Una nueva primera parte

Hace ya dos años que desde el estudio de ATLUS sorprendieron al mundo con un título completamente novedoso para la portátil de Nintendo. Trauma Center: Under the Knife contaba la historia de un joven doctor y de sus primeros pasos en el mundo de los quirófanos junto al resto de sus compañeros. La trama se centraba únicamente en el mundo de la medicina y las relaciones personales entre los doctores, tratando temas tan espinosos como la eutanasia o el suicidio con una delicadeza y una sencillez magistral.

Este sistema de juego que se podía ver por primera vez en una consola convirtió a Trauma Center en todo un superventas, haciendo que hasta el menos habilidoso pudiese emular al mejor cirujano vascular del mundo en una operación a corazón abierto. Por lo tanto, teniendo en cuenta su gran éxito en Nintendo DS, no cabía duda alguna que el Doctor Stiles y el resto de compañeros se iban a pasear por la nueva consola de Nintendo, donde su revolucionario control podría hacer que la sensación de inmersión y de precisión fuesen superiores a la primera entrega.

Esta segunda incursión de los cirujanos en Wii, pese a lo que se pensaba en un principio, no es una aventura completamente nueva, si no que nos presenta otra vez la misma historia que ya disfrutamos en la primera entrega, más unos cuantos añadidos creados especialmente para la ocasión. Para su debut en la Next Gen se han retocado algunos aspectos que faltaban por pulir en el original, incluyendo un par de extras que hiciesen de este remake 1.5 un juego lo suficientemente atractivo para que los que ya lo jugaron en DS se decidiesen a volver a coger el bisturí.

Como ya hemos dicho, nuestra misión será la de tomar el control del nuevo cirujano que acaba de entrar en la plantilla del hospital Esperanza. A través de sus manos, y siempre con la inestimable ayuda de nuestra enfermera, tendremos que superar las operaciones que se vayan presentando en nuestro día a día. Dichas intervenciones se realizarán de la forma más real posible, aunque siempre evitando el morbo de la casquería o de la sangre fácil que nos ofrecen otros juegos. Por lo tanto, si sois sensibles a las escenas más fuertes que pueden suceder en un hospital, no tendréis por que tener miedo a este título,  ya que todos los procedimientos se realizan de una forma nada desagradable, apta para todos los públicos mayores de 12 años.

Esta epidemia está formada por seis tipos diferentes de virus, los cuales son completamente diferentes unos de otros y tienen un procedimiento distinto para su eliminación. Kyriaki, Deftera, Triti, Tetarti, Pempti, Paraskevi y Savato serán nuestros principales enemigos, y a partir de la segunda mitad del juego, el doctor Stiles se centrará exclusivamente en curar estas enfermedades y su variantes, mientras que la doctora Weaver se dedicará a realizar las nuevas operaciones de esta entrega, como reconstruir un brazo roto, hacer un transplante de hígado, o curar a un accidentado de coche dentro de un túnel teniendo que recurrir a una linterna para iluminar la zona a operar.

El juego solo cuenta con el modo historia, el cual dura unas ocho horas aproximadamente, aunque las misiones alternativas de Nozomi y especialmente las seis operaciones X de nivel profesional seguro que nos tendrán enganchados mucho más tiempo, ya que el acabar de una vez por todas con el virus más mortífero que ha conocido el hombre no va a ser ni de lejos una tarea rápida y sencilla. En total suman más de cincuenta intervenciones, siendo las diez últimas especialmente largas y difíciles (De 10 minutos cada una), así que la vida del juego puede llegar perfectamente a las dos semanas hasta que nos lo queramos pasar al 100% por primera vez.

Nos fijaremos especialmente en este detalle cuando comencemos nuestra primera partida los que ya hayamos jugado a Under the Knife, ya que pondremos en duda por unos instantes que nuestra adolescente enfermera Angie sea la misma persona que en la versión portátil parecía una niña. Tendremos la sensación que los casi dos años entre ambas versiones hayan transcurrido realmente para nuestros personajes, los cuales ahora son mucho más adultos y estilizados.

En el apartado sonoro nos encontraremos con otra de las novedades del título. La BSO sigue intacta, con melodías muy variadas y de excelente calidad en las escenas entre operaciones y con el tema principal de fondo durante las intervenciones. El añadido lo podremos escuchar durante las escenas preoperatorias, donde de vez en cuando los personajes nos deleitarán con su voz, diciendo alguna frase importante o con las típicas coletillas antes de comenzar una operación. Durante las mismas, la enfermera Angie tendrá más importancia, comentándonos oralmente en cada momento la situación del paciente, datos sobre la GUILT, avisándonos si es necesario, o felicitándonos al acabar la operación.

