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Guild Wars: Eye of The North

Guild Wars: Eye of The North

El norte en armas

Guild Wars recibe su primera expansión, Eye of the North, en la que viajaremos a la tierra de los Norn para combatir una amenaza creciente. Nuevos peligros aguardan a los héroes en una aventura que sienta las bases para el futuro de la saga. Explora las nevadas tierras del norte con nosotros.

De caza por el norte

La saga de ArenaNet alcanza su madurez después de dos años y tres ampliaciones a sus espaldas, y lo hace con una expansión de calidad y a la altura de lo que se esperaba de ella. Eye of the North, que requiere cualquier capítulo anterior para jugar, permite a los personajes ya existentes acceder a una nueva zona que expande el mapa de Prophecies. Las tierras de la raza Norn limitan con las picoescalofriantes por el sur, disipando parcialmente los interrogantes sobre qué habría más allá de las fronteras delimitadas en la primera campaña. Dentro de este territorio se inicia una interesante trama a cuatro bandas que consigue atrapar al jugador desde su inicio. La narrativa utilizada en GW:EN busca lo cinematográfico y lo muestra sin tapujos con conflictos entre caracteres opuestos, héroes caídos y una amenaza latente que hay que detener. La gran carga de escenas intermedias remarca la magnitud de los acontecimientos que se viven en esta expansión. El mundo realmente necesita tu ayuda.

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Los inicios, aunque caóticos, nos sitúan cara a cara con las razas que se han introducido en esta expansión y que serán, posiblemente, jugables en Guild Wars 2. Además de chocar de primeras con los asura y los enanos, conoceremos a los destructores, una especie de seres de grotescas formas y tremendo poder que surgen de los portales asura y arrasan todo a su paso. Nuestro primer contacto con ellos no puede ser más fugaz, hay que escapar de la mazmorra en la que nos encontramos si no queremos acabar sepultados. Una carrera y alcanzamos un portal que nos conduce al exterior, al ojo del norte. Los Norn, que recuerdan a los beórnidas de Tolkien, son la primera raza que nos recibirá. Los destructores, por su parte, nos aguardan en las múltiples mazmorras que se han introducido como novedad en esta expansión, y en las que podremos adentrarnos siempre que lo deseemos. Algunas de ellas serán parte de otros retos, otras simplemente estarán ahí para quién quiera adentrarse en busca de tesoros.

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Gráficos

Pocas variaciones en un apartado gráfico, que sigue mostrando con solvencia un nivel de detalle más que satisfactorio pese al paso del tiempo. Aun y con todo, el juego recibe una inyección de paisajes espectaculares en las nuevas zonas. El trabajo artístico, cuidado como siempre, nos llevará a recorrer escenarios inteligentemente diseñados y magníficamente aprovechados para la jugabilidad. El uso de las alturas para crear senderos ascendentes, pasajes angostos o pasarelas naturales, resulta muy adecuado en las indómitas tierras del norte. Las zonas subterráneas no impresionan menos, alternando construcciones de las diversas razas con las formas la caprichosa naturaleza. Los modelos de los personajes también lucen a buen nivel, destacando a los gigantescos Norn que, por otro lado, resultan un poco cómicos atacando con sus armas mundanas mientras se encuentran en forma de oso.
 

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Pese al buen trabajo realizado en los entornos y en los personajes, hay que remarcar negativamente uno de los puntos más comentados por los jugadores, las armaduras. Las que se han introducido son meras actualizaciones de modelos anteriores, manteniendo su forma pero con otra textura. Parece una solución bastante precipitada y que no acaba de convencer, más aún cuando el coste de la armadura para el jugador es algo elevado. Esperemos que en futuros parches se solvente  uno de los puntos más oscuros de esta expansión. También se han reutilizado una gran cantidad de enemigos de otras campañas, lo que guarda cierta coherencia en determinadas zonas del mapa, pero no en otras muchas. Un poco de imaginación no hubiera estado de más, aunque también se han introducido enemigos de nueva factura que impresionan tan sólo viéndolos y cuyo modelado es digno de elogio.

