Odin Sphere
- PlataformaPS28
- GéneroAcción, RPG
- DesarrolladorVanillaWare
- Lanzamiento14/03/2008
- TextoInglés, Japonés
- VocesInglés, Japonés
- EditorAtlus
La belleza de los 2D
Las dos dimensiones en el videojuego hace tiempo que perdieron el protagonismo que tuvieron durante la mayor parte de la existencia de este medio en favor de una "tercera dimensión". Pero basta un breve vistazo a Odin Sphere para saber que sigue siendo una excelente forma de enfocar un videojuego
Hay quien dice que los 2D han muerto, pero eso es sólo una verdad a medias. Es cierto que ya hace mucho que dejaron su lugar a los envolventes mundos 3D , pero decir que han "muerto" sería ignorar la importante cantidad de títulos que se producen bajo esa perspectiva, desde nuevos títulos comerciales hasta juegos en los servicios de descargas de las consolas, pasando por numerosos títulos de portátiles. La verdad, es que sigue siendo una forma muy válida de plantear un juego y además ofrece una libertad creativa impresionante a la hora de dejar plasmar a los artistas sus visiones de personajes y escenarios.
Si alguien necesita una prueba de que esto es cierto, sólo tiene que ver el juego que nos ocupa. Odin Sphere es exactamente lo que se podría esperar de la evolución gráfica de los jeugos en la época de Super Nintendo y Mega Drive. Es un juego que parece haber surgido de un plano alternativo en el que los 3D no se impusieron y los juegos basados en sprites siguieron su curso natural a técnicas más avanzadas, que le permitiía seguir creciendo en calidad, animación y detalle. No es nada fácil en el escenario actual poder realizar un juego de esta magnitud y con esta técnica, ya que exige paciencia y dedicación. No en vano es un proyecto con muchos años de desarrollo, sólo hay que pensar que antecesor, Princess Crown, apareció en Saturn en 1997 -nunca llegó a salir fuera de Japón- por lo que han pasado nueve años hasta que ha sido posible llevar la idea un paso más adelante.
Semejante dedicación y atención por el detalle, fruto de ser un proyecto que se ha realizado por amor al arte y que se ha realizado al margen de modas o ideas de mercado, le proporciona a Odin Sphere un encanto especial. Es, en todos los sentidos de la palabra, un cuento de hadas, hecho desde el cariño al medio y la idea de que los clásicos 2D tienen mucho que ofrecer incluso dentro del panorama actual del videojuego. Su fuerza está en el encanto de los juegos hechos a "mano", que no necesitan un motor genérico como soporte ni resulta genérico o derivativo; la clase de juego que es fácil tildar de único gracias a una visión muy personal de sus responsables, que han querido plasmar sus sueños en un juego que a su vez tiene mucho de sueño.
Como ya se ha comentado, Odin Sphere es un cuento de hadas, una fantasía con tintes oscuros en la que se narran los hechos más importantes de una cruenta guerra. A través de los ojos de cinco personajes, el jugador descubre cada vez más detalles no sólo sobre los protagonistas, sino sobre el propio conflicto, sus orígenes, las intrigas a su alrededor y su desarrollo, algo bastante fácil como parte activa de la contienda.
La forma que tiene Odin Sphere de desarrollar la historia puede parecer un poco vaga en un primer momento, porque a veces se produce la sensación de estar repitiendo lo mismo que se hizo anteriormente, aunque con otro personaje. Pero las grandes diferencias entre los personajes, las novedades que se van presentando y la brillantez con la que se va hilvanando la historia en una aventura de 40 horas de juego, compensan de sobra la repetición de ciertos escenarios.
Gráficos
Odin Sphere es un juego en el que no se ha dejado nada al azar y en el que los gráficos brillan con tal intensidad que es difícil despegar los ojos de la pantalla. Después de una larga trayectoria, PS2 todavía guarda sorpresas en la manga como una capacidad asombrosa de manejar juegos 2D -aunque lo cierto es que la tecnología que se usa en Odin Sphere está lejos de ser la clásica utilizada mediante sprites-. La técnica funciona y permite presentar unas imágenes muy nítidas.
Independientemente del cómo, lo realmente importante es el resultado, simplemente asombroso. El uso del color es excepcional, con tonalidades perfectas que no sólo dan vida a un mundo de fantasía de grandes contrastes sino que sirve también para cosas tan refinadas como el de ofrecer pistas sobre la personalidad de los protagonistas y personajes. Cada imagen estática de Odin Sphere es una pequeña obra de arte llena de gusto y sensibilidad, algo que alcanza también a los personajes, de gran personalidad visual.
