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Guitar Hero: Rock de los 80

Guitar Hero: Rock de los 80

  • PlataformaPS27
  • GéneroSimulación
  • DesarrolladorRedOctane
  • Lanzamiento20/08/2007
  • TextoInglés
  • VocesInglés
  • EditorActivision

No controles

La expansión ochentera de Guitar Hero llega a nosotros para intentar hacer más soportable la espera hasta la tercera parte de la serie. Rock de los 80 ofrece una treintena de temas clásicos de la época y una estética propia para los personajes. Los 80 vuelven, pero no convencen.

Actualizado a

Buenas intenciones

En el momento de conocer el lanzamiento de esta expansión para Guitar Hero II la comunidad de jugadores se revolucionó esperando con ansias más contenido para poner a prueba su habilidad. El vacío temporal entre la segunda parte de la serie y la esperada tercera, que llegará a final de año, se antojaba largo para los aficionados. Por ello, el anuncio de RedOctane y Harmonix, en aquellos momento todavía pareja comercial, resultó más que jugoso para los ávidos de nuevas canciones y retos que superar. El hecho de ambientarse en la década de los ochenta ha propiciado el interés de los jugadores más veteranos, que encontrarán en Rock de los 80 la respuesta a las peticiones realizadas a la compañía solicitando temas más antiguos. En conjunto, y como comentamos en nuestras impresiones, la lista final tiene temas interesantes y de complicada estructura jugable pero en general se queda bastante corta. Preferencias personales al margen, la realidad es que  falta algo más de energía en la selección, cuyo versionado tampoco llega a deslumbrar. Así, la treintena de canciones sirve para entretener a los más entusiastas de la saga y para satisfacer a los enamorados de la época, pero poco más.

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Quien sabe si por la ruptura entre ambas compañías, esta expansión parece hecha de forma apresurada y con poco entusiasmo. Aunque hablaremos de ello posteriormente, hay muchos detalles que dan esta impresión al fijarnos en puntos como los cambios visuales o la nula evolución en modos de juego o añadidos. Por suerte, al ser un spin-off de Guitar Hero 2, la expansión mantiene intactos los detalles positivos, como la zona de  práctica o las modalidades competitivas. Simple y llanamente, nos encontramos con una versión algo modificada de GHII en la que la lista de temas se ha alterado completamente para acortarla a casi la mitad y para incorporar un diseño de personajes acorde con la época en la que se inspira el producto. A pesar de ello, el juego consigue mantener al usuario pegado a la guitarra hasta completarlo, lo que tampoco nos llevará mucho tiempo si somos habituales de la serie.

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Gráficos

El apartado visual es junto al repertorio de temas la única modificación existente en esta expansión respecto al juego original. Los personajes presentan un diseño coherente y extravagante, fiel a los cánones artísticos del pasado, y que deja buen sabor de boca al verlos moverse sobre el escenario. Lástima que la plantilla de músicos se limite a una versión reducida de cinco más el grim ripper, después de ser desbloqueado. Los músicos que nos acompañarán sobre el escenario tampoco parecen haber acusado los veinte años de diferencia entre épocas, mostrando modelos idénticos a los de Guitar Hero II. Resulta curioso ver a nuestro personaje totalmente transformado en un artista glam mientras el resto de nuestra banda porta atuendos que rompen totalmente la magia de la representación. Se echa de menos algo de coherencia en este sentido, que refuerza la sensación de encontrarnos frente a un producto acabado demasiado deprisa.

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Más de lo mismo en los escenarios, que cuentan con cambios realmente mínimos en su aspecto, ofreciéndose los mismos que ya conocíamos. Los observadores notarán algunos añadidos en los entornos, como motivos en forma de pintadas u objetos que aparecen en una posición donde antes no existían. En conjunto, parece que estemos tocando en los mismos lugares sin modificar, ya que los añadidos son extremadamente superficiales y simples. Ni una nueva localización para tocar parece algo demasiado pobre para la expansión de uno de los simuladores musicales de más éxito en los últimos tiempos. Una lástima que no se haya trabajado más este aspecto, del que podría haber resultado un producto mucho más vistoso y agradable para el jugador habitual. Los menús y la intro del juego si que reflejan apropiadamente el cambio, contando con una estética más colorida que los habituales.

