Fantasy Wars, Impresiones

La estrategia se ha presentado ya de todas las formas posibles, y la más común, de entre todas ellas, es la de ejercer nuestras habilidades de liderazgo en tiempo real. Lejos quedan ya los tiempos en los que los juegos de éste género hacían uso de escenarios hexagonales. De la mano de Fantasy Wars nos disponemos a revivir aquella remota época.

Eran otros tiempos, y las ofertas de entretenimiento electrónico no eran ni tan numerosas, ni tan vistosas, ni, por supuesto, tan asequibles. Por aquel entonces, los verdaderos y expertos estrategas se reunían en torno a un tablero que representaba su campo de batalla. El terreno de duelo se dividía en hexágonos, por razones técnicas relacionadas con el movimiento de las tropas, que no vienen al caso, y los ejércitos no eran digitales ni renderizados, sino miniaturas o fichas que representaban a los combatientes.

Con la llegada de los ordenadores, se pudieron sustituir estas confrontaciones por turnos en encarnizadas batallas en tiempo real, se olvidaron los hexágonos y las fichas se relegaron al cajón de los recuerdos, para dar paso a representaciones tridimensionales de gran detalle reproducidas en un ordenador.

Algunos títulos, nostálgicos de aquellos años, quisieron llevar al nuevo terreno aquellas técnicas de juego. Hay algunos ejemplos, pero no olvidemos un título del que hablábamos hace unos meses, The Battle for Wesnoth, ambicioso juego de libre distribución, que fue analizado en Meristation, y que hoy tomaremos como una clara referencia al título que os presentamos. Todos estos ejemplos mantienen, en mayor o menor grado, la esencia de aquellos juegos originales, con dos denominadores comunes.

Primera, que el escenario se presenta dividido en hexágonos iguales, y cada hexágono representa una tipo de terreno, ya sea pradera, bosque o cualquier otro. La segunda similitud es que estos títulos no se desarrollan en tiempo real, sino mediante turnos durante los cuales cada jugador puede llevar a cabo cierto numero de acciones con cada tropa.

Según sus desarrolladores, Fantasy Wars combina las últimas tecnologías en gráficos 3D y el estilo de juego de estrategia clásico, y la verdad es que no mienten en sus afirmaciones. Después de que el maravilloso y próspero Imperio de Eolia fuera derrocado, comenzaron una serie de guerras entre diferentes reinos y facciones.

Humanos, elfos, enanos, orcos y goblins se enfrentarán en duras y sangrientas batallas por la supremacía o la supervivencia, como ya es casi tradición en la fantasía heroica. Y durante tres campañas, con humanos, orcos y con la Alianza, tendremos que decidir el curso de estas batallas a favor de nuestro bando para salir victoriosos en esta empresa. Distintas misiones se nos irán asignando con el fin de resolver estos conflictos.

La ambientación del juego no es muy original, aunque no por ello dejará de ser interesante. La fantasía medieval está muy trillada, y es muy complicado hacerse con argumentos verdaderamente innovadores. En la versión que hemos tenido oportunidad de probar, se puede tomar el control de humanos u orcos, y observamos gratamente que cada facción dispone de un numero considerable de unidades diferentes. Arqueros, milicia, máquinas de guerra o jinetes lucharán con todas sus fuerzas en el campo de batalla, e incluso unidades aéreas como águilas o bestias aladas entrarán en combate.

Por supuesto, dispondremos de diferentes héroes y protagonistas de la campaña, que deberán sobrevivir para que la misma llegue a buen final. Fantasy Wars ofrece cierto toque de de rol al permitir que las unidades ganen experiencia y compren diferentes mejoras, como mayor habilidad de combate o proyectiles envenenados. De este modo, como generales, podréis personalizar a vuestro gusto los batallones que comandáis.

Altamente jugable, puesto que es descaradamente sencillo hacerse con el control total del juego. Seleccionaremos la unidad y en ese mismo instante veremos resaltados los hexágonos hasta los cuales podremos llegar usando nuestra capacidad de movimiento.

Si estamos a distancia de combate, simplemente con un clic sobre la unidad víctima de nuestra furia,  veremos como nuestros hombres descargan toda su rabia contra el enemigo. Es importante calcular bien las bajas probables después del ataque, mediante una aproximación que podremos observar al mantener el puntero del ratón sobre la unidad que sufrirá el ataque. Si vemos que los dioses de la guerra nos son favorables, procederemos con la ofensiva. El uso de estructuras o tipos de terreno para defenderse o combatir con ventaja es un aspecto importantísimo en este juego.

Cuando suframos bajas, será posible reclutar nuevas tropas y ubicarlas en los hexágonos adyacentes a las fortalezas y villas que sean aliadas de nuestro bando. De hecho, la utilidad de pueblos y castillos es esta, además de proporcionarnos protección y botín al conquistarlas. En algunos casos será necesario tomar una ciudad como parte de los objetivos de la misión.

