Fatal Inertia
Un futuro incierto
Hacer un juego de conducción futurista no es nada fácil, gigantes como Wipeout o F-Zero proyectan una larga sombra que no es fácil de evitar. Fatal Inertia intenta poner sobre la mesa nuevos elementos, acompañados de una vistosa presentación visual, y aunque no lllega a la calidad deseada, cumple su trabajo de forma digna.
Puede que algunos que entren en este análisis lo hagan pensando en la demo que hace poco se puso a disposición de este juego. Aquellos que lo hayan hecho se sorprenderán de no encontrar un tres o alguna puntuación igualmente humillante. Y es que, hay que matizarlo desde el principio, Fatal Inertia no es ni mucho menos tan incompetente como podría parecer en esa demostración.
Por alguna razón que escapa a la lógica y se adentra en los misterios del marketing, todavía hay compañías que deciden que lo ideal para promocionar su juego es proporcionar, por cualquier canal a su disposición, una demo del juego, sin preocuparse de la calidad de la misma o su fidelidad con el producto final. Así es como se socava la reputación de determinados títulos antes de su lanzamiento, ofreciendo una visión distorsionada y sumamente imperfecta a los usuarios que han invertido unas horas en bajar ese contenido.
Dejando este tema aparte, Fatal Inertia se adentra en el apasionante mundo de los juegos de conducción futuristas, un campo que ha sido poco sembrado en los últimos años con Wipeout bastante ausente la pasada generación y sólo salvado por el esplendor que consiguió alcanzar Toshihiro Nagoshi creando F-Zero AC/GX para recreativas y Gamecube, posiblemente el mejor ejemplo de este subgénero en los últimos tiempos.
El título de Koei Canda intenta acoplar varios aspectos interesantes a la vieja fórmula de 'coches voladores en un entorno futurista' aprovechando algunas de las capacidades propias de las plataformas de nueva generación, las más evidentes -la capacidad gráfica- y las más iternas -el mayor control de la física- para crear un título que ciertamente es muy distinto a otros en su categoría.
La presentación del juego es bastante pobre, un futuro dominado por las corporaciones ha decidido crear diferentes juegos extremos a vida y muerte para dar espectáculo a las masas. El más popular es Fatal Inertia, una carrera a muerte en el que cuenta tanto la velocidad como la capacidad de abatir a los rivales usando una variedad de armas y artimañas. La particularidad es que los vehículos no están pegados al suelo y tienen limitadas capacidades de vuelo, además de que siguen un trayecto no prefijado por un circuito. Son modificaciones que alteran sensiblemente la carrera, aunque no siempre para bien.
Gráficos y audio
Fatal Inertia usa el motor de Unreal 3. Por supuesto, el motor es sólo una parte y es necesario el talento de un estudio, que en este caso, ha sido suficiente para crear un trabajo ciertamente vistoso. El trabajo en las texturas es remarcable, aunque la geometría en algunos puntos y falla y deja ver lados de montaña polígonales y planos, pero es algo que queda difuminado dentro del conjunto general.
Los escenarios en donde se desarrollan las carreras son considerablemente grandes y eso ha permitido al estudio crear múltiples e interesantes variaciones de los circuitos, incluyendo profundas grutas subterráneas y amplios espacios con rutas alternativas. Así mismo, se han incorporado efectos climáticos que pueden alterar la carrera y que tienen un efecto bastante convincente, sin destacar.
Lo más impresionante de Fatal Inertia son algunos de los paisajes que ha conseguido formar, especialmente aquellos tropicales con mucho agua de por medio, ya que ese elemento ha sido recreado con criterio y buen sentido estético. No es que el agua tenga un comportamiento físico apropiado o resulte realista, pero resulta bella y eso es posiblemente lo que más importe. El framerate no es estable, pero tampoco es el horror de la demo, por lo que en general se muestra bastante estable, aunque sus bajores serán apreciados, especialmente por aquellos con ojos más acostumbrados.
Los dos mayores problemas gráficos de Fatal Inertia sin embargo son la falta de personalidad en escenarios y vehículos, así como la limitada sensación de velocidad. Los escenarios están correctamente plasmados, son grandes y tienen muchos detalles, pero carecen de ese elemento que los hace brillar y tener personalidad única, las diferencias entre ellos, más allá de los diferentes gráficos de fondo y las texturas, no es siempre es obvia. Hay paisajes de ensueño, bosques, ruinas desoladas pero en pocos momentos consigue mostrar un escenario que se quede grabado permanentemente en la rutina. En cuanto a la velocidad, salvo en determinados momentos, el juego parece un tanto lento; hay momentos en los que, mediante el uso de objetos, es posible incrementar mucho la aceleración, pero la tónica general no sigue ese patrón.
Sobre la música no se puede decir que tenga tampoco una gran personalidad, con una mezcla un tanto extraña de estilos que no contribuye mucho al ambiente general del título ni consigue hacer subir la adrenalina.
Jugabilidad
El objetivo en una carrera de Fatal Inertia es, en primer lugar, llegar el primero a la meta, pero también se valorarán las peleas entre los corredores, con máxima puntuación para quien consiga eliminar a uno en plena carrera. Hay diferentes tipos de competiciones, cada una con unas reglas concretas y unos objetos que se pueden utilizar recogiéndolos en pleno circuito a lo 'Mario Kart'.
Lo más usual es coger minas adherentes, que pueden ser lanzadas en plena carrera hacía delante o hacía atrás, creando pequeñas explosiones. Otras posibilidades es un sistema para ralentizar el tiempo, o un pulso electromagnético para desactivar las naves a tu alrededor. Uno de los favoritos es un gancho que puede hacer que un enemigo se quede atrapado por una cuerda a un punto del suelo o la pared si se utiliza con habilidad.
Además, las armas ofrecen algunas elecciones tácticas interesantes. En algunos momentos debes elegir entre usar un cohete para aumentar tu propia velocidad, o lanzar ese cohete a un enemigo, que con suerte se enganchará en la carcasa y hará que el vehículo se descontrole por su influencia. Eso ayuda a que Fatal Inertia no se limite a ser un juego de carreras, sino también un juego de combate y gladiadores del futuro.
El general la partida es muy plana en cuanto a novedades y desarrollo, ya que las nuevas pruebas y componentes de piezas para el coche se van obteniendo según los resultados en las carreras. Algunas de esas modificaciones son meramente estéticas, pero hay otras que mejoran el coche elegido para las carreras, algo con los que los jugadores pueden experimentar también en sus partidas, según las piezas disponibles.
Puesto que no hay circuitos, el control del vehículo se puede volver un tanto caótico si no se gobierna adecuadamente la nave, ya que es fácil perder el control y empezar a ver la nave zarandearse de forma salvaje ante las acometidas rivales o una curva mal tomada. Si bien esa característica proporciona a las carreras de Fatal Inertia un aire distinto, también es cierto que esa característica en concreto no ayuda en ningún momento a que éste sea un mejor título de carreras, haciendo que pierda precisión con el pretexto de que ofrece más libertad, cuando en realidad la libertad está muy limitada al tener que pasar obligatoriamente por los puntos de control.
El modo profesional pasa de forma totalmente lineal y predecible, si que nada pueda alterar sensiblemente sus rutinas. Una serie de carreras por conseguir piezas permitirán empezar a construir una aeronave más especializada y personalizada. Hay que tener en cuenta que a mitad de ese modo el nivel de dificultad sube dramáticamente, por lo que antes de llegar a esa altura ya se debe ser un verdadero maestro de este título.
Correcto
No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.