Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos
Reunión histórica
Tras su paso por Wii, Mario & Sonic en los Juegos Olímpicos llega a Nintendo DS con las mismas pruebas, los mismos modos de juego, los mismos personajes, el mismo espíritu, pero un control adaptado a la portátil, aprovechando a fondo la pantalla táctil.
Mario & Sonic ha supuesto un hecho inaudito, ya que dos personajes antaño rivales irreconciliables, mascotas de las dos principales compañías de videojuegos durante los 8 y 16 bits, aparecen juntos en un mismo título por primera vez.
Sin embargo, para muchos seguidores de ambos iconos supuso una pequeña (o gran) decepción el hecho de que se unieran en un título ambientado en los Juegos Olímpicos. Seguramente la mayoría de la gente esperaba más un cameo de Sonic en Smash Bros, como finalmente se ha producido, o un título de plataformas común, sueño que aún muchos mantenemos (quizá de este modo se revitalizarían los videojuegos del erizo azul).
Pero aquí estamos, ante un título deportivo multidisciplinar protagonizado por Mario, Sonic y todo el elenco que les acompaña, incluyendo también a los malos, y es de lo que toca hablar. La versión de DS es un calco de la de Wii, que ya analizamos el pasado mes de noviembre, aunque obviamente con un manejo diferente.
Esto quiere decir que no encontramos ninguna agradable sorpresa, como la incorporación de multijugador a través de Nintendo Wi-Fi Connection, gran ausencia en Wii. Una destacable cantidad de opciones en individual, divertidas partidas con los amigos en local y ciertos elementos mejorables en un conjunto notable.
A dos pantallas
La interfaz de Mario & Sonic es cómoda y agradable a la vista, con colores muy vivos y una navegación óptima tanto con botones como con la pantalla táctil. Visualmente el juego destaca al poner gráficos 3D en ambas pantallas, cosa que no es muy habitual. La pionera fue precisamente SEGA con su The Project Rub en los inicios de la consola y en este título han aplicado la experiencia adquirida.
No es una cuestión menor el uso de gráficos poligonales en las dos pantallas, ya que esto limita en un alto grado la calidad de los gráficos que DS puede mostrar, y no es que la máquina ande sobrada de potencia, como bien es sabido. Sin embargo, con gran habilidad y cierto ingenio, han conseguido unos modelados de los personajes más que aceptables a costa de unos fondos más simples, sin que estos afeen el resultado final.
Otro problema de las tres dimensiones duales es el número de fotogramas por segundo que se puede alcanzar como máximo, a priori limitado a 30. En principio, cuando jugamos las primeras partidas, vemos que no hay que preocuparse en exceso, ya que en general tenemos sensación de fluidez. Pero hay algunos momento muy puntuales, como el uso de poderes en 'Tenis de Mesa Fantasía', donde sí se producen mínimos parones molestos y que afectan a la jugabilidad. Por suerte, como decimos, sólo ocurre en pruebas muy concretas en ciertas situaciones no demasiado frecuentes.
Cuando, al encender el juego por primera vez, escuchamos '¡Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos!', pensamos que todo vendrá doblado, como muchas veces hace SEGA en franquicias como Virtua Tennis, Super Monkey Ball o Out Run. Imaginamos que esa era su intención en un primer momento, pero que luego el doblador se puso malo o cualquier circunstancia similar, porque su voz ya no vuelve a salir en toda la tarjeta, siendo sustituida por un "speaker" inglés, nunca mejor dicho este anglicismo.
No es un asunto muy grave, al fin y al cabo apenas dice nada, básicamente los nombres de los personajes, el carril que ocupan si se tercia y apenas nada más. Sólo lo resaltamos porque sorprende un poco. Mario, Sonic y compañía también aparecen dentro del apartado sonoro, celebrando sus victorias y lamentándose ante los fallos.
En cuanto a la música, no está mal, acompaña, pero no alcanza el nivel habitual de este tipo de juegos deportivos, no hay ninguna melodía destacable y si no lo pensamos, prácticamente pasa desapercibida. Los efectos, por su parte, sí están muy conseguidos para reflejar cualquier evento que se produce en pantalla.
Jugabilidad
Como bien indica el título del juego, éste va de Mario y Sonic enfrentándose en los Juegos Olímpicos. Encontramos disciplinas deportivas de toda índole: atletismo, gimnasia tiro con arco, tenis de mesa, esgrima, tiro, ciclismo y acuáticas. Dentro de algunas de ellas hay pruebas diferentes, como por ejemplo en atletismo, que encontramos los 100 m., los 400 m., el lanzamiento de martillo, etc.
Al contrario de lo que pueda pensar cualquiera que no haya probado la versión de Wii, su implementación es, en cierto modo realista. Por regla general no hay objetos especiales para atacar a nuestros rivales, ni poderes extraños, ni puntuaciones estrambóticas, las marcas que podemos conseguir se asemejan bastante a las que logran los deportistas en la vida real. De esta manera, parece que la incorporación de las mascotas de Nintendo y SEGA al juego es una campaña meramente publicitaria y no se les saca provecho.
