AGEOD's American Civil War
- PlataformaPC8
- GéneroEstrategia
- DesarrolladorAgeod
- Lanzamiento25/10/2007
- TextoEspañol
- VocesInglés
- EditorFriendware
Azules contra Grises
La historia de la nación estadounidense no es un hecho desconocido para los habitantes del resto del mundo. Estamos tan acostumbrados a ver y oír sobre los hechos trascendentes de la misma, que acontecimientos tales como la guerra civil americana o nombres de presidentes como Lincoln forman parte de la cultura global. Hoy os presentamos la mejor manera de tomar parte en uno de estos eventos.
Tendremos que retroceder hasta abril de 1861, si no queremos echar mano de la enciclopedia de turno, para ubicarnos en el nuevo título de AGEOD. Por aquella época, lejos quedaba en la imaginación de los habitantes del mundo la posibilidad de que las guerras fueran parte del entretenimiento, ya tenían bastante con aguantarlas en su propia carne. El 12 de dicho mes caería la gota que desbordaría el vaso, para dar paso a la guerra civil americana. Tras la elección de Abraham Lincoln como presidente de los Estados Unidos de América, una serie de estados, encabezados por Carolina del Sur, comenzarían el proceso de separación. Enfrentados, los estados del norte, la Unión, y los estados sudistas, la Confederación. Los primeros serían conocidos como los azules, por el color de sus uniformes, al igual que los segundos recibirían el sobrenombre de los grises. Dos bandos enemistados durante cuatro largos años, repletos de cruentas pero famosas batallas. Y, como no podía ser de otra manera, seremos nosotros los que decidamos, otra vez, el curso de la historia.
AGEOD's American Civil War es el nuevo título de Philippe Thibaut, autor intelectual de otros juegos de estrategia histórica como Europa Universalis o Birth of America. Como seña de identidad destacan una gran fidelidad histórica, sistema de juego por turnos y un reglamento muy realista. Por supuesto, la guerra civil americana no es una ambientación novedosa en el ocio electrónico, y otros títulos han introducido el conflicto, ya sea a nivel general o en de forma más concreta, como la renombrada y más que representada batalla de Gettysburg. Famosas mentes militares, como Ulysses S. Grant o Robert E. Lee, fueron los líderes estratégicos de estas campañas, y AGEOD nos da la oportunidad de emularlos. Nos encontramos ante un título que recrea, como ningún otro lo haya conseguido hasta la fecha, el conflicto a escala nacional que asoló la nación durante cuatro años. La calidad documental de la propuesta de AGEOD es tan alta, que será difícil probar el juego sin terminar aprendiendo algo sobre los acontecimientos. Echando un vistazo al mapa del juego, se entiende rápidamente esta afirmación.
Se trata de una representación del territorio que participó activamente en la contienda, todo ello en 2D y con todo lujo de detalles. No sin razón, los desarrolladores indican que se trata de la cartografía más detallada jamás usada en un juego sobre este conflicto. Tras esperar a que nuestros ojos se acostumbren a la algarabía de colores y tonalidades, llegaremos a distinguir un conjunto de provincias. Cada una de ellas completamente independiente del resto, de manera que en cada una encontraremos un tipo de escenario distinto y condiciones climáticas diferentes. Además, en cada una podemos encontrar diferentes elementos, como ciudades, fuertes, vías de ferrocarril o poblados indios. Será necesaria una visión de conjunto para darnos cuenta de que estamos viendo un solo estado dividido en docenas de pequeñas provincias, y en ese momento, la dimensión del mapa general asusta. Los estados, como decíamos, serán la siguiente división territorial en el mapa, y las agrupaciones de estos darán paso a las regiones. Como bando, no será necesario controlar todas las provincias del mapa para terminar con éxito la campaña, si no que la obtención de ciertas zonas estratégicas y de importante influencia será suficiente para desmoralizar al enemigo y dar fin a esta absurda guerra.
Este control político se extiende a la división por estados y regiones, donde podremos controlar, en cierta medida, el grado de industrialización, o incluso declarar el estado de excepción. Esta última medida es muy útil para sofocar aquellas zonas más propensas a la insurgencia, pero el crecimiento en dicha zona y su apoyo incondicional será mucho más bajo que en las regiones donde la libertad de expresión sea posible. Por otro lado, las condiciones climáticas son propias de cada provincia, y van cambiando con el transcurso de los días. Esto influye directamente sobre el movimiento de nuestros ejércitos a lo largo y ancho del mapa. Dicho traslado puede realizarse a pie, en tren o en barco, siempre y cuando sea posible. Tenemos la posibilidad de marcar puntos de ruta para evitar penalizaciones por atravesar zonas desérticas, provincias nevadas en el crudo invierno o usar la mejor combinación de ríos navegables y ferrocarriles. El juego selecciona automáticamente lo que el considera la ruta más corta según el tipo de transporte que queramos usar, pero eso no significa siempre que se trate de la más efectiva. Además, no podemos usar los medios de transporte siempre que queramos, porque si abusamos de ellos no quedarán vehículos libres para llevar comida y munición al frente del batalla.
