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CSI: Pruebas Ocultas

CSI: Pruebas Ocultas

Diversión oculta

CSI, la popular serie norteamericana, salta a la nueva generación con "Pruebas Ocultas". Manteniendo la misma estructura que episodios anteriores, el equipo de Grissom se pone a prueba para ver si está a la altura de los nuevos tiempos...

Crime Scene Investigation, abreviado CSI, es una de las series americanas con más tirada en medio mundo desde su primera aparición en la pequeña pantalla hace ya algunos años. Tres versiones distintas basados en tres conocidas ciudades estadounidenses comparten el mismo formato: Las Vegas, Miami y Nueva York. El primero y original, sin embargo, es el que cuenta con mayor apoyo del público y el equipo de criminalística de Gil Grissom y sus ayudantes gozan de las máximas simpatías mientras resuelven científicamente caso tras caso.

Si bien es natural que una película de relativo éxito salga simultáneamente con el videojuego, no es tan habitual que una serie de televisión lo haga. Y mucho menos habitual es que aparezcan 4 títulos en relativamente poco tiempo. Y todavía menos que ninguno de ellos llegue a un estándar de calidad lo suficientemente aceptable que lo empuje al notable bajo. Y este caso, en la primera entrega para consolas de nueva generación, no es una excepción.

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CSI: Pruebas Ocultas, traducción del anglosajón 'Hard Evidence', no solamente es un producto que en nada innova frente a sus predecesores sino que además, a excepción de un doblaje al castellano magníficamente interpretado, presenta un apartado técnico que al empezar a jugar, rápidamente suscita la duda al jugador sobre si ha introducido el disco en una Xbox 360 o en una Xbox antigua. Y no solamente nos referimos a los gráficos que son, de entre todo, probablemente no de lo peor del juego.

Si hemos de ceñirnos al argumento, durante un total de 5 casos interpretaremos el papel de uno de los investigadores que siempre irá acompañado de alguna de las estrellas de la serie, aunque su intervención es tan superflua que uno se pregunta el por qué están metidos allí si nunca aportan nada: de este modo, de la mano de Nick, Warrick, Greg o el mismísimo Grissom nos encontraremos con una videoaventura de las clásicas de toda la vida en la que deberemos navegar con nuestro puntero a la búsqueda de un objeto al que hacer click.

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Este formato, quez viene a ser como una edición remasterizada de las aventuras conversacionales y gráficas de siempre, podría ser válido si proporcionara al jugador cierta sensación de libertad o incluso que el resultado de los acontecimientos dependiera de nuestro ingenio o de nuestro talento. Nada más lejos de la realidad, CSI se convierte en un ir y venir de un lado a otro de las pantallas sin temor a que nos podamos equivocar y que, incluso en el remoto caso de quedarnos atascados, siempre podemos pedir una pista al compañero.

Ya desde la austeridad del mismo menú de inicio, Pruebas Ocultas nos envía el mensaje de que no es un título de grandes presupuestos y que debe tratarse como tal. Es evidente el mínimo esfuerzo que delata al juego que distribuye Ubisoft y solamente el seguir un argumento bastante digno y algunos momentos bastante entretenidos consiguen salvar al producto de la quema. Y eso desgraciadamente no es mucho ni para la desarrolladora, la editora ni para los jugadores.

Gráficos y sonido
CSI: Pruebas Ocultas no es un juego de nueva generación. Es un juego de vieja generación que se ejecuta en una consola de nueva generación, que no es lo mismo. Esto es así porque no hay absolutamente nada que refleje que estamos en el año 2007 cuando metemos el dvd en la bandeja; si ello fuera debido a que plantea un nuevo concepto, una revolucionaria aproximación al jugador o fuera un nuevo Tetris… tendría un pase. Pero pretendiendo como pretende cierto nivel de realismo, el fracaso es casi total.

