NiGHTS: Journey of Dreams, Impresiones
El que fue para muchos el héroe definitivo de Sega Saturn reaparecerá en Wii en pocas semanas trayéndonos la jugabilidad y acabado estético que lo hicieron único. Una puesta al día sensacional aunque moderadamente presentada. En poco tiempo, los poseedores de una Wii volverán a Nightopia. Nosotros ya lo hemos hecho y éstas son nuestras impresiones del sobrevuelo.
Sonic Team conseguía en 1996 un título brillante para la ya histórica Sega Saturn. El primer Nights era espectacular en todos los sentidos, principalmente en el técnico y estético, y supo hacer volar la imaginación de todos los que lo disfrutaron, llevándolos a través de mundos mágicos, llenos de vida color y naturaleza. Auténticos paraísos virtuales que vuelven ahora a la escena en Jouney of Dreams, la secuela para Wii del exitoso videojuego de hace 11 años. Aunque, esta vez, a Nights se le ha empezado a notar la vejez...
Pese a los miedos de muchos y las impacientes esperanzas de otros, se puede decir que este nuevo Nights para Wii no es, en ningún aspecto, una decepción. La lástima es que tampoco sea una sorpresa sobresaliente. Journey of Dreams mantiene todo lo bueno del original, renueva su apartado gráfico y guarda celosamente su esencia. Pero su presentación no es todo lo espectacular que esperábamos, su sistema de juego puede resultar algo repetitivo en los tiempos que corren y su originalidad puede verse algo manchada por un juego exageradamente similar. No obstante, este último aspecto sí que será muy valorado por los incondicionales del primer episodio, a los que se les puede llegar a escapar alguna lagrimita por la clara referencia a aquél que es.
Ya más a su favor, Nights sí que sorprende por algunas posibilidades que lo hacen único. Dispone de varios modos multijugador, en una misma consola o a través de la CNF de Nintendo, lo que nos dejará competir y compartir espacios con amigos y desconocidos de todo el mundo. Su manejo, aunque pueda resultar algo engorroso y, sin duda, sea uno de los aspectos que hagan más difícil al título, está muy bien pensado, pues podremos manejar al simpático arlequín morado con el Wiimote y el Nunchuk, sólo con el Wiimote, o con el Mando Clásico de Wii. Después veremos las ventajas de unos y otro sistemas.
Volvemos volando, por tanto, al mundo de la magia, lo onírico, lo paradisíaco y espectacular. Personajes conocidos y otros muchos más nuevos nos ayudarán o impedirán nuestro viaje. Reala, la antítesis de Nights, y un poderosísimo enemigo final sorprendente que no desvelaremos harán su aparición a cada momento del juego, proponiéndonos cada vez más y más retos a conseguir si queremos reestablecer de una vez por todas la paz en estos mundos de sueños, alejando por siempre a las pesadillas de la imaginación de los niños.
El viaje de los sueños parte de Dream Gate, un mundo paralelo lleno de puertas y con una extraña apariencia. Will y Helen son los niños elegidos esta vez para hacer volar los sueños y la imaginación de los jugadores de Wii. El ya mágico búho Owl es el encargado de explicarnos el nuevo manejo, sistema de juego y estructura de niveles mediante puertas. Mediante vídeos, subtitulados al castellano pero no doblados, los personajes hablan para guiar al jugador en la aventura. Hay dos tipos de vídeos: unos que utilizan el motor gráfico del juego y otros prerrenderizados, mucho más espectaculares, artísticos y agradables.
Las animaciones, ya en los primeros vídeos in-game, decepcionan. Como veremos en el siguiente párrafo, el apartado gráfico es sensacional, poniendo en ocasiones a prueba el potencial gráfico de Wii, pero las animaciones de los personajes y sus expresiones faciales no están a la altura del conjunto, siendo uno de los puntos negativos del apartado técnico del juego. Esto se nota principalmente, como decíamos, en los vídeos, donde las cámaras están muy cerca de los protagonistas y dejan claras estas deficiencias.
En general, nos encontramos ante uno de los mejores apartados gráficos nunca antes vistos en Wii, aunque siempre detrás de Super Mario Galaxy y Metroid Prime 3: Corruption. Nights: Jouney of Dreams es un juego vistoso, espectacular en sus escenarios y muy atractivo a nivel estético. Cascadas, colinas invertidas, templos, vegetación, volcanes, fortalezas antiguas, etc. se suceden de manera totalmente espontánea en unos escenarios iluminados desde un atardecer, las profundidades marinas, cuevas sugerentemente cargadas de claroscuros, etc. Viajar por Nightopia es una experiencia inolvidable para los ojos, como ya lo fue hace 11 años.
