Stranglehold, Impresiones

La acción estilizada del director de cine John Woo se acerca a los videojuegos con Stranglehold, secuela directa de su película Hard Boiled y que, desde ayer, podemos probar en Xbox 360 mediante una demo de 1.2 Gb dispuesta en el Bazar de Xbox Live. Os la descubrimos al detalle.

La demo del título de Tiger Hill Games va directa al grano: han raptado a un policía y sus compañeros de profesión han de localizarle. Las primeras informaciones indican que la localización de los secuestradores es bastante clara, y pese a tener toda la pinta de ser una trampa, eso le es indiferente a nuestro héroe, el inspector Tequila, diseñado con los rasgos del actor habitual de John Woo, Chow-Yun Fat.

Tras una serie de vídeos aparecemos en un callejón. Es el momento para probar los controles: Tequila dispara con el gatillo RT, puede entrar en el ‘Tiempo Tequila' (ralentizar la acción) con LB, recogemos armas con B y nos agachamos oprimiendo el stick izquierdo hacia abajo. Podemos descubrir, también, que acercándonos a una superficie nos deslizaremos sobre ella. Esto es, a grandes rasgos, el primer contacto a nivel de control con un título que desde el minuto uno aporta acción y frenetismo a partes iguales.

Los primeros enemigos son simples matones que aparecen en grupos y caerán ante nuestras furiosas pistolas fácilmente. Stranglehold premia la ‘espectacularidad', así que obtendremos una serie de estrellas según el tipo de muerte que le hayamos dado a nuestro rival. Si le disparamos en la cabeza, la pierna, el hombro, o mientras saltamos en tiempo Tequila, dependerá a la hora de otorgarse dichas estrellas, que van directamente destinadas a la potenciación y obtención de habilidades de Tequila.

El entorno toma un papel importantísimo en el juego. En la demo puede descubrirse esto desde el primer momento: podemos destrozar cajas, alimentos del mercado, e incluso las paredes o las fuentes se desprenden si las acribillamos a balazos. El estilo de acción se hereda de las cintas del director, sin restricciones; pero la interactividad no se queda en la simple destrucción de objetos decorativos. También encontramos diferentes zonas del mapeado que podremos usar como ‘armas': por ejemplo, si disparamos a los carteles que pueden estar sobre un enemigo -un indicador de una calle, un rótulo de una tienda- caerán sobre ellos y los aniquilarán.

Este elemento suma un gran dinamismo a los enfrentamientos con arma de fuego, sin limitar todo a correr y disparar, además de contribuir a que nuestros cargadores no lleguen a cero -algo fácil en niveles altos de dificultad-. De inicio, la demo comienza sin ningún tipo de habilidad aprendida, pero a medida que vayamos consiguiendo estrellas se irán desbloqueando nuevas técnicas. La primera nos permite utilizar el medidor de ‘Tiempo Tequila' a modo de botiquín, restaurándonos una porción de vitalidad.

Tras adquirir la habilidad y acabar con los tres matones, nos dirigiremos al siguiente distrito. Seguimos en la búsqueda del policía y un tal Uni9 posee información que nos interesa. El mapeado abre nuevas posibilidades a las ya comentadas, por ejemplo, podemos deslizarnos por pasarelas mientras disparamos a nuestros enemigos, e incluso podemos destrozar postes de teléfono que harán de caminos improvisados a nuevas zonas.

Entre cada punto de control encontramos un vídeo, una secuencia con el sello Woo en la que la acción más frenética y estilizada se adueña de la pantalla. El primer vídeo es una muestra de ello: Tequila llega a un mercado repleto de gente, enciende un cigarro y busca a los secuestradores. Ve alguien sospechoso al fondo, éste saca un arma y empieza la masacre; la acción vuelve, en este punto, a Tequila. Ya estamos controlándole y descubrimos el segundo arma que se permite usar en la demo, una escopeta de doce balas. La recogeremos matando a quien la tiene y acercándonos a su cadáver.

La demo mantiene el nivel de tensión y acción bien calculado, intercambiando escenarios como una carnicería, un mercado y las distintas calles de Hong Kong. Tras acabar con todos los enemigos del último punto de control, llegaremos a un bar. Tequila pide una copa y, desde las alturas, un par de Yakuza le están observando: están realizando un trato y no quieren que él se inmiscuya. La demo finaliza, ahora, dejando la intriga de cómo finalizará el tiroteo que acaba de ocasionarse en el local.

Tras superar la demo en cualquiera de los dos niveles de dificultad predeterminados (fácil y normal) se desbloquea un tercero, difícil. La fase es la misma, y únicamente cambia en que Tequila cuenta desde el primer momento con las dos habilidades anteriores (Botiquín y Puntería Precisa) y una tercera, ‘Furia', que nos da inmunidad temporal sobre los ataques enemigos y nos permite disparar ráfagas de balas sin ser del cargador básico de nuestras pipas. Por lo que parece, la diferencia entre los diferentes niveles de dificultad únicamente atiende a la aparición de más enemigos y que causan más daño con sus disparos.