En algunos casos, ciertos personajes tienen habilidades especiales, como una mejorada capacidad de asedio o gran habilidad a la hora de camuflar sus tropas.Con la experiencia, tanto oficiales como las unidades regulares irán mejorando sus características. Pero ni con éstas tendremos todo de nuestra parte si no conseguimos organizar una cadena de mando eficiente. Como cada comandante tiene un máximo de puntos de mando, no puede hacerse cargo de todos los ejércitos que quisiera. A decir verdad, puede hacerlo, pero no es aconsejable debido a las severas dificultades para comandar grandes tropas. Para subsanar este hecho, se crea una jerarquía de mando. Las unidades pueden quedarse como fuerzas independientes, pero su efectividad será mayor si las organizamos en Divisiones, que son conjuntos de unidades al mando de un oficial. Se nombran con un cardinal, de manera que tendremos la '3nd Division' o la '14th Division', por ejemplo, y la mayor ventaja de esta agrupación es la optimización de los puntos de mando necesarios para controlar esas tropas. Generalmente, utilizaremos comandantes con poco rango en estos grupos. El siguiente paso en la cadena son los Cuerpos, que se suelen asociar a determinados Ejércitos, ya que, a diferencia de las Divisiones, sufren penalizaciones si no pertenecen a ningún grupo mayor. La gran ventaja de los Cuerpos está en que la influencia de los generales en los mismos, que es mucho mayor, pueden marchar de forma sincronizada y socorrer automáticamente a tropas cercanas en peligro.
Los Ejércitos representan al comandante y a su personal, y quizás unas pocas tropas de reserva y subcomandantes. El general del Ejército puede influenciar a todas los Cuerpos asociados que se encuentren dentro de un determinado rango, ofreciendo mayores beneficios a sus tropas, pero rara vez entran en combate. Sólo los mejores generales, con un rango muy alto, pueden formar un Ejército. No solamente el escalón militar es influyente a la hora de formar cuerpos de la cadena de mando, ya que cualquier comandante puede ser ascendido. La antigüedad de un oficial es una representación de su experiencia en el campo de batalla y su tiempo en el ejército, y promover a un comandante con una antigüedad menor frente a uno más veterano suele tener un coste en la moral de la nación. Esto se debe a que ciertos oficiales, a pesar de ser unos incompetentes, gozan de gran fama entre el pueblo llano, y no podemos arriesgarnos a sustituirlos por otros más capaces en un momento tan crítico como éste. La incompetencia de un general suele apreciarse en su capacidad de activación, porque no todos estarán dispuestos a tomar parte en el combate desde el principio, y necesitamos que sean atacados directamente o superen una tirada de liderazgo para poner en movimiento a sus batallones. Una sola característica es compartida por todos los militares, ya que ninguno puede hacerse cargo de tropas por valor de más de 16 puntos de mando... todo el mundo tiene un límite.
Los refuerzos no aparecerán donde queramos, si no donde se pueda, aunque esos puntos serán, generalmente, las ciudades más importantes de cada estado. Lógicamente, no podemos tener todas las unidades que queramos, y cada estado será capaz de soportar un número limitado de tropas. En algunas zonas pueden aparecer tropas irregulares, como los partisanos, que se generan en las regiones más salvajes de país y ayudarán a nuestra causa con su rapidez y capacidad de ocultación. Los confederados pueden disponer de ayuda extranjera siempre y cuando la Unión no sepa jugar adecuadamente sus cartas en lo que a asuntos exteriores se refiere, ya que Gran Bretaña o Francia están deseando castigar a los recientes independentistas. Si a todo esto le añadimos la gestión económica de la nación, así como la capacidad de firmar ciertos tratados importantes para la misma, el juego se convierte, sin duda, en el más completo simulador de la guerra civil americana jamás creado. Ciertamente, con AGEOD's American Civil War, seremos capaces de revivir hasta los más pequeños detalles de este conflicto bélico. A grandes rasgos, esta es la oferta del creador de Europa Universalis. Todo ello a lo largo de 5 campañas completas, incluyendo una sobre toda la guerra civil, y 8 escenarios.
La jugabilidad es tal y como debería ser. Las opciones son claras, y se muestran de manera inconfundible en pantalla. La posibilidad de movimientos es infinita, y el título hace gala de una compleja inteligencia artificial que pondría a prueba hasta a los generales que lucharon realmente en esas batallas. Un procesador poco potente puede sufrir a la hora de realizar los cálculos del oponente, y sobre todo al calcular las rutas de avituallamiento, que es un aspecto importante de la gestión militar. El manejo es sencillo, al mismo estilo de los juegos de Paradox, con los cuales se puede comparar libremente American Civil War. Disponemos de pantallas de resumen de casi todos los aspectos importantes del juego, verdaderamente útiles. Pero son dos aspectos los que hacen del juego un título a tener en cuenta. Uno de ellos es la posibilidad de jugar en red a través del correo electrónico, que es posible mediante el envío de los ficheros que contienen las órdenes de cada turno. La pega es que los turnos sólo son realmente visibles en el equipo informático del anfitrión de la partida, pero la idea es grandiosa para todos aquellos estrategas con poco tiempo libre, además de que permite jugar campañas a un ritmo casi real.
Por supuesto, muchos echaran de menos la posibilidad de tomar el control de las tropas durante las batallas, aunque fuera de una manera sencilla, o incluso como en títulos parecidos a los de la saga Total War. Sin embargo, es muy probable que a otros les parezca que la estrategia real, desde el punto de vista del general que controla a todos los ejércitos, no debería dejarnos influir directamente en los movimientos de las tropas en el campo de batalla, ya que hemos podido dar nuestras órdenes previamente. Algún día llegará la manera de contentar a ambos sectores al mismo tiempo, pero de momento, este título no es demasiado adecuado para los que piensan de la primera forma, que no significa que no puedan probarlo y, quien sabe, unirse a esa segunda vertiente de pensamiento... ya sabéis, todo es posible en la guerra. ¿O era todo vale? Sea como fuere, salvo esta falta de control directo durante los enfrentamientos, que sí que habría venido bien un esquema sencillo de como ubicar las unidades o algo similar, el juego ofrece un entorno visual de lo más rico y variado del género.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.