Los personajes, independientemente de sus mediocres animaciones y estereotipado comportamiento, también son un cúmulo de diseño, color y vitalidad, representada especialmente en la figura del inquieto Nights. Las texturas están perfectamente tratadas, mostrándosenos efectos lumínicos que inciden sobre el cabello o las ropas, detalles en relieve en las vestimentas como botones o cremalleras, un adecuado aspecto volumétrico del agua, etc. No sucede lo mismo con el poligonado, demasiado simple en algunos personajes y lugares concretos de las localizaciones. Journey of Dreams se muestra, por tanto, bastante bien a nivel general. Le fallan pequeños aspectos que, de no haber existido, hubieran hecho de él más de lo que prácticamente es, la tercera mejor experiencia visual de Wii.
En su apartado sonoro sí que hay mucho brillo. Respetándose completamente la melodía original del primer Nights, los nuevos temas de Journey of Dreams remezclan las notas que ya escuchamos hace 11 años, funcionando incluso mejor que antaño. Pero también hay composiciones nuevas, sobresalientes todas ellas y hasta pegadizas, que, junto a los escenarios, enmarcan de manera magistral al personaje y sus andanzas y planeos a través de los sueños y estos paraísos. No es perdonable en cambio la no inclusión de doblaje a nuestro idioma, pues las voces están en inglés y, puesto que es un juego con poco diálogo, no hubiera costado demasiado adaptarlas.
Pero, como decíamos al principio, uno de los puntos negativos de Nights es su presentación. Ya la interfaz y los menús se muestran bastante simples, con poca espectacularidad a su alrededor. Pero es que los vídeos, aunque muy útiles para guiar al jugador a través de la trama, son también muy sosos y anodinos. A veces, si salimos de una fase que no hemos completado del todo, se repiten sin necesidad, etc. La primera aparición de Nights no es tan espectacular como cabría esperar, tampoco la presentación de cada misión o los objetivos a cumplir. Un título tan histórico y esperado por miles de jugadores podría haberse mostrado más sólido en su estructura, interfaz y presentación en general, pues no aspira a parecer un juego demasiado brillante, sino sencillo, usual, fugaz o únicamente descriptivo.
Por otro lado, sí hay que valorar a Sega el manejo del arlequín. Tres modos de control distinto dan para mucho y pretenden que todo el mundo pueda adaptarse al juego sin problemas, algo muy necesario ya que conseguir un manejo preciso, en todas sus variantes, no es tarea fácil. Para empezar, está la postura de Wiimote + Nunchuk, estándar en los juegos de Wii. Como era de esperar, manejamos con el joystick a Nights y con A y B realizamos los dos tipos de vuelo. Después tenemos la posición de Wiimote únicamente, quizá la más intuitiva y recomendable, pues resulta la más precisa de todas a la hora de dirigir el vuelo del personaje. Mediante el puntero, guiaremos, dentro de unas limitaciones, a nuestro amigo, pero también tendremos que colocar el Wiimote en posición horizontal en determinadas ocasiones, como, por ejemplo, para manejar a los niños, que van a pie.
El modo de juego con el Mando Clásico de Wii responde a la jugabilidad más tradicional de todo videojuego. Usaremos el joystick derecho para mover la cámara, el izquierdo para mover al personaje, los botones y los gatillos. Alternar de un modo de juego a otro es lo ideal, y basta con sacar un accesorio y colocar otro. Puesto que hay distintos tipos de niveles, a pesar de que casi siempre es mejor jugar sólo con el Wiimote, hacer ciertos movimientos, como un giro vertical de 360º, se consigue mejor con un joystick, sea del Nunchuk o del Mando Clásico, que con el puntero. Esto sucede, de la misma forma o a la inversa, en muchas otras ocasiones, como en las fases de plataformas o raíles, en las de vuelo a través de muchos anillos seguidos, etc.
Y es que, aunque Nights: Journey of Dreams no sea un juego extremadamente variado, sí que encontramos distintas misiones que propondrán algunos diferentes retos a los jugadores a través de las fases o mundos, aunque tampoco aporten demasiada originalidad. Realizando un análisis tradicional, podríamos considerar cada misión como un nivel, y cada escenario como un mundo distinto, que debemos acabar en su totalidad, lo que dota de excesiva linealidad al juego. Hay 5 misiones en cada mundo y deberemos conseguirlas de una vez, sin checkpoints ni guardados de partida. Esto, sumado a que el planteamiento es en sí ya difícil, hacen que la dificultad del juego sea moderadamente alta, obligando al jugador a entrenarse a fondo en el manejo de los personajes, sobre todo de Nights y sus, a veces descontrolados, vuelos.
