Galactic Assault: Prisoner of Power

Aunque los videojuegos suelen asociarse con la acción frenética, el movimiento casi incontrolado de un joystick o la pulsación visceral de teclas y más teclas, la realidad es que existen una serie de títulos que precisamente apuestan por todo lo contrario. En el caso de la estrategia por turnos, en la que uno o más jugadores disponen de mucho tiempo para planear su próximo movimiento, nadie se beneficia de la rapidez de reflejos o de la destreza a los mandos sino de lo sabiamente que sepamos interpretar las piezas del tablero y al adversario.

A principios de octubre de este mismo año, veíamos como una evolución del clásico 'Panzer General' llegaba a nuestras pantallas con resultados notables, y eso que utilizaba componentes más que manidos como puede ser la temática de la Segunda Guerra Mundial. El planteamiento de Galactic Assault, que ha visto recientemente la luz en el mercado estadounidense, es exactamente el mismo pero cogiendo como base argumental la novela de ciencia ficción 'Inhabited Island', de los hermanos de origen ruso Strugatsky.

Por lo visto, Prisoner of Power trata de ampliar los horizontes a partir de esa novela aunque sobreentiende en demasía que el jugador ha leído y conoce ampliamente la obra, semidesconocida para el gran público. Eso provoca que si alguien quiere disfrutar a tope del título, y mientras estamos a la espera de su lanzamiento en nuestro territorio, sería bueno apostar por una primera lectura de la novela antes de abarcar los acontecimientos que describe el juego según comentan los propios usuarios que ya le han tenido acceso.

Aunque el juego es puramente por turnos, los desarrolladores en wargaming.net han intentado darle un aspecto y acabados del estilo de los juegos de estrategia en tiempo real y, como suele suceder en todos ellos, las unidades plantan sus puntos fuertes y sus puntos débiles en base a un sistema del estilo piedra - papel - tijera de modo que es imprescindible conocer tanto por donde conviene atacar con un grupo y por donde conviene proteger a otro.

Existen cuatro facciones distintas para ser controladas y cuya traducción al castellano todavía no obra en nuestro poder. Dichas facciones son: Khonties, Land of the Fathers , Island Empire y Barbarians; cada una de ellas tiene sus propias particularidades, como viene siendo habitual en esta clase de juegos, y sus propias razones para entrar en el conflicto. Es muy normal que los jugadores más duros se especialicen en una de ellas, pero son muchos los que gustan de conocer los entresijos de todas al mismo tiempo.

Algo en lo que los desarrolladores están tratando de hacer mucho hincapié es los efectos que existen sobre las unidades más allá de los valores clásicos de ataque y defensa. Uno de los factores que tendrá mayor incidencia es sin duda el terreno o las influencias meteorológicas, aspecto en el que se ha prestado mucha atención. Por ejemplo, el éxito de una campaña puede depender de si se ha iniciado un ataque durante el día o durante la noche.

Pero no solamente eso: al igual que sucediera a Leónidas de Esparta en su batalla de las Termópilas, conocer las vicisitudes del terreno puede detener el ataque de una fuerza mucho mayor. De este modo, proteger unidades rodeándolas de colinas o montañas, ríos que impidan a nuestras tropas ser flanqueadas o asegurar un puente con buenas posiciones defensivas puede suponer que el enemigo se lo piense dos veces antes de atacar una posición ante la perspectiva de pérdidas masivas en su bando.

Al mismo tiempo, habrá multitud de modificadores que afectarán al mismo combate, que siempre es la quintaesencia de estos juegos. Por ejemplo, aspectos como la posibilidad de activar o desactivar la niebla de guerra, construir fortificaciones conforme avanza la partida, crear campos de minas para dificultar el avance del enemigo, habilitar el camuflaje de nuestras tropas para que no sean detectadas, índices de resistencia y de respuesta al fuego enemigo…

En cualquier caso, el objetivo final de cada partida será el de obtener la victoria, ya sea contra enemigos controlados por la propia CPU o por oponentes humanos. Las condiciones de victoria pueden ser de varios tipos pero generalmente se dividen en ofensivas (capturar un punto de control, eliminar a un enemigo, proteger un convoy…) o defensivas (asegurar una base durante un tiempo determinado, proporcionar suficientes recursos hasta esperar refuerzos, etc.).

Dado que estamos en un juego de estrategia, el componente básico para obtener la más clara de las victorias es la superioridad de la información que dispongamos respecto al enemigo. Por ello es vital organizar nuestra ofensiva a partir de saber el mayor número de datos posibles, atacar al enemigo con exactamente aquello que sea necesario - y no más pero tampoco menos - para maximizar la eficiencia de nuestras tropas y mantener nuestra retaguardia siempre bajo control.

Al margen de todos estos detalles, deberemos tener en cuenta otros que generalmente la mayoría de juegos de estrategia pasan por alto, como por ejemplo la moral de las tropas. La moral es un factor determinante en Galactic Assault, ya que puede permitir a las unidades atacar más o mejor cuando está alta pero en cambio penaliza severamente a aquellos escuadrones que sufren de ataques continuamente, de forma que tienen que ser retirados del frente para que se recuperen.