Pese a que esa es la sensación que tenemos en primera instancia, a poco que avanzamos vamos descubriendo que no es exactamente así, pues sí que hay algunos minijuegos especiales donde se utilizan elementos de ambos universos. Por lo tanto, podemos decir que conviven dos vertientes, una que tiende más a la simulación y otra mucho más arcade con un menor peso
Hay que resalta la coherencia que encontramos al comparar el manejo entre deportes diferentes. Acciones como correr (mover de lado a lado el puntero sobre la pantalla) se hacen siempre igual, ya estemos en los 100 metros o tomando impulso para el lanzamiento de jabalina. Lo mismo se puede decir del salto, consistente en dibujar una línea recta para determinar el ángulo. No sólo simplifica el aprendizaje, sino que resulta mucho más lógico que se haya llevado a cabo de este modo.
Por otro lado, se produce una paradoja peculiar. Aunque no es un simple machaca-botones, aplicando este concepto a la pantalla táctil, ésta sí que puede quedar bastante destrozada si no la cuidamos con un protector. Esta frase, lógicamente, merece una explicación: no todo consiste en ejecutar un movimiento lo más rápido posible, hay que saber medir cómo se hace y con qué frecuencia, sí que en muchos momentos vamos a estar deslizando el puntero como locos sobre la pantalla.
Por ejemplo, en los 400 metro lisos no todo es cuestión de velocidad, ya que al aumentar la distancia también es importante la resistencia. De este modo, debemos controlar la velocidad máxima que llevamos y si intentamos correr demasiado, nuestro personaje se agota y deja de avanzar hasta recuperar el aliento. Sin embargo, esto no quiere decir que no haya que mover de lado a lado el puntero a bastante velocidad, sólo que sin pasarse.
El reconocimiento de los gestos no siempre funciona como debiera y a veces nos deja desarmados ante nuestros rivales, empezando por el esgrima. En esta prueba, para atacar, hay que mover el lápiz hacia el rival rápidamente y para defender hay que desplazarlo de abajo a arriba de la pantalla. Con este sistema, fallan dos cosas: no siempre detecta adecuadamente la ejecución de una determinada acción y resulta demasiado lento, lo que supone una importante desventaja.
Pese a todo, en la mayoría de deportes el control funciona adecuadamente y es divertido jugar. Además, se exige más atención y cuidado por parte del jugador que lo habitual en este tipo de videojuegos, lo que no quita que podáis sufrir un agarrotamiento del brazo tras una carrera o cualquier otro síntoma similar, ya que no es un título para sentarse tranquilamente y sin tensiones.
Mario & Sonic destaca por una completa oferta de modos para un solo jugador que invitan a rejugarlo una y otra vez para obtener todos los emblemas, trofeos, coronas y medallas, teniendo cada uno de ellos un requisito determinado para que nos lo otorguen. En cualquier momento podemos disputar una "Partida rápida", donde podemos competir en cualquiera de las disciplinas ya desbloqueadas directamente ajustando algunos parámetros como la dificultad.
Esto incluye no sólo los deportes, digamos, normales, sino también los eventos fantasía, como así se denominan las pruebas especiales que comentamos en la anterior página. En total son ocho: atletismo, cano, boxeo, salto de longitud, tenis de mesa, esgrima, tiro y baloncesto. Como se ve, algunos repiten pero otros no están disponibles con las reglas reales (por ejemplo, baloncesto o boxeo). Tienen en común que su mecánica es más propia de los títulos deportivos de Mario y, de hecho, en muchos de ellos se usan sus objetos especiales, como la estrella y el champiñón, junto a algunos de Sonic como la esmeralda, produciendo diversos efectos.
El modo "Circuito" incluye una serie de conjuntos de pruebas, divididos en tres niveles de dificultad, que hay que ir liberando secuencialmente. Para vencer en cada uno de ellos, no hay que ganar en todos los eventos, sino ser el que mayor puntuación total obtiene. El primero logra 10 puntos, el segundo 8, el tercero 6 y el cuarto 4. Se puede utilizar un objeto especial denominado Circuito de la suerte que duplica la puntuación obtenida en un deporte de los seleccionados para el circuito en el que estamos participando, pero es de un único uso. En este modo de juegos es donde vamos desbloqueando todos los deportes.
Por último, dentro de las opciones para un jugador se incluyen misiones adicionales, consistentes en cinco retos más un desafío final para cada uno de los personajes. El objetivo en estas fases no es lograr ser el mejor, sino conseguir algún requisito concreto como caer dentro de un rango determinado en salto de longitud, sin pasarse ni quedarse corto, disparar únicamente a un tipo de objetivo en tiro (acertando, obviamente), bloquear varias veces al contrario en esgrima, etc. Seguramente es el modo más interesante ya que es difícil de terminar y ofrece bastante variedad.
Como extra adicional se ha añadido el apartado "Galería", en el que, mediante cinco clases de minijuegos, vamos descubriendo curiosidades sobre la historia de los Juegos Olímpicos antiguos, del inicio de la era moderna y de la edición del presente año 2008, según vamos superando niveles. Además, cada vez que terminamos uno de los cinco bloques temáticos conseguimos dos melodías, una de Mario y otra de Sonic, aunque únicamente se pueden escuchar dentro de la Galería.
El multijugador es el gran pero de Mario & Sonic. Si bien enfrentarnos a nuestros amigos es sumamente divertido, esto se limita exclusivamente a competiciones en local. Por contra, la conectividad con el servicio Wi-Fi de Nintendo se utiliza exclusivamente para subir nuestras mejores marcas y compararlas con el resto del mundo. Una auténtica lástima pues es un título que se prestaba totalmente a ello.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.