Las fases de vuelo son las más numerosas (sobre un 75%) pero también hay otras de plataformas puras a pie, de buceo explorativo, en raíles, de combates, etc. lo que lo hacen algo más variado. Emperezando por las fases de vuelo, vuelven a Nights los anillos, que deberemos cruzar para rellenar nuestro PowerDash, una especie de turbo en el vuelo. Mientras cruzamos los anillos y recogemos distintos ítems, deberemos perseguir a un personaje en concreto, llegar hasta un lugar determinado o hacer un Link numérico establecido. Los Links son los combos de cruzar anillos y recoger ítems de forma continuada. A pesar de encontrarnos en un escenario tridimensional, sólo podremos volar en dirección izquierda o derecha y a la altura que queramos, recorriendo así una especie de circuitos prefijados que nos irán proponiendo los retos. Sin duda, toda una referencia al primer Nights que sigue intacta pero que quizá se debería haber renovado en algún sentido.
Los jefes finales y el resto de tipos de misiones, por su parte, son también muy divertidas y espectaculares, sobre todo estos jefes finales, que ya nos sonarán si hemos jugado al primer Nights y que propondrán siempre variados retos, no demasiado difíciles esta vez. Los niveles de plataformas son algo más sosos que el resto, pero también funcionan bien al menos dando variedad a tanto vuelo y cruce de anillos. La historia, guiada mediante vídeos, nos va planteando las misiones y cómo debemos actuar, por ejemplo, si secuestran a Nights, tendremos que ir a buscarlo controlando a Will o Helen, si hay un huracán tendremos que salvar a los habitantes de Nightopia, recorrer un río en balsa, etc. siempre sacando partido a las transformaciones de Nights en delfín o vehículo por ejemplo.
Con respecto a su modo para dos jugadores (finalmente no hay nada para 4), éste alarga en gran medida el, no demasiado largo, modo para uno pero no consigue sorprender nada y puede resultar algo engorroso. Para empezar, volvemos a poder enfrentar a Nights y Reala en carreras a través de anillos o en batallas de bolas candentes. Si jugamos contra un amigo en una misma consola, la pantalla partida en horizontal se convertirá en un elemento más que indeseable, pues resta demasiada visibilidad a los jugadores haciendo el juego casi imposible. No ocurre lo mismo, claro está, si jugamos online, los modos de juego son los mismos pero ahora la comodidad visual es muy superior, por lo que resulta más recomendable este segundo modo de juego multijugador.
De forma online, también, podremos dar a conocer nuestro My Dream y visitar los de otros jugadores. El My Dream es un jardín inmenso en el que iremos acumulando todo tipo de Nightmares, enemigos y especies del juego, y por el que podremos movernos y editar levemente para pasea por él y hablar, eso sí mediante símbolos, con quien nos crucemos. Es sólo una curiosidad pero también puede ampliar en cierta medida la duración del juego principal, pues tendremos que recorrer minuciosamente cada nivel si queremos tener un My Dream a la altura.
Por último, está también la implementación del Canal Tiempo de Wii sobre el juego. Finalmente, Sonic Team ha adaptado este canal al My Dream, mostrándosenos, siempre que tengamos el WiiConnect 24 activado, la meteorología de nuestro país. Así, si jugamos en época de lluvia, en el juego estará lloviendo mientras que en verano disfrutaremos de más luminosidad en este jardín lleno de criaturas extrañas, las cuales modificarán levemente su comportamiento dependiendo del clima. Éste era uno de los puntos de los que más se había hablado de Nights: Journey of Dream y, finalmente, está muy bien aunque realmente no aporte nada de peso a su jugabilidad y sólo sea una curiosidad en la apariencia climatológica del escenario.
En definitiva, y basándonos en nuestras impresiones, podemos decir que este Nights: Journey of Dreams es un buen sucesor del que fue para muchos el juego más importante de Sega Saturn. Es un título divertido y entrañable, pero sobre todo bonito, brillante en sus escenarios y asequible para todos. Por desgracia, hay algunos aspectos que no nos esperábamos y que hacen al juego parecer inacabado o terminado a la ligera. Se pueden apreciar sobre todo en su presentación, la simpleza de los vídeos o la estructura jugable que propone.
Pero es un buen juego, no tan sobresaliente como nos hubiera gustado y como esperarían los amantes del arlequín. Nights vuelve con la tarea bien hecha, con una jugabilidad y esencia absolutamente fieles a las que vimos hace 11 años y con un acabado gráfico muy a la altura de Wii. Nightopia abrirá pronto sus puertas para todos los soñadores europeos que estén dispuestos a dejarse llevar por la magia de estos seres y mundos. Por suerte, no hemos tenido demasiadas pesadillas.
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