La saga Midnight Club regresa unos años después de su aclamada tercera entrega para volver a satisfacer a los aficionados a las carreras callejeras y el mundo del tuning
El tiempo transcurrido no ha sido en vano, ya que consigue ofrecer una importante gama de novedades que se añaden a lo ya visto en anteriores entregas de la saga, y que hemos podido disfrutar en su versión Xbox 360 en Leipzig. El subtítulo del juego, Los Angeles, es un reflejo de la ciudad en la que se desarrollará la acción, y que está representada de forma muy detallada en un completo y complejo mapa al que tendremos acceso de forma tridimensional para situarnos y para ver dónde se encuentran otros coches a los que podremos enfrentarnos en competiciones callejeras varias.
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La recreación de la ciudad es más que interesante, con un importante número de elementos en pantalla, tales como vehículos, farolas, cafeterías o edificios con sus propios detalles. Aunque aún no se han incluido los peatones (al juego todavía le faltan muchos detalles por completar antes de ser lanzado), se consigue ya transmitir una sensación de ciudad viva, y la ausencia de los mismos se podía obviar fácilmente ante la sensación de que tenían su lugar ya reservado en el escenario.
La base de Midnight Club son las carreras urbanas, y para tal fin contaremos con una serie de vehículos que podremos adecuar a nuestro antojo. Como suele ser habitual, empezaremos con gama baja e iremos subiendo de calidad comprando nuevos coches más potentes. Para personalizarlos tendremos un garaje que todavía no estaba implementado.
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En la demostración pudimos ver tres vehículos, con distintos atributos, llegando a contar incluso con un Lamborgini de gama alta, y con cada uno de ellos se nos mostró una carrera. Para las carreras, bastará con acercarse a un vehículo con indicación de que cabe la posibilidad de retarle y darle luces. Si acepta la competición, se procederá al enfrentamiento, aunque también habrá otros tipos de carreras. Durante las mismas no desaparece el tráfico, sino que estará siempre presente, y el evitar o sufrir un golpe contra una furgoneta puede suponer una más que importante diferencia entre ganar la carrera o acabar llegando el último. La impresión que da, en un primer vistazo, es la de ser un título bastante exigente, aunque también hay que reconocer que nuestro anfitrión seleccionaba niveles de dificultad elevados.
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Un detalle curioso de las carreras es el hecho de que no existe una sola ruta a seguir, y que podremos seleccionar diversos atajos (o caminos más largos) que proporcionarán ventajas (o desventajas). Eso sí, requerirá un buen conocimiento de la ciudad para poder saber por dónde avanzar de forma segura y rápida hacia el siguiente punto de control. Después de cada carrera se reciben puntos de reputación acordes con la posición alcanzada en la misma, y que servirán para hacer compras posteriores.
En las carreras, o incluso visitando la ciudad, se pueden sufrir daños en el coche (más bien, es lo más normal) que repercutirán en el control del vehículo. Para solucionarlo se ha introducido una rápida opción de arreglar el vehículo al momento, aunque será un remiendo rápido que supondrá perder la pintura o incluso los adornos que tuviésemos en el mismo. Para grandes arreglos, toca ir al garaje. Posiblemente la mayor novedad de Midnight Club Los Angeles sea el hecho de que ahora se cuenta con ciclos completos de 24 horas, no sólo con competiciones nocturnas. Esto repercute en diversos aspectos del juego, como por ejemplo el nivel de tráfico en la calle, menor en plena noche que a media mañana. También se ha confirmado que habrá cambios climáticos, aunque no de qué tipos ni cómo afectarán al desarrollo de la partida.
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Visualmente nos encontramos con un juego que explota el motor de Grand Theft Auto IV, algo que se percibe en la forma de representarse las ciudades, bastante similares. Escenarios muy sólidos, que se pierden en el horizonte cargados de detalles, variedad de vehículos, espectaculares colisiones, destrozos en la carrocería, velocidades de vértigo a través de callejones estrechos... todo está representado con cuidado y precisión. Incluso es posible acceder a una vista interior muy realista, con las agujas moviéndose y los espejos retrovisores reflejando el fondo. Midnight Club Los Angeles todavía tiene que completar varios aspectos de su desarrollo para poder llegar a mostrarse en toda su plenitud. Sin embargo, no podemos evitar mostrar el entusiasmo que ha despertado la demostración que hemos visto hoy, que mostraba un juego vivo, pleno de detalles y de opciones, veloz y realista, que incita a querer conocer todos sus secretos.
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