Volver a empezar o el regreso del hijo pródigo, como queráis decirlo. FIFA 08 vuelve por sus fueros en un juego para la next-gen que nos devuelve la alegría por esta saga, después de años y años de oscurantismo, publicidad y marketing a mansalva para nada. El juego de este año, como habéis podido ver en el análisis para las plataformas de nueva generación, por fin une un apartado técnico a la altura de las máquinas con una jugabilidad que ahora sí se puede tildar de simulador. El motor físico, las múltiples variantes que pueden afectar a cada tiro y hacer que éste salga mejor o peor, el novedoso sistema 'Be a Pro' y los dificilísimos regates a realizar -que nos harán entrenarlos días y días hasta que nos salgan- son algunos de sus puntos fuertes. En fin, que este año FIFA sí ha cumplido.
Pero entonces es cuando nos viene a la cabeza otra pregunta: estos años pasados, con los primeros y fácilmente mejorables FIFA de PS2/XBOX, pasando por el peor de todos ellos en mucho tiempo (FIFA 2004), los juegos que sacaban a la luz simplemente por cubrir eventos deportivos (Mundial, Eurocopa,...), los distintos modos de control tan novedosos como inútiles, tales como el 'Off the ball', 'first touch',... ¿para qué tanto bombo y platillo si su calidad quedaba en entredicho? Sinceramente, no hacía falta meterle muchas horas de juego para darse cuenta de que los sistemas de control, IA y mecánica de juego tenían muchas lagunas.
EA, como una de las primeras firmas mundiales de software, tenía que buscar las formas de vender su producto. Está claro que utilizar jugadores como señuelo, anuncios por doquier, afirmaciones lapidarias, y toda la parafernalia que tan bien saben utilizar en EA Sports les darían imagen y el boca a boca, unido al nombre que tenía la saga desde sus comienzos con juegos de calidad (entre ellos uno de los más idolatrados, el FIFA 98 Rumbo al Mundial, cúspide de la jugabilidad de la saga en el terreno arcade) haría el resto para tener unas ventas bastante más que decentes para la calidad del juego. Muy buenas, diría yo.
Pero claro, tanto tiempo diciendo que viene el lobo sin venir, que al final pueden pagar el pato de su verborrea. Todos los años diciendo 'Este año sí', 'Por fin un juego de fútbol de verdad', 'FIFA por fin contentará a los amantes de los simuladores de fútbol', etc, etc... y cuando, por fin, este año logran un juego que está empapado de detalles y mecánica de simulador de fútbol, igual los usuarios ya no les creen. 'Venga ya, otro año igual diciendo que por fin, y dentro de dos semanas ya no meteré el disco más en la consola del aburrimiento' podía ser uno de los pensamientos de algún usuario que lea las frases comerciales -similares, además, año tras año- que lanzan a los cuatro vientos los encargados de marketing de la compañía e igual se vuelve en su contra.
Sería una pena que los usuarios no le diesen una oportunidad a un juego que ahora sí cumple su condición de simulador. Hay que desprenderse de todo lo relacionado con PES (que curiosamente, con lo que hemos podido ver hasta ahora de la nueva versión, parece bastante más arcade que su contrincante), ya que no se puede tomar este juego como si un juego de Konami se tratase. Se necesita verlo desde un ángulo nuevo, mucha paciencia, intentar hacerlo todo lo más fácil posible al empezar, y tomar conciencia de su sistema de control. El que lo haga, disfrutará de un gran juego de fútbol. Este año sí. ¿Pagarán el pato los chicos de EA por sus 'pecados anteriores' o haréis los jugadores justicia con este juego? La solución, en vuestras manos.
Esta columna es una opinión personal del autor que no representa necesariamente la de Meristation.