Ratchet & Clank: Armados hasta los dientes
- PlataformaPS39
- GéneroAcción, Aventura
- DesarrolladorInsomniac Games
- Lanzamiento07/11/2007
- TextoEspañol
- VocesEspañol
El mejor juego de PS3
Después de cinco entregas, Ratchet & Clank ya es toda una saga seguida y admirada por cientos de miles de aficionados en todo el mundo. Su última entrega en PS3 supone una evolución importante, en la que se respetan los valores que han definido los anteriores títulos.
A la hora de asistir a un cambio generacional de plataforma, y después de llevar varios de ellos en la espalda, se aprende que hay diferentes ramificaciones sobre lo que se puede esperar de una nueva máquina, especialmente si es heredera directa de una anterior. Una de esas ramificaciones, la más predecible, es la de ver cómo títulos representativos de la máquina anterior se llevan a la nueva plataforma. En ese proceso hay varios factores a tener en cuenta y muchos son los nombres que se caen estrepitosamente en ese intento -hay varios ejemplos representativos como lo que pasó con Tomb Raider y Angel de la Oscuridad, en la que el intento de transformar completamente la saga de Lara Croft propició un desastre monumental que casi acaba con la saga-.
Por eso no se puede reprochar a Insomniac que, al plantear un nuevo Ratchet & Clank, decidan que los experimentos mejor con gaseosa -o para títulos nuevos-. Armados hasta los Dientes es un claro ejemplo de cómo tomar los elementos más característicos de toda una saga y saber utilizar una más avanzada tecnología para potenciarlos. No hay revolución ni cambios fundamentales, 'sólo' una evolución en la se queda patente que la fórmula original es tan buena ayer como hoy, sólo que hoy, y gracias a esa misma tecnología, es mucho mejor, más atractiva, inmersiva y sugerente.
Aquellos que ya conozcan los anteriores títulos se sentirán muy familiarizados con la forma de jugar, los objetivos, las armas y la manera en la que está estructurado todo. Pero al margen de esa sensación es un juego superior en todos los aspectos gracias a la descomunal competencia técnica de sus responsables. Para un juego que siempre ha destacado por su tecnología, el salto generacional ha supuesto una mejora más que evidente, que lo convierte en uno de los juegos más llamativos de Playstation 3.
Se puede decir que es una historia algo más madura que en anteriores juegos e implica una mayor carga personal y emocional para Ratchet y Clank. Ratchet se embarca en un viaje en el que intentará desentrañar los misterios de la desaparición de su especie, los Lombax, mientras que Clank deberá descubrir los secretos de unos seres místicos que sólo él puede ver y que le confieren algunos poderes especiales. Todo bajo la orden de busca y captura del emperador Percival, que está obsesionado con acabar con cualquier vestigio de Lombax en el universo y ocupa con acierto el papel de archienemigo en este título.
De hecho, a pesar de esa 'seriedad' que se puede atisbar en algunos momentos, Ratchet & Clank sigue siendo un juego en el que imperan las situaciones divertidas y los momentos cómicos. Pero éstos no se reducen a los momentos de diálogo sino que se incorporan al propio juego como se puede ver con una de las nuevas armas, la granada Molatrón, que pondrá a bailar a cualquier enemigo en el área de efecto, incluyendo los más grandes. De hecho, uno de los pequeños placeres de este título es probar la granada contra los diferentes enemigos que van apareciendo, ya que cada uno tiene su propio estilo de baile.
Gráficos de nueva generación
Si hay algo que resulta inapelable en Ratchet & Clank es que se trata de uno de los juegos técnicamente más brillantes de lo que va de generación, no sólo para PS3 sino en cualquier plataforma. La unión de talentos técnicos y artísticos dentro de Insomniac ha recreado un mundo y unos personajes que en algunos momentos consiguen ofrecer la ilusión de estar ante una película de animación de Pixar o Dreamworks.
La primera pantalla ya es representativa del festín visual que aguarda. La ciudad de Vespin aparece majestuosa ante la pareja de héroes, un paisaje ocupado por enormes edificios de exquisita arquitectura futurista. Los que recuerden una visión similar en anteriores juegos podrán comprobar aquí hasta qué punto llegan las diferencias, ya que el cambio es simplemente espectacular. Pero lo más impresionante no es la geometría fija y el paisaje en general, que lo es. Lo más impresionante es ver la enorme cantidad de elementos móviles del escenario, los centenares de vehículos recorriendo los cielos a toda velocidad mientras la ciudad es bombardeada y los edificios caen.