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Nuevamente es Jeremy Soule el encargado de dotar de música al universo de Guild Wars y, como en todas las ocasiones anteriores, podemos decir que su trabajo roza lo magistral. Las composiciones preparadas para Eye of the North tienen vida propia y merecen ser escuchadas tranquilamente, incluso fuera del juego. El principal cambio que se puede apreciar con respecto a anteriores bandas sonoras es el toque épico de todos y cada uno de los temas. Desde los momentos de combate, adornados con una trepidante percusión, hasta la exploración más calmada tienen su correspondencia en la lista musical de Soule. La chistera del compositor ha vuelto a funcionar para producir un bloque de temas contundente e inapelable. Una joya digna de colección para aquellos que disfruten de este tipo de bandas sonoras.


Por otro lado, los efectos de audio han recibido algunas incorporaciones, como las voces de los héroes al recibir daño, aunque en ocasiones estos sonidos suenan de forma algo extraña. También resulta llamativo el que los personajes no jugadores ahora nos hablarán al requerir su atención, contando con un doblaje al castellano solvente y bien realizado. Las voces utilizadas para los nuevos personajes se adaptan realmente bien a ellos y la interpretación no desmerece el conjunto final. Los asura se mostrarán inquietos y altivos, los enanos duros y arrogantes y los norn aguerridos y escandalosos. Una gran variedad de carácteres que queda bien resuelta en paso de las voces a nuestro idioma.


Jugabilidad

El hecho de ser la primera expansión de la serie hace de Eye of the North un producto bastante especial. Se esperaba mucho de algunas de sus características, como la sala de los monumentos, que no ha llegado a responder del todo a estas expectativas. y de la que hablaremos posteriormente. Por otro lado, la trama ha sorprendido a propios y extraños por su buen desarrollo y la capacidad para mantener al jugador deseoso de conocer el siguiente paso en la lucha por el norte. En este sentido, la duración total de la trama principal está estimada entre 12 y 15 horas, lo cual es relativamente escaso para un producto que se vende a precio casi de juego completo. Durante ese tiempo viviremos un conflicto de intereses cruzados en el que tomaremos parte para combatir a los destructores. Mientras hacemos esto, podremos obtener diversos títulos y habilidades exclusivas.


Observando desde un punto de vista estrictamente jugable, Eye of the North es una expansión que permite disfrutar de la exploración del entorno sobre todos los demás aspectos de juego. Las vastas áreas plagadas de enemigos se hacen ideales para obtener los nuevos títulos que se han incorporado en la expansión. Un detalle negativo es que para algunos de ellos se hace necesario explotar una faceta de juego poco habitual en las misiones de Guild Wars hasta la fecha, la destrucción de grandes cantidades de enemigos. Obtener puntos por destruir cada criatura requiere tiempo y resulta ciertamente cargante, aunque nadie obliga al jugador a obtener dichos títulos. Pese a todo, que se haya optado por esta opción resulta extraño en un apartado jugable que no había incorporado este estilo de juego hasta el momento. Para ayudarnos, una decena de nuevos héroes estarán a disposición, con algunas incorporaciones que nos sonarán a vieja amistad.

La última novedad de peso por comentar son las mazmorras, zonas subterráneas a las que podremos acceder una y otra vez para descubrir lo que nos aguarda en su interior. Están diseminadas por toda la geografía del mundo y resultan un buen añadido para el juego. Lástima que el nivel de dificultad fluctúe tanto entre varias zonas de la misma mazmorra, haciendo algunas un paseo y otras casi imposibles. Por otro lado, la tan ansiada sala de los monumentos nos ha dejado algo fríos por su concepción inicial. Aunque se había comentado su uso para que nuestros logros perduraran de cara a Guild Wars 2, la puesta en escena de dicha sala no es todo lo satisfactoria que se podría desear. Tras desbloquear las distintas zonas de la sala, podremos situar nuestra colección de minimascotas, o poner estatuas de nuestros héroes, entre otras acciones. Sin embargo, hay restricciones incomprensibles, como que sólo podamos tener tres esculturas de héroe cuando nuestra plantilla puede superar la veintena, que le restan utilidad y limitan su uso. Las carencias de la sala pueden ser mejoradas en un futuro, pero de momento esta característica no resulta ser más que un lugar curioso y de poca entidad a efectos prácticos. 


8

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.