Una buena mezcla

Escape from Paradise city es un buen ejemplo de lo que un estudio sin grandes recursos aunque con las ideas claras puede hacer a la hora de crear un título capaz de traer cosas nuevas a la mesa, o por lo menos de disfrazar conocidas recetas de modo que parezcan algo distinto, cosa no menos meritoria si se realiza con acierto. Este es el caso de este título, en el que se mezclan diferentes componentes de varios géneros y mecánicas de juego concretas para conseguir un combinado bastante interesante.

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La historia es bastante tópica: tres delincuentes han sido contratados por una organización gubernamental que pretende limpiar la corrupta ciudad de Paradise, dominada por completo por los sindicatos organizados del crimen y diferentes fuerzas criminales. El plan para acometer la tarea es derribar el crimen desde dentro usando sus propias armas, para lo que se requieren del servicio de los tres personajes principales, que deberán ejercer su influencia y usar sus habilidades para tomar el poder de las calles y usarlo contra las mafias para tomar el control y allanar el camino a las fuerzas de seguridad.

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Una vez en el juego es sorprendente encontrar un híbrido que toma elementos de rol y estrategia en tiempo real, e incluso toma prestadas algunas de las dinámicas más obvias de juegos como World of Warcraft en la manera en la que se organizan y trabajan entre sí las diferentes 'clases' que se pueden encontrar entre los criminales a tu servicio. Es fácil ver la naturaleza de las diferentes mecánicas de juego y como se han mezclado tomando el mínimo común denominador, de forma que el juego quede bien claro e intuitivo.

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El modo campaña está estructurado en quince misiones. Los tres personajes que se pueden controlar tienen rasgos y habilidades distintas los unos a los otros, aunque un poco profundo árbol de habilidades dividido en tres ramas permite desarrollar las habilidades necesarias en cada uno, por lo que el jugador puede decidir si reforzar sus puntos fuertes o disimular sus limitaciones. Hay un sistema de obtención de puntos de experiencia clásico y un no menos clásico sistema de atributos como Fuerza, Destreza... que se puede mejorar según se avance en el juego.

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Gráficos y Audio

Es bastante obvio que este título no ha contado con el mayor de los presupuestos, así que los que esperen verse sumergidos en la atmósfera de una oscura ciudad en la que reina el crimen, no la encontrarán en Paradise. Sabiamente, el estudio ha jugado con sus limitaciones y se ha concentrado en hacer un producto resultón, en el que no brilla ningún elemento visual pero que tampoco falla -como hacen otros títulos más aparentes-.

Quizás el defecto más obvio es la repetición sin misericordia de los modelos, que además tienen una animación mediocre y una personalidad nula. Personajes iguales, vestidos de la misma forma y repetidos hasta la saciedad en los diferentes niveles. Además, la pobre sensación de vida de Paradise, que parece demasiado grande para los pocos habitantes y vehículos que hay, no ayuda a crear el ambiente que sería deseable.

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Pero al menos el juego funciona bien y de forma estable con un equipo modesto. El sistema de cámaras funciona también de forma muy efectiva, con dos perspectivas diferentes que permiten ver y controlar la acción desde dos puntos de vista cómodos y con un buen control de la posición de la cámara. La interfaz también contribuye a realzar la efectividad visual del juego, ya que se muestra clara y simple, facilitando tomar el control del juego Es cierto que no es un juego que impresione, pero es sólido en líneas generales.

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El trabajo con el audio tiene luces y sombras. Hay una buena variedad de sonidos, que además se alternan según los momentos o las zonas de la ciudad que visites con el personaje; no hay nada memorable, pero contribuye a dar vida a Paradise. Sin embargo, los repetitivos sonidos de los habitantes de la ciudad resultan bastante molestos ya que son constantes y las mismas líneas son repetidas una y otra vez, lo que genera el efecto contrario al de la música: desconexión del jugador con la ciudad y sus habitantes.

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Jugabilidad

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La mecánica básica en Escape from Paradise city es la de conseguir 'ganar' barrios para acumular poder y dinero que sirven a la hora de comprar un mejor equipamiento y contratar a otros criminales que pueden defender tus zonas o ser lanzados para  conquistar barrios del enemigo que estén bien defendidos y no se puedan tomar individualmente. Esa es la parte de RTS, en la que hay que conseguir los recursos necesarios para poder afrontar las misiones.

Para ganar esos recursos hay que llegar a la base donde está asentado el jefe del barrio para 'convencerle' de que a partir de ese momento tiene un nuevo patrón. Una vez 'convencido', irá a todos los locales de la zona para anunciar que a partir de ese momento tú eres quien lleva las riendas ahí. Cada local proporciona un tipo de ventajas: los hoteles dan dinero, los bares sirven bebidas y drogas de diseño que aumentan tus atributos temporalmente, las tiendas de armas aprovisionan de equipamiento por un módico precio....

Durante esta fase es importante proteger al jefe, ya que si el enemigo acaba con él durante el camino, volverás al punto de comienzo y deberás reconquistar la zona. Para facilitar la tarea de defender el barrio e incorporar miembros a tu pequeño ejército particular, una vez que hayas tomado el control de la zona puedes pagar para tener el control total, lo que permite contratar a sicarios de diferentes clases -especialistas en cuerpo a cuerpo, francotiradores, sanadores o exploradores que peinarán la zona y avisarán a sus compañeros si ven alguna amenaza-.

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Las diferentes 'clases' están pensadas para complementarse entre sí de la misma manera que lo haría un grupo en un MMORPG, por los que los familiarizados con juegos como World of Warcraft reconocerán inmediatamente algunas de estas dinámicas. El sistema de mejora de habilidades del protagonista, con sus tres ramas, también recordará inmediatamente al del juego de Blizzard, aunque ese es más bien un detalle anecdótico ya que aparte del número no hay mucho en común en las habilidades que cada personaje puede desarrollar.

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Incluso el personaje puede tener una 'mascota', una serie de sicarios con nombre propio y una historia a sus espaldas que pueden servir de guardaespaldas del personaje principal. Tanto los mecanismos de rol, estrategia y combate en grupos están extremadamente simplificados, aunque en conjunto forman una experiencia bastante competente y hasta fresca.

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Por desgracia, la estructura del modo campaña se ve perjudicada por la excesiva repetición de sus objetivos y modos de conseguirlo. Todo se reduce a conquistar barrios, defenderlos y acumular los hombres y recursos para poder asaltar otras zonas mejor protegidas. El sistema de combate, en el que cada personaje adquiere habilidades especiales según aumenta su experiencia, está demasiado simplificado en conjunto, provocando que el factor táctico de elegir las habilidades precisas en el momento adecuado brille por su ausencia.

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