Aquí tenemos uno de los apartados que hizo grande a Under the Knife. La precisión que se conseguía con el stylus, el cual nos ofrecía hasta diez funciones diferentes para realizar durante las intervenciones, se ha traspasado exitosamente a Wii, donde todo el peso jugable recae sobre el Wiimote. Con él ejecutaremos las acciones importantes apuntando a la pantalla. Haremos incisiones, coseremos heridas, pondremos inyecciones... Mientras que el Nunchaku nos servirá para escoger qué tipo de acción queremos hacer en cada momento.

El gran pero de este sistema lo encontraremos en la propia sensibilidad del stick analógico. Suponed que tenéis solo un par de segundos para coger las pinzas y sacar un tumor a la bandeja antes de que este arraigue de nuevo. Ahora, teniendo en cuenta que las pinzas están en la diagonal izquierda superior, y el bisturí justo debajo en la dirección izquierda, imaginaros qué pasará si no hacéis una diagonal perfecta y con las prisas cogéis el bisturí por error para 'sacar' el tumor.

Las acciones a realizar con el Wiimote son igual de cómodas y sencillas que lo eran con el stylus. En ellas tendremos que apuntar a pantalla y pulsar los botones A o B para realizar la acción deseada, consiguiendo una precisión milimétrica que nuestro paciente a buen seguro agradecerá. Solo un par de maniobras echarán mano del sensor de movimiento para reconocer la profundidad de nuestras acciones, y son la nueva técnica del desfibrilador, en la cual tendremos que acercar los dos mandos hacia la pantalla y pulsar los botones en el momento justo, y en la prueba de la bomba, donde tendremos que sacar y meter unas clavijas con el mismo movimiento de acercamiento/alejamiento.

¿Mejor con el Stylus o con el Wiimote? Esta será una de las preguntas que muchos de vosotros os haréis, y que por desgracia, no tiene respuesta objetiva. Cada uno de los controles tiene sus pros y sus contras, siendo más idóneo cada uno de ellos para determinado tipo de acciones. Dejando de lado la comparativa, y en lo que respecta a la versión que hoy nos ocupa lugar, diremos que el control con el Wiimote es muy sencillo, intuitivo y cómodo. El único inconveniente se encuentra en la parte que le toca al Nunchaku, el cual nos dejará vendidos en más de una ocasión en la que tengamos que ir a cien por hora si no queremos que el paciente se quede en la mesa de operaciones.

Trauma Center: Second Opinion es el mejor ejemplo de cómo se debe de hacer un port de una consola a otra. La versión DS había dejado el listón muy alto, con un título completamente original que exprimía al máximo las capacidades táctiles de la portátil y que solo fallaba ligeramente en el apartado sonoro y en su excesivo por momentos nivel de dificultad. Sin embargo, los usuarios de Wii no se van a quedar atrás con su versión, ni mucho menos. Las mejoras a nivel gráfico, sonoro, las misiones e historia alternativas de Nozomi, un capítulo entero con 7 misiones extras exclusivo para esta versión, el poder cambiar el nivel de dificultad en todo momento... Son muchos los elementos que hacen que esta versión sea tan atractiva o incluso más que la original, siendo igual de apta tanto para los que ya erradicaron la GUILT en la portátil, como para los que vayan a enfrentarse con ella por primera vez.

Solo un par de puntos negros ensombrecen el acabado final del juego. Y es que el hecho de que no hayan creado una nueva historia casi dos años después de la salida al mercado del original, y tan solo un año después de su salida europea, puede hacer pensar a más de uno que el juego solo haya salido a la venta para aprovechar el tirón inicial de Wii y que no merezca la pena o no aporte nada respecto a la versión original. Eso, junto al control demasiado poco fiable con el stick, el cual nos dejará vendido en más de una ocasión, son las únicas pegas que podemos achacar al título.

· Sigue siendo igual de original y divertido que su 'primera parte'.
· Nueva oportunidad de descubrir este juego para los que no hayan jugado a su versión DS.
· Una historia profunda, trabajada y más extensa que la original.
· Su precio, alejado de los típicos 60 euros del resto de novedades.
· Que esta racionalización de los must have desde Nintendo haga que cada 30 días tengamos nuestra dosis mensual de títulos imprescindibles.