Crash Bandicoot se ganó a pulso el considerarse la mascota oficial de PlayStation en la época de PSX. Creado por el estudio Naugthy Dog, tres títulos en calidad ascendente para el sistema, siendo Warped el más sólido de todos, junto al inolvidable Crash Team Racing, hicieron del personaje todo un icono. Desgraciadamente, con la llegada de PlayStation 2, Naugthy Dog prefirió hacer borrón y cuenta nueva: vendieron Crash y crearon otra franquicia -nuevamente fantástica- conocida por todos: Jak and Daxter.
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Desde aquella venta, la serie Crash Bandicoot ha ido decayendo hasta extremos realmente exagerados con el último capítulo para sistemas domésticos, Crash Twinsanity. Ahora, años después, vuelve para sorprendernos. Para quedarse. Es irónico que Vicarious Visions haya tenido que rediseñar el aspecto de Crash y su mundo para devolverle la esencia de los originales, ¿no?; por suerte, esta vez no podemos quejarnos.
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Crash: Lucha de Titanes no llega a ser tan bueno como podría, y por supuesto no alcanza el nivel de exquisitez que se tocó en 1998 con Warped. Pese a todo, estamos ante un plataformas de la vieja escuela, de esos que a día de hoy escasean, y si bien tiene pequeños destellos de gran juego, se apagan para quedarse en un título 'simplemente' bueno. Aunque si nos paramos a pensarlo, encontrar un título del género destacable a día de hoy es casi utópico
hasta ahora.
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El argumento es una mera excusa para mostrarnos situaciones hilarantes que hilvanan las numerosas fases que encontraremos en el juego: todo comienza con Crash y sus amigos en una playa, cuando de repente aparece el pesado de Neo Cortex para aguarnos la fiesta. Desde un vehículo aéreo, lanza un par de jaulas y captura a la máscara Aku Aku y a Coco; Crash salva a la máscara, pero ahora tendrá que embarcarse en una nueva aventura para localizar a esta última.
Crash: Lucha de Titanes (PS2)
Sabor a clásico, con pequeñas pinceladas de savia nueva La primera gran noticia es que estamos ante un plataformas de los de toda la vida: cámara en tercera persona que sigue a Crash firmemente, y pese a que es automática, responde realmente bien. Controlaremos al bandicoot a lo largo de decenas de fases, realizando sus clásicos movimientos, derrotando enemigos, recogiendo objetos y monedas', etcétera.
Pese a que se mantiene la base de un plataformas clásico, Crash incorpora innovaciones típicas de la época reciente. La primera es que Crash podrá ir adquiriendo habilidades y aprendiendo combos confirme avanza en la aventura y obtiene distintos orbes azules. El primer ataque que obtenemos es 'Ataque Giratorio Chuck', todo un guiño a la reciente moda que ha asaltado Internet con respecto a Chuck Norris, y nos permitite impulsarnos sobre los brazos para hacer una patada giratoria
o algo parecido. Otro ataque es el 'Giro de la Vieja Escuela': gira el stick 360 grados y presiona el botón de golpeo.
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Todos estos guiños y referencias refuerzan un título sólido, y cargado de humor e ironía desde el primer minuto. La segunda novedad o incoporación es la posibilidad de controlar criaturas. ¿U os creíais que el título del juego está puesto de forma aleatoria? Pues no. Encontraremos titanes' por los escenarios, monstruos más grandes con forma de mamut, entes rocosos o lobos bípedos que, una vez atontados -típicas estrellas rondando por sus cabezas-, nos permitirán utilizarlas presionando el botón Círculo (PS2) o B (Xbox 360). Nuestra máscara se pondrá en su rostro y, voilá, serán nuestros.
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No sólo nos permitirán movernos por el escenario, sino que además podemos usarlos como extensiones de los propios ataques de Crash: golpear más fuerte, saltar más alto, etcétera. Los ataques de estas criaturas abren además nuevas posibilidades, por ejemplo lanzar rayos de energía desde lejos, o realizar un ataque de carga que nos abre el paso por una, a priori, inquebrantable barrera de rocas. Todos ellos son diferentes y cada uno confiere distintas técnicas a Crash, por lo que aprovecharse de ellos será lo mejor para avanzar.
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Apartados técnicos Si estáis buscando un juego con la ambientación épica de Bioshock, God of War o Halo 3, os habéis equivocado de juego. Crash: Lucha de Titanes se asemeja más a un Sonic clásico o, en 360, a Kameo, si bien no llega a tener efectos de luz tan buenos como la obra de RARE. Así, estamos ante un juego funcional, sencillote pero cuidado, con buenos modelados y efectos correctos. Algunos escenarios son muy buenos, y otros no tanto; en resumen: correcto pero irregular.
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El apartado sonoro está más cuidado, contando con buenos FX, algunas melodías bien compuestas que no se quedan grabadas en la memoria pero tampoco pasan desapercibidas, y un doblaje al castellano bastante potable. No pasará a la historia, pero desde luego es de agradecer teniendo en cuenta el target al que va dirigido el título.
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