Ni siquiera los videos intermedios de la ciudad de Las Vegas o las secuencias en tiempo real que de vez en cuando salpican el desarrollo de los casos - tan habituales en la serie - están en alta definición o en calidad DVD. El pixelado de las imágenes es lo suficiente notorio como para ser mencionado aquí y cabe preguntarse cómo es posible que en un título como este no se haya, por lo menos, aumentado la calidad de los videos. No es demasiado importante, pero es bastante significativo.

Los gráficos son tal vez el aspecto menos logrado de Pruebas Ocultas. Tanto los modelados de los personajes que aparecen en el juego como la carga poligonal de los escenarios es a todas luces insuficientes. Cierto es que las estrellas del CSI guardan parecido con sus homólogos reales pero ni de lejos se acerca a las capacidades de la consola, máxime cuando los modelos están durante el 95% del tiempo absolutamente estáticos.

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El trabajo en las texturas es asimismo insuficiente, no solamente ofreciendo unos acabados de poca calidad sino que ello resiente en buena medida la credibilidad final de todo lo mostrado en el coche. Desde la ropa que llevan puesta las personas, pegada al cuerpo, la sangre en las paredes, los vehículos, el mobiliario, el laboratorio o la sala de interrogatorios… incluso las animaciones de los objetos al realizar una acción (detectar huellas, moldes de pisadas, etc.) resultan robóticas y poco creíbles.

Esto viene agravado, como explicaremos más adelante, por el hecho de que no existe libertad de ir por donde se quiera. El motor gráfico está sobre raíles, y nos muestra exactamente lo que el juego quiere, con cierta capacidad de moverse hacia los laterales o hacia arriba y abajo en algunos momentos. Es decir, que la carga gráfica del juego es muy inferior a la de otros productos de la calle y, en cambio, el resultado visual deja mucho que desear.

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El doblaje al castellano del juego, sin embargo, es lo mejor que tiene el producto. Los mismos actores que doblan la serie son los encargados de prestar sus voces en el videojuego con un nivel de implicación notable, desde el capitán Brass pasando por todo el elenco habitual del CSI. En bastantes ocasiones, sin embargo, las líneas de diálogo se cortan al llegar al final de las frases impidiendo oír la última o últimas palabras, cosa que es bastante molesta cuando se juega sin activar los subtítulos. En cualquier caso, el mejor apartado del juego.

Jugabilidad
Básicamente se podría coger cualquier análisis de otro de los títulos anteriores de la misma serie, hacer copiar y pegar aquí y probablemente nadie se daría cuenta. Exactamente la misma mecánica que en las anteriores entregas se repite en Pruebas Ocultas y no es tanto un problema de reiteración sino también de falta de inspiración a la hora de establecer un método que mínimamente nos haga sentir como agentes de criminalística: los CSI son buenos, vale, pero también pueden equivocarse. Y eso no es posible en el juego.

Durante el desarrollo de los 5 casos de los que consta la aventura, prácticamente viviremos en un tutorial constante en el que se nos lleva de la mano para que hagamos exactamente lo que tenemos que hacer. Siempre empezamos con una breve descripción del caso por parte de Grissom y acto seguido nos dirigimos a la escena del crimen. Por defecto, todas las ayudas están activadas. Eso significa que mientras exploramos el escenario, cuando hay un sitio al que podemos dirigirnos, el cursor se transforma en una flecha verde.

Eso no es todo, ya que si realmente podemos interactuar con una prueba, el icono se convierte en un maletín abierto y nos tendremos que limitar a pulsar el botón A para abrir nuestro equipo de detección que, de forma automática, escogerá casi siempre la mejor opción para recoger una muestra. Por ejemplo, los guantes de látex o las pinzas, el algodón con autocierre, el luminol o el mukrisol para captar impresiones. Incluso si el juego se equivoca en la selección, no nos deja utilizar el producto y nos insta a escoger otro, aunque solo aquellos que en teoría pudieran funcionar.