La animación concuerda perfectamente con la idea visual del juego, ya que todo es representado por la imaginación de una niña leyendo. Los personajes se mueven no de forma precisa, sino estilizada y cuando más grande es un personaje -los hay que ocupan toda la pantalla- más irreal parece su movimiento. Esto se debe fundamentalmente a la técnica de animación utilizada, que bien de forma intencionada o no, consigue crear esa clase de sensaciones.
Pero la ambición tiene un precio, que en el caso de Odin Sphere se han materiaizado en unas bajadas impresionantes de framerate en los momentos más intensos, particularmente en los jefes contra criaturas especialmente grandes. No se trata de momentos de inestabilidad, sino bajadas a niveles inadmisibles, lo que en cierta manera arruinan algunos de los momentos más intensos del juego.
Audio
Cuando el compositor de Vagrant Story, Final Fantasy Tactics o Final Fantasy XII, Hitoshi Sakimoto, es el compositor de la banda sonora de un juego, lo único que se puede esperar es la excelencia, y eso es precisamente lo que ofrece. Temas con una gran variedad y excelente ritmo que acompañan tanto los momentos más tensos y dramáticos como los múltiples diálogos y situaciones que se producen alrededor de los protagonistas, creando así una banda sonora emocionante y de una calidad incuestionable.
Jugabilidad
Antes de nada hay que aclarar un detalle realmente importante, ya que parece que muchos juegos japoneses dentro de una determinada estética tienen que ser juegos de rol y este no es el caso para nada. A pesar de sus particularidades, Odin Sphere es un juego de acción arcade, en la misma línea que los que se podían encontrar fácilmente en la época de Super Nintendo o Mega-Drive. Su mecánica básica es exactamente la misma: derrotar a oleadas de enemigos usando combinaciones de movimientos en un plano fijo. Es acción directa y el personaje responde directamente a los controles del mando, por lo que es un juego de acción intensa.
Es cierto que tiene elementos que le dan una mayor profundidad, pero la mecánica básica es esa y hay que tenerlo en cuenta, ya que esa habilidad y reflejos es lo que se va a pedir cuando los enemigos vengan de todas las direcciones posibles. Hay un sistema de mejora de personajes, pero no de experiencia, ya que la mejora viene de dos únicos factores: los alimentos, que aumentan la vida del personaje, y el arma, que es única para cada protagonista y aumenta en daño según va absorbiendo Phozons, unas esencias que suelen provenir de enemigos caídos, pero también de otros factores.
Subir la capacidad ofensiva del personaje es muy sencillo y claro. Pero los alimentos son más complejos, ya que para producirlos es necesario plantar semillas que sólo crecen absorbiendo Phozons; si hay suficientes, la planta crece lo suficiente para dejar su producto listo para recoger. Hay varios tipos de semillas y también variados tipos de productos -una planta es incluso capaz de producir ovejas para poder alimentarse de ellas-. Los alimentos más complicados no sólo restauran las heridas, sino que aumentan también la salud total, pero para conseguirlos habrá que plantar semillas en la zona de combate y asegurar que haya suficiente esencia para que la semilla florezca en todo su esplendor.
La cosa va más allá a medida que el jugador se adentra en la historia, ya que lugares como las cocinas y la obtención de recetas permite elaborar todo tipo de alimentos y sustancias con los más variados resultados. Estas fórmulas pueden ser vitales en medio de algunas batallas, por lo que es conveniente pasar tiempo para encontrar aquellas combinaciones que funcionen, tanto para beneficio personal como en perjuicio del enemigo.
No es un consejo baldío el de experimentar a fondo con las fórmulas, ya que Odin Sphere no es un juego fácil en muchos momentos, más bien lo contrario. Hay batallas que pueden incluso desesperar por su gran dificultad y por los abusivos movimientos de alguno jefes, por lo que hay que ir con extremo cuidado en ciertos combates. Esto es un tanto problemático ya que son en las batallas más duras cuando es palpable que el juego no es todo lo preciso que un juego de acción debería, por lo que hay momentos en los que parece que el personaje reacciona tarde a los comandos del mando, aunque es algo mínimo y apenas es notable en otro contexto que no sea el de mostrar un juego de acción puro.
Cada uno de los personajes tiene su propio libro y por tanto su propia historia. Este sistema hace que muchos parajes y algunas situaciones se repitan, por lo que aunque cada personaje tiene sus rutinas de combate, es difícil ignorar que se está peleando con los mismos individuos con los que se estaba peleando anteriormente con otro personaje ya superado. Quizás esta forma de estructurar los capítulos no haya sido la mejor, pero también hay que pensar que es un proyecto 'modesto' y que ya costó mucho crear el contenido que ya tiene, por lo que es justificable que se apostara por esta fórmula para crear una historia digna de contarse durante tantas horas -algunas de ellas bastante frustrantes en cuanto a dificultad-.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.