sufriremos todo tipo de condiciones atmosféricas y distintas biosferas en las que será menester hallar a tiempo la salida con el fin de rescatar a los supervivientes desplegados por los edificios. 100 niveles, un protagonista que sin decir ni una palabra ha conseguido cierta reputación y una premisa bien clara: sacar de quicio al jugador.

This is not an exit

Como toda conversión o port 1:1, Exit en NDS es casi idéntico al original, a excepción de dos puntos muy concretos en los que sí encontramos algunas diferencias. Obviamente uno de ellos es el sistema de control, adaptado para la ocasión y centrado en el uso del stylus y en las diferentes órdenes que estamos obligados a asignar a Mr. Esc. Cada movimiento que queramos realizar requiere pulsar sobre el protagonista y luego marcar apropiadamente sobre el escenario el punto donde queremos que se desplace. Mr. Esc  entiende los mandatos correctamente, y una vez asignada una tarea corre automática a realizarla.

Los problemas de Exit se siguen localizando en este punto, en la pobre Inteligencia Artificial de los supervivientes y en la torpeza con la que ejecutan las únicas dos órdenes que podemos asignarles mediante Mr.Esc; avanzar o permanecer en la posición. Tampoco Mr.Esc se salva de este inconveniente; cambiar de piso o colgarnos de una barra son acciones aparentemente sencillas que exigen un esfuerzo más grande del que debieran al jugador. Problemas que en resumidas cuentas el juego viene arrastrando desde el primer Exit que viese la luz en España allá por marzo de 2006.

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En el hilo de las diferencias entre ambas versiones la segunda y más llamativa es la considerable reducción de contrastes en los escenarios, todos oscurecidos y exentos del detalle del que hacían gala en PSP. El bajón gráfico se puede contemplar claramente en el propio diseño de Mr.Esc en comparación al del título original, menos llamativo y sorprendente. Además de esto la consola sufre una importante ralentización cuando movemos a varios personajes al mismo tiempo en pantalla, algo poco frecuente pero desconcertante a tenor de la calidad gráfica que atesora el cartucho.

Salvando estas dos diferencias, el resto del juego se mantiene en la misma línea, sin ofrecer nuevas posibilidades o modos de juego a tener en cuenta, como tampoco otros elementos más allá de la reforma llevada a cabo con el control, que pese a los problemas comentados logra imprimir un plus de rapidez y suavidad a los movimientos de los personajes. Exit huye de complicaciones y se ampara en la inteligencia del jugador para resolver situaciones de diversa índole. Las herramientas que recogemos por los escenarios junto a los saltos imposibles son dos de los elementos fundamentales para dominar el mecanismo del juego, un continuo vaivén de puzles y de situaciones que en más de una ocasión nos obligarán a tomarnos un tiempo antes de dar con su solución.

Exit, please

Agarrarnos de un saliente, bajar o subir escaleras, derruir muros o apagar incendios son algunas de las múltiples posibilidades con las que cuenta Mr.Esc para salir ileso de los edificios en los que transcurre el juego. A este interesante elenco de opciones hay que sumar las que corresponden a los supervivientes o acompañantes con los que topamos en los edificios. Cada uno cuenta con unas características personales que juegan con los parámetros de fuerza / salto, los dos únicos parámetros con los que en realidad cuenta el título: Su muerte es sinónimo de repetir el nivel en cuestión desde el principio.

Elementos que como podréis ver se mantienen inalterables con respecto a la versión original, sin apenas cambios, a la par con el resto del conjunto. La reinvención del control sobre el puntero de PSP es un logro, no así el escalón gráfico que inexplicablemente hallamos al comparar las dos versiones, pantalla con pantalla, pero que después de todo podemos achacar a la menor capacidad técnica de la consola de Nintendo.

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