Es una excelente introducción, pero al igual que Resistance ganaba muchos enteros en sus gráficos a medida que se iba avanzado, Armados hasta los dientes hace lo mismo, con la diferencia de que su punto de partida ya es particularmente alto. A partir de la fase inicial comienza una sucesión de planetas y localizaciones a cual más espectacular. Paisajes industriales, zonas salvajes, cometas congelados, estaciones espaciales perdidas cada nuevo planeta es completamente distinto en todos los sentidos, pero todos comparten un gran tamaño y una riqueza de colores, detalles y formas sobrecogedora, alcanzando su cenit en las tres localizaciones finales de las que es mejor no comentar nada y dejar a los jugadores juzgar por ellos mismos.
La variedad es la nota dominante en los escenarios, las diferencias en el uso de colores, la naturaleza completamente distinta de los planetas unos con otros y la sensación que emiten de ser lugares vivos, en los que están pasando cosas al margen de tus propias aventuras. Además cada planeta supone una excelente oportunidad para explorar ya que son espacios grandes en los que hay una notable cantidad de espacios ocultos.
La parte creativa y artística no es lo único que brilla a gran nivel. Técnicamente es un juego que raya la perfección. 720p/1080i con una tasa de frames de 60 FPS muy sólida - ocasionalmente se produce un descenso en escenas cargadas, pero ni siquiera llega a 'tirar', simplemente se aprecia una leve brusquedad. No hay Screen Tearing -incongruencias en la imagen por cosas como cambios bruscos de cámara- ni tampco se producen defectos como partes del escenario que aparecen bruscamente de la nada. Pero lo mejor de todo son los tiempos de carga, porque a pesar de estar en escenarios abiertos llenos de objetos y movimientos, no hay ninguna carga que corte la acción del juego. Insomniac 'disfraza' la carga inicial del nivel con una corta escena cinemática -la nave viajando por la galaxia- y una vez que la pareja llega al planeta, ya no hay más cargas que corten o ralenticen la acción. Una auténtica delicia técnica que da al mundo de Armados Hasta los Dientes una gran solidez y suavidad tanto en su animación como en el desarrollo.
Una de piratas
La calidad de la música de este título es equivalente a la de cualquier otro de la saga, lo que significa es una banda sonora compuesta de melodías más que de temas concretos y que su objetivo es el acompañamiento más que ocupar el papel protagonista. Sólo en determinados momentos la música cobra fuerza y personalidad, que en los momentos en los que se lidia con los piratas espaciales, para los que los compositores del juego se han inspirad en el trabajo con Piratas del Caribe de John Debney, realizando un acertado homenaje a la potente y carismática banda sonora de esa trilogía. El trabajo con el doblaje al castellano es acertado y sólido, no de primer nivel, pero se puede justificar que no es un juego que se preste mucho al lucimiento de los actores -con todo, es obvio que las voces originales en inglés tienen una mejor dirección-.
Diversión sin fin
El estudio ha sido muy generoso en lo que se refiere a contenido y, fiel a la costumbre, ha incorporado una gran variedad de mecánicas de juego y situaciones distintas para el jugador. Hay Shoot'em Up, exploración, varios mini-juegos, plataformas, vuelo cuando no se descubre una nueva mecánica de juego aparece otra arma o un utensilio que contribuye a mantener la sensación de novedad constante.
Manteniendo a los sellos de identidad de la serie, las armas son imaginativas y numerosas. Aparte del mencionado Molatrón, hay granadas que hacen que los enemigos luchen entre sí, panales estacionarios de Nanomonstruos que se lanzan contra cualquier enemigo a su alrededor, otra arma que es un divertido calco de la clásica pistola de agujas de Halo, un lanzallamas, un arma capaz de crear monstruos de plasma que se abalanzan contra el enemigo Por si el número no fuera suficiente, cada una de las armas puede mejorarse mediante el uso y también con guitones, que se pueden gastar para mejorar detalles específicos como el daño o la distancia; cada arma tiene su propio árbol de mejoras. Una vez que las armas llegan al nivel cinco, se transforman y adquieren nuevas habilidades extra, lo que despertar la curiosidad por probarlas todas.
