Table Tennis se adapta a Wii tras su paso por Xbox 360. Podría parecer a priori un cambio algo complejo, pero desde luego no se puede negar que la idea de emplear el mando de la máquina de Nintendo para un juego de tenis de mesa resulta atractiva, sobre todo tras ver el funcionamiento con el tenis de Wii Sports. En esta edición de la GC hemos podido poner las manos encima de esta adaptación.
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Lo primero que llama la atención al ponerse delante del juego es lo bien que se ha adaptado visualmente a una máquina menos potente. No tiene los numerosos pequeños detalles de Xbox 360, pero se muestra sólido, con personajes bien definidos y animados a la perfección, mesas que transmiten su presencia y la perfecta dinámica de la pelota.
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Si se hace un detalle minucioso, se encuentran numerosas y algo más que evidentes diferencias visuales entre versiones, como cabría esperar, pero como ya hemos dicho, en un primer vistazo, y lo que es más importante, durante el juego, pasan completamente desapercibidas, permitiendo disfrutar de la experiencia de Table Tennis en todo su esplendor.
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El sistema de control, punto fuerte del título en su adaptación a Wii, resulta en un primer momento algo complejo de controlar. Ponerse en la piel del tenista requiere paciencia y práctica para poder llegar a realizar los saques con éxito y a saber devolver la pelota. Hay que ajustar mucho los tiempos y conocer bien los movimientos, y lleva unas partidas llegar a conseguirlo.
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La idea es más o menos la siguiente: para sacar, se deja el A pulsado, y con un movimiento rápido hacia arriba, se inicia la barra de potencia; soltando el A y haciendo un movimiento horizontal, se saca (con la potencia según el momento en el que le demos en la barra). Parece sencillo, pero los primeros intentos pueden quedar demasiado cortos. Para responder a los ataques del rival, el juego resulta mucho más sencillo: basta con hacer un clásico movimiento horizontal o vertical y se lleva a cabo la acción de golpear. Los personajes se mueven solos, intentando adaptarse a la que consideran la mejor posición para recibir la pelota, aunque eso sí, se les puede engañar con los efectos especiales característicos del título.
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Estos se introducen mediante la cruceta del mando de Wii. Tan sencillo como pulsar izquierda, derecha, arriba o abajo para orientar la pelota a un lado de la mesa, tal y como en Xbox 360 se hacía con los botones. El resultado es idéntico al de la máquina de Microsoft, aunque al no tener control sobre el personaje resulta más sencillo poder cortar su desviación.
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Se percibe también, quizás lo más llamativo para los que conocen el juego, una ligera bajada de la velocidad y del ritmo del juego. Esto se debe principalmente a que, en su versión Wii, se deben realizar movimientos más elaborados y que requieren más tiempo de realización y de reacción. A mucha gente le costaba hacerse con el ritmo para golpear la pelota, por lo que esta bajada de velocidad era necesaria.
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Por lo demás, el juego es idéntico, con sus repeticiones espectaculares y su puesta en escena única. Table Tennis es sinónimo de diversión pura y directa, y las diferencias, obvias por el paso de 360 a Wii, son mínimas a efectos prácticos. El sistema de control resulta muy cómodo e intuitivo una vez controlado, aunque parece que requerirá un par de partidas llegar a hacerlo. Sin duda, promete ser un muy atractivo 'hermano' para Wii Sports tan, o más, divertido.
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