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La lista de temas elegidos contiene una selección interesante y que cuenta con grandes nombres como Iron Maiden , Anthrax, Poison o Skid Row. Lo cierto es que se combinan temas punteros con otros no tan destacables para lograr un recopilatorio que satisfará a unos y disgustará a otros. Independientemente de gustos y preferencias, lo importante para el jugador es saber cómo se han trasladado estos éxitos hasta la guitarra que utilizamos. Sobre esto hay que decir que la fidelidad de las pulsaciones respecto a los temas que estamos tocando es elevada, encontrándonos con escalas casi enfermizas en los últimos temas del juego. El resto de canciones, los cinco primeros bloques de los seis que contiene el juego, no muestran grandes dificultades a en cuanto al planteamiento las de notas. Lo que si se deja notar es el versionado, que en ocasiones se aleja bastante del tema original, sobre todo en cuanto al aspecto vocal del mismo. Salvo el mencionado último grupo de canciones, el resto de los temas pasará sin pena ni gloria por nuestros dedos, pese a encontrar grandes éxitos entre ellos.


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Los efectos sonoros se mantienen inalterados desde el juego de origen, resultando correctos en su totalidad. El familiar sonido de las cuerdas nos volverá a acompañar al fallar una nota, de la misma forma que los gritos del público al tocar un bis. Sobre el resultado definitivo, el que las canciones no inviten a volverlas a jugar es un síntoma de que el nivel de calidad alcanzado no es el logrado en los dos juegos anteriores. Aún y con todo, Rock de los 80 mantiene el interés del aficionado con un último bloque bastante brillante, donde destacan sobremanera los dos temas que cierran la selección, Caught in a Mosh y Play With Me de Anthrax y Extreme, respectivamente. Junto a ellos, Electric Eye de Judas Priest, Seventeen de Winger y Police Truck de Dead Kennedys, aportan algo de interés a la recta final del modo historia. Por otro lado, la ausencia de canciones extra colabora en que la tracklist definitiva quede algo huérfana en cuanto a cantidad, algo que se deja notar a largo plazo.

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Jugabilidad

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Hay cierta evolución respecto a GHII en lo que respecta a la dificultad de las canciones y las mecánicas de juego habituales. Si bien la gran mayoría de temas mantienen un nivel bastante similar al de la primera y segunda parte, se incorpora una pequeña proporción desafiante incluso para el más habilidoso. El crecimiento de los acordes de tres notas es algo que ya habíamos comentado en nuestras primeras impresiones, y que puede chocar un poco para los jugadores habituales. En esta expansión se llega incluso a abusar de ellos, encontrando temas que están literalmente repletos de triples. El juego se comercializa también en forma de pack con la guitarra, aunque por su nivel de contenido no resulta idóneo para los jugadores inexpertos, que encontrarán un producto mucho más redondo en Guitar Hero II.

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El modo carrera comprenderá recorrer seis bloques de canciones, cada uno visitando un escenario distinto y con los correspondientes bises pedidos por el público y que será obligatorio realizar para continuar con el juego. Además de este modo, contaremos de nuevo con la posibilidad de jugar los temas sueltos, practicarlos y acceder al tutorial o enfrentarnos a otro jugador de forma competitiva. La tienda, aparece en esta ocasión extremadamente vacía, y sólo podremos adquirir guitarras y acabados para las mismas, además del acceder a un único personaje desbloqueable. No existen novedades en la lista de instrumentos que podemos adquirir, que repiten al cien por cien desde Guitar Hero II, al igual que sus acabados. De nuevo, no hubiera estado de más el añadir algún motivo relativo a la época para aplicar a nuestras inseparables compañeras sobre el escenario.


7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.