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Nervous Brickdown

Nervous Brickdown

Rompe ladrillos como nunca

¿Pensabas que los rompeladrillos ya no evolucionaban? ¿Creías que los derivados de Breakout y Arkanoid se habían quedado estancados en los años 80? Pues Nervous Brickdown llega para demostrar que en el siglo XXI aún hay un hueco para un arcade clásico pero con aires renovados.

Actualizado a

Arkedo es un pequeño estudio, más bien diminuto, que sólo tiene un juego en su haber, cuyo nombre es Nervous Brickdown, el que hoy nos ocupa. Se trata de un reducido grupo de personas que, por el momento, han anunciado que trabajarán en exclusiva para Nintendo DS.

Nervous Brickdown (Nintendo DS)

Lo cierto es que, en el mundo de los videojuegos, cada vez es más complicado que un estudio nuevo consiga publicar su primer juego. Producir y distribuir un título tiene unos costes asociados que no invitan a apostar por cualquier cosa y las editoras tienen que cuidarse mucho de no sufrir un descalabro, que en según que casos, puede incluso suponer su quiebra.

Con todo esto dicho, es muy relevante que nada menos que Eidos haya decidido apoyar un estudio completamente desconocido. Así que, eso ya capta la atención sobre Nervous Brickdown. Y eso que hoy en día un rompeladrillos no deja de ser un clon más que pasa sin pena ni gloria.

Nervous Brickdown (Nintendo DS)

Todo lo contrario ocurre con este título, que ha fascinado a mucho amantes de los arcade de toda la vida, por la inyección de vida que supone a este género anclado en los años 80 y que suele vivir de versiones y más versiones de títulos de aquella época.

Nervous Brickdown se aleja de todo eso, es un juego sumamente innovador aunque parta de las bases de un Breakout o un Arkanoid. Nos presenta nueve mundos completamente distintos unos de otros, en los que no sólo cambia la ambientación, sino la jugabilidad, y que lo único que tienen en común es que hay bloques, que hay que romperlos con una bola y que hemos de evitar que la bola caiga con un palo horizontal.

Nervous Brickdown (Nintendo DS)

En total, 135 niveles de diversión asegurada, aprovechando al máximo la consola sobre la que se mueve, sorprendiendo con cada nueva fase y recordando tiempos mejores para muchos. Pero vamos a parar de emocionarnos gratuitamente y a demostrar qué tiene Nervous Brickdown que no tienen los demás.

Belleza bidimensional

En Arkedo se declaran amantes de los arcade, como el propio nombre del estudio indica, y para realizar este título no han utilizado ninguna tecnología 3D, todo a la vieja usanza. Se trata de un juego muy colorido y lleno de detalles, con una calidad visual muy superior a la inmensa mayoría de clones de Arkanoid, que muchas veces no pasan de un fondo monocromo.

Nervous Brickdown (Nintendo DS)

Cada mundo tiene su ambientación. Por ejemplo, POW presenta un aspecto clásico, como el de la mayoría de rompeladrillos, Papel muestra garabatos y herramientas para pintar, Interruptor es un lugar lleno de color y velocidad es futurista al estilo Tron. Algunos mantienen el mismo estilo durante los nueve niveles de los que están compuestos, pero otros varían cada tres, aunque con cambios siempre relacionados con el tema que da nombre al mundo.

Sumado a los elementos que se ven en primer plano, se encuentran unos fondos animados también acordes a la ambientación y muy cuidados. Sin duda, los desarrolladores se han esmerado para conseguir un título que no sea sólo divertido y original, sino también fascinante y que entra por los ojos.

Sonido personalizado

La inmersión de un jugador en una determinada situación no se consigue únicamente por los ojos, el sonido también tiene que lograr trasladar al lugar donde se produce cada una de las fases. En Nervous Brick down, eso se consigue sin lugar a dudas, con una melodía específica para cada mundo que se adapta perfectamente a la temática del mismo.

Nervous Brickdown (Nintendo DS)

Por ejemplo, en el mundo Retro escucharemos una cancioncilla que nos recordará a muchos de los juegos que disfrutábamos de pequeños, o en Fantasma oiremos un tema que logra colocarnos en un castillo lleno de espectros, con sonidos de órgano de Catedral, pero siempre con un toque alegre, ya que no estamos ante un título que intente transmitir miedo.

Podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos, que la banda sonora de Nervous Brickdown es perfecta. No perfecta en el sentido de que no se pueda mejorar, porque tenga una orquesta filarmónica tocándola con violines o cuente con un coro digno de una superproducción épica, sino porque es lo que este título necesita, ni más, ni menos, y porque cada mundo cuenta con la melodía más adecuada a su ambientación. Sólo le ponemos un pequeño pero, y es que nos hubiera gustado más de un tema por mundo, aunque cada jefe final tiene el suyo, eso sí.

Nervous Brickdown (Nintendo DS)

Los efectos no requieren mucha mención, variados, como debe ser, cumplen su función y colaboran con la música, pero apenas tienen protagonismo propio ni lo requieren.

Rompe ladrillos y gana, nada más simple

Ya lo hemos dicho, pero lo repetimos, Nervous Brickdown es un rompeladrillos. No es necesario ni leerse el manual de instrucciones, está claro lo que hay que conseguir. Bueno, sí, pero no. Precisamente por no ser ése el único objetivo estamos ante un título de lo más original.

Nervous Brickdown (Nintendo DS)

Se estructura en nueve mundos que pueden ser jugados en cualquier orden, excepto el último, Retro, que tiene que ser desbloqueado. De hecho, y aunque suene redundante, cada mundo es un mundo y no tiene nada que ver con los demás, salvo por las tres cuestiones que hemos comentado en la primera página. Dentro de cada uno de ellos hay nueve niveles y se guarda la partida cada tres que conseguimos superar.

Esto rebaja mucho la dificultad, sumado a que contamos con cinco o seis vidas de inicio (salvo en Retro, que son tres), pero siempre está en uno mismo el complicarse el juego, tratando, por ejemplo de superar un mundo entero sin morir o, al menos, sólo con las vidas iniciales. Haciéndolo de este modo, Nervous Brickdown se puede tornar realmente complejo.

Nervous Brickdown (Nintendo DS)

El primero de los mundos, Pow, es el modo más tradicional, con bloques de colores, aunque de formas y características distintas, y con potenciadores. Otro similar es Velocidad, donde, como su propio nombre indica, la pelota va más rápida y en los niveles finales controlamos un barra tanto en la parte superior de la pantalla de arriba como en la inferior de la táctil, aunque ambas se mueven a la vez.

En Papel, en lugar de romper ladrillos, hay que golpear manchas de pintura, primeramente para encogerlas y finalmente para hacerlas desaparecer. Si no lo conseguimos, se siguen expandiendo, pudiendo perder una vida si un chorro llega a la parte de abajo de la pantalla. Por su parte, Interruptor retorna al estilo clásico con un hecho diferenciador, hay que cambiar el color de la barra del azul al amarillo o viceversa según se modifique el de la bola al tocar un determinado bloque. Si tratamos de golpear la bola con la barra de otro color, perdemos.

Nervous Brickdown (Nintendo DS)

Fantasma tiene scroll vertical automático, por lo que hay que ir ascendiendo, y una vez se llega a la parte de arriba de cada nivel, destruir un caja de aspecto vampírico. Por el camino, podemos encontrar bloques fijos o rompibles y, a parte de poder morir porque se nos escape la pelota, también puede pasar porque se nos quede atascada la barra, aplastándose con el avance de la pantalla. Hay que reseñar que podemos romper ladrillos con la pantalla táctil y otra dificultad añadida serán unos fantasmas que podremos echar tocándolos.

Agua es uno de los más originales, ya que el objetivo es rescatar, de morir ahogados, a unas personas que van cayendo al mar, curiosamente como en una de las Game & Watch de Nintendo, que también se hacía a doble pantalla. Los monigotes, pues los dibujos son muy simples para emular precisamente aquella época, se encuentran en plataforma inclinables, que podemos torcer de dos modos, golpeándolas con la bola o haciendo burbujas, pulsando con el puntero en el lado que queremos levantar. Abajo, la barra se convierte en un submarino con el que recogemos a los incautos, evitando también que se los zampen los tiburones, los cuales retiramos también dándoles en la táctil. No podemos tener más de tres fallos para terminar cada nivel.