Armados hasta los dientes es un juego bastante largo en su género y lleno de contenido, que dejará satisfecho incluso a los que no quieran explorar los planetas y vayan directos a cumplir los objetivos. El grado de dificultad es, en general, bajo, aunque gradualmente va subiendo hasta llegar a un punto en donde las cosas empiezan a ponerse un poco más complicadas, pero no demasiado.
Una vez que se completa el juego una vez aparece un nuevo modo 'Desafío', en el que el nivel de dificultad sube bastantes enteros y el juego resulta más apto para aquellos que busquen un mayor reto. Es una lástima que este modo sólo se libere una vez completado el juego, ya que estaría bien poder ajustar el nivel de dificultad desde el principio. Pero merece la pena volver a completar el juego y afrontar desafíos tan divertidos como los que ofrece la Arena en este moda; además, es un modo en el que se comienzan con todas las armas y éstas adquieren cinco niveles más de experiencia en los que aumenta su potencia hasta el nivel 10.
Los propios enemigos contribuyen al combate, ya que son divertidos, tienen personalidad propia y una excelente animación, aunque no una brillante táctica ni sorprendente I.A, lo que demuestra claramente que éste no es un shooter y que la naturaleza del combate no está en el combate en sí, está en explorar las diferentes posibilidades que ofrecen las armas y encontrar diversión en las decenas de modos distintos de acabar con el enemigo. Incluso los enemigos más grandes, algunos de ellos gigantescos, no presentan una gran oposición en el modo normal.
Existe un componente de plataformas también y hay varias partes que requieren de la habilidad del jugador con el salto, como cuando Ratchet se lanza por unos monorraíles usando unas botas especiales -una fases que recuerdan a las vistas en Sonic Adventure 2, aunque a una velocidad mucho menor- o en aquellas partes en las que Clank es el protagonista. Pero también hay que señalar que esas partes carecen de dificultad y no son muy intrincadas. Aportan variedad, pero no constituyen el punto fuerte de la mecánica de juego.
Un control impecable
Uno de los aspectos que merece la pena destacar es lo bien ajustado que está el control y lo cómodo que resulta manejar a Ratchet y la cámara. Hay dos perspectivas de juego: una lejana, que es la normal, en la que el protagonista corre, salta y dispara normalmente, con la cámara enfocando según dónde mire el personaje o bien de acuerdo al giro del stick derecho -para apuntar en este modo se utiliza un sistema de apunte que marca el lugar donde el arma está apuntando en ese momento-; el segundo modo de visualización es muy parecido al que ha popularizado Resident Evil 4, con una cámara que se coloca justo a la espalda de Ratchet y que ofrece libertad y precisión a la hora de apuntar. Ambos modos funcionan a la perfección y ofrecen una combinación perfecta para manejarse por el juego.
Pero además están los mini-juegos, que son sencillas y variadas pruebas que surgen espontáneamente y que suelen ejecutarse con el sistema de movimiento del SIXAXIS. El trabajo realizado es impecable, con pruebas no frustrantes que sacan partido de esta capacidad del mando de PS3, añadiendo una nota de color. También se ha medido de forma correcta la frecuencia de estas pruebas, que además de ser muy rápidas, no son tan frecuentes como para cortar de algún modo el ritmo de juego.
El multijugador ausente
En las últimas entregas de la serie se ha apostado por incorporar un aspecto multijugador que ha ganado terreno, pero en esta entrega se ha omitido por completo. La justificación oficial es que, con el tiempo disponible para realizar este título, Insomniac ha preferido centrarse en la mejor campaña posible y no ha tenido una posibilidad real de trabajar en ese modo. Obviamente, hubiera resultado un juego más completo con ese modo, pero no se puede contar esa ausencia como algo negativo en sí, máxime cuando el juego es de tan alta calidad; pero queda la pregunta de hasta donde se hubiera llegado si, además de presentar el juego tal y como está, se hubiera incorporado un modo multijugador online competente.
Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.