El terreno presenta defensas naturales, como ríos o bosques, que servirán para ralentizar el movimiento de los batallones enemigos y darnos ventaja a la hora de proteger nuestras posiciones. Es aquí donde se aprecia el toque puramente estratégico de la oferta de Nobilis y 1C Company, y en a punto es al dedicaréis la mayoría de vuestros esfuerzos.

La diferencia entre la victoria y la derrota puede estar simplemente en la ubicación de la tropa, y el experto comandante conoce a sus subordinados y los establece en las posiciones correctas. Por otro lado, el interfaz es intuitivo, y no presenta más opciones que las necesarias. Dispondremos de un mapa general del escenario, listado de tropas e informes de la misión. Todo lo suficientemente simple como para no desviar la atención de lo que realmente importa, la batalla.

Fantasy Wars es un claro ejemplo de como se pueden mejorar ciertas ideas haciendo uso de las nuevas opciones que ofrecen a los desarrolladores los avances informáticos. Si en otros títulos similares se presentaba a las unidades como elementos estáticos, que carecían, o como mucho poseían muy poca, animación, este título se aprovecha de los gráficos tridimensionales para ofrecer tropas más dinámicas. El traslado de un batallón de un hexágono a otro implicará un movimiento real de la unidad, y veremos a los soldados andando, cabalgando o volando, si fuera el caso. El aspecto en el que el título sale más beneficiado es el de las luchas.

Cuando dos ejércitos se enfrenten no veremos el típico choque de unidades, si no que la escena se asemejará más a las batallas vistas en juegos de estrategia en tiempo real. Nuestros combatientes se moverán, harán frente al enemigo y caerán en la cruel confrontación, si es necesario. Se agradece ver renovado este efecto, y favorece en gran manera al apartado general del juego.

Incluso será posible elegir el tipo de cámara o la visión de las unidades. Si la cámara está alejada, con un zoom muy bajo, veremos a las tropas con un tamaño desproporcionado, pero con el mismo dinamismo del que antes hablábamos. Si acercamos la cámara, las unidades se irán detallando, y podremos apreciar hasta el número de soldados que permanecen en cada batallón.

En este modo seremos testigos de encarnizadas luchas cuando las unidades se enfrenten entre sí, con unas animaciones variadas y proporcionales al tamaño de los elementos del entorno, como árboles y castillos. De nuevo, es importante resaltar que este es el punto más atractivo del juego, y los programadores se han ocupado con especial énfasis de que sea así. Incluso los elementos decorativos están animados, como el fuego o el humo en las ciudades arrasadas, que dan una mayor sensación de realidad al título.

Pero, a falta de apreciar la versión final del producto, esta característica sigue sin ser suficiente excusa como para justificar la compra del título, excepto para aquellos nostálgicos de la capitanía hexagonal. A día de hoy es necesario ofrecer más a los jugadores, y si lo único que puede ofrecernos Fantasy Wars son batallas simples, pero tridimensionales, la cosa pinta mal.

Aunque uno sea un verdadero fanático de la estrategia por turnos, se ve a la legua que hay títulos que rellenan mucho más, y complementan la sencillez de planteamiento o la falta de dinamismo con otras opciones, como mayor variedad de unidades o campañas. Fantasy Wars dispone de 9 tipos de ejército y más de 70 tropas, que evolucionan con la experiencia y mejoran, pero si el juego peca de sencillo de algunos aspectos, habría sido generoso por parte de los programadores ver aumentada considerablemente el número de opciones disponibles, de manera que cada experiencia de juego fuera realmente única.

La verdad es que el título de Nobilis se parece enormemente a The Battle for Wesnoth, pero sin tantas ventajas. Este último ha sabido ganarse al público con originalidad, sencillez y gran cantidad de opciones. Fantasy Wars se presenta como una clara opción para los amantes de la estrategia casi pura, pero no supone una atracción para el resto de jugadores, puesto que la escasez de características que oferta hará dudar de si este juego es una compra obligada. Visto lo visto en la previa, los desarrolladores deberían trabajar en publicar otras ventajas adicionales, como mayor número de campañas o tropas, o incluso un editor de escenarios y campañas. De esta manera se podría conseguir embellecer un título que ahora mismo nos llega con gracia, pero con la previsión de convertirse en algo repetitivo y rallando lo aburrido.

En resumen, nos encontramos ante una oferta con ideas originales, que puede ser digna de instalación en nuestros equipos, pero que no presenta las suficientes innovaciones, ni la variedad necesaria como para serlo sin tener, ni siquiera, que plantearse esta cuestión. Esperemos a ver la versión final para decidirlo.