Nervous Brickdown (Nintendo DS)

Disparo nos traslada a un matamarcianos, así que manejamos una nave que ha de recoger, mediante la bola, unas esferas verdes en unos entornos típicos del género. Como es lógico, los enemigos nos dispararán rayos láser, aunque nosotros también podemos defendernos si no tocamos nuestra nave, acumulando energía para lanzar un disparo en línea recta que, además de paralizarlos, nos puede servir para dirigir la pelota pues rebota contra él. Además, algunas veces cae un potenciador que, durante unos segundos, nos permite disparar destruyendo ladrillos y atacando al enemigo.

Curva es, posiblemente, el peor mundo de todos. El objetivo es destruir todos los ladrillos en tres ambientaciones diferentes, un campo de golf, la mesa de una cocina y el espacio exterior, para que se desbloquee un agujero e introducir la bola por ahí. Podemos controlar la barra, que adopta diferentes formas según el aspecto del nivel, por toda la pantalla táctil y no sólo en una línea horizontal.

Nervous Brickdown (Nintendo DS)

Finalmente, tenemos Retro, que hay que tratarlo aparte, tanto porque está bloqueado de inicio como por sus características completamente diferentes, una de las cuales ya hemos mencionado anteriormente, el tener únicamente tres vidas. Es un homenaje a los juegos de los años 80, empezando por la banda sonora, seguido de la ambientación, con unos gráficos y dibujos diseñados expresamente a tal efecto. Traerá, sin duda, buenos recuerdos.

Nos presenta dos situaciones distintas según la pantalla. En la superior, un personaje se va moviendo y hemos de hacerle saltar para evitar enemigos o agujeros en el suelo, como un plataformas, pulsando X o la flecha arriba de la cruceta. En la inferior, como siempre, manejamos la barra y hemos de romper unos bloques cuadrados muy simples, como en la época del Pong. La diferencia es que puede haber más de una pelota y más de una barra a manejar, por lo que en determinados momentos hemos de estar a tres cosas, dos bolas y el personaje de arriba. Realmente complicado.

Hemos dejado para lo último un aspecto muy importante, la presencia de jefes finales al terminar cada mundo. Hay que eliminarlos golpeándolos varias veces, pero al igual que con cada mundo, todos son diferentes entre sí (ambientados según corresponda) y hay que destruirlos de distintos modos. La pelota es nuestra arma y no puede sufrir daños, como en los niveles normales, pero la barra sí que puede ser atacada, perdiendo una vida si nos alcanzan.

Nervous Brickdown (Nintendo DS)
Nervous Brickdown (Nintendo DS)

Este tipo de enfrentamientos no se terminan aquí y, aunque no queremos desvelar mucho al respecto, mencionar que hay un décimo mundo que, en lugar de fases cuenta con varios jefes, muy originales, que hay que ir superando. Esto, sin duda, alarga la vida del juego, que, de otro modo, puede ser un poco escasa.

Nervous Brickdown (Nintendo DS)

Hay un objetivo adicional para aquellos que gustan de completar los juegos al completo y consiste en conseguir una medalla en cada una de las fases del juego. Para ser coherente con el resto del conjunto, la manera de hacerse con una medalla difiere bastante dependiendo del mundo donde se intente. Por ejemplo, en Fantasma se logra rompiendo todos los bloques naranjas, que sólo se vuelven golpeables si se sopla por el micro. En Papel, hay que pintar unos monigotes en la pantalla inferior usando la pintura que cae al deshacerse de una de las manchas de arriba, todo ello mientras se sigue jugando. O en Disparo hay que destruir todos los bloques con un rayo. Y así hasta nueve maneras distintas.

Rompiendo ladrillos entre dos

Es curioso que, todo lo que llevamos contado hasta ahora, lo han diseñado y programado (sin incluir la banda sonora) tan sólo tres personas, como se hacían los juegos antiguamente. Para el modo multijugador, incorporaron a una cuarta que conociera el sistema de la consola.

Nervous Brickdown (Nintendo DS)

Con una única tarjeta del juego, pueden cooperar dos personas para superar niveles especiales en los que, al igual que en Interruptor cambia el color de la bola según toque un ladrillo azul o amarillo, teniendo que golpear cada uno según le corresponda.

Nervous Brickdown (Nintendo DS)
8

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.