Es decir, que como mucho deberemos probar entre la lámina adhesiva y, si no va, escoger el frasco de muestras… porque no hay otra opción. No nos dejará utilizar las pinzas ni nada por el estilo; tal vez hubiese estado bien que nos enseñaran en realidad a utilizar cada uno de los dispositivos con eficacia y, de no hacerlo, tener la posibilidad de destruir o contaminar la prueba complicando enormemente el caso abierto,  tal vez estableciendo niveles de dificultad en los que eso pudiera suceder.

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Lo mismo sucede al ir al laboratorio y examinar las pruebas que obtenemos. Al igual que en otras entregas, tenemos desde el microscopio de comparación hasta el analizador químico de rastros, pasando por el control de ADN y un registro de múltiples usos que sirve tanto para comparar huellas dactilares, rodadas de neumáticos, ampliar fotografías, etc. También hay una suerte de 'mesa de trabajo', en la que deberemos hacer algunos puzles a modo de minijuego que resultan bastante ridículos, a decir verdad.

A medida que vamos encontrando pruebas y comparando unas con otras o con la base de datos del propio CSI, vamos avanzando en la investigación. La otra parte importante para resolver un misterio consiste en interrogar a los testigos, de nuevo otra parte que hubiese podido dar mucho juego y se ha quedado en nada: simplemente nos enfrentaremos a una serie de preguntas y en nada afecta el orden en las que las hagamos ni hay distintos tonos en los que abordar al testigo, por ejemplo estilo KOTOR. Exageradamente simple.

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Completar los casos es cuestión de simple paciencia y un mínimo de observación; generalmente si nos encontramos atascados en un punto la solución consistirá en revisar de nuevo todos los escenarios (aquellos que no tienen nada más que ofrecer por defecto aparecen con un 'visto' de color verde en la pantalla de selección), comprobar todas las pruebas (el mismo 'visto' si ya hemos hecho con ellas todo lo posible) o hablar con los implicados para obtener nueva información.

También hay incluido un sistema de pistas que nuestro ayudante nos puede ofrecer en cualquier momento, aunque penalizan a la hora de calcular la valoración final del caso. Valoración que depende de la cantidad de pruebas que encontremos, la diligencia a la hora de seguir todas las pistas y el número de consejos que solicitemos. También hay un bonus por seguir indicios aunque no conduzcan a nada - puntos por minuciosidad - y existe un número de bichos repartidos por el mapa que de ser encontrados desbloquean algún extra.

En este aspecto también decir que CSI: Pruebas Ocultas es bastante pobre, pero es el único empujón que nos da el juego para intentar ser rejugable, ya que exige un rango de 'Maestro' para poder tener acceso a todos los videos. Por otro lado, la nota que saquemos al final de cada caso no afecta en absoluto a los logros, 5 en total, que simplemente nos piden acabar con cada expediente sin importar lo bien o lo mal que lo hagamos. De nuevo, poco imaginativos incluso en este apartado.

Otro de los puntos negativos que recibe el título de TTG es su absoluta falta de ritmo, algo de lo que sí goza la serie original. Eso es debido no tanto a la narración del argumento sino a que cada vez que cambiamos de localización, aunque sea del laboratorio al depósito o al despacho de Brass, el juego se para durante bastantes segundos para cargar y automáticamente guarda la partida tras hacerlo, con lo que en aquellos momentos que necesitamos ir rápidamente de un lugar a otro fácilmente pasamos más tiempo guardando y cargando que no jugando.

La duración del juego, dado que como dijimos no es demasiado rejugable, está entre las 7 y las 10 horas, dependiendo del número de ayudas activadas (recordemos, todas lo están por defecto), el número de pistas que solicitemos y el interés que pongamos. Se presenta en una caja tipo DVD y un manual de instrucciones en blanco y negro con un pliego de 16 y otro de 8 páginas.

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5

Mejorable

Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejará huella. Sólo recomendable en caso de sequía de este género de juegos.