Heavenly Sword, Impresiones versión final

Un mes y medio antes de su lanzamiento, probamos la versión final de Heavenly Sword donde comprobamos el excelente nivel del título de Ninja Theory junto con mejoras puntuales efectuadas y algunos nuevos detalles que el estudio tenía bien guardados. PlayStation 3 recibirá después de las vacaciones a Nariko, la portadora de la espada celestial, la diosa.

Dentro del último trimestre del año en el que Sony tiene preparados títulos muy potentes desarrollados por sus estudios internos, hay dos que destacan por encima del resto. Y con el permiso de Uncharted: Drake's Fortune, es Heavenly Sword el que por estética y nivel de producción resulta más atractivo, perfilándose como una de las compras fijas para los poseedoras de una PS3 con un catálogo de software muy austero. Desarrollado por el estudio anteriormente conocido como Just Add Monsters -creadores de Kung Fu Chaos para Xbox- renacido bajo el nombre de Ninja Theory, la semana pasada pudimos comprobar las evoluciones de Heavenly Sword visitando las dependencias de la desarrolladora en Cambridge, justo en el mismo edificio que el mítico estudio que rubricó MediEvil o Primal.

Allí pudimos pasar un día entero, recorriendo las diferentes facetas del proceso de creación de Heavenly Sword; charlamos con los fundadores de Ninja Theory Tadeem Antoniades y Nina Kristensen, compartimos bocetos y diseños con Alessandro Taini, el padre de Nariko, contemplamos el avanzado proceso de captura de movimientos y su dirección artística dirgida por Andy 'Gollum' Serkis, las coreografías y sus fuentes de inspiración, escuchamos el doblaje íntegro en español así como el sampleado de efectos de sonido y probamos la versión review, que a falta de seguir siendo pulida, puede calificarse de final. Una jornada muy productiva que desde MeriStation hemos creído oportuno desgranar en toda una semana, abriendo la puerta a un tipo de contenido al que daremos continuidad en títulos de otras plataformas.

Heavenly Sword es un juego al que se le ha comparado desde su concepción misma con God of War. Es fácil establecer una analogía entre ambos, porque igualmente nacen de una producción interna de Sony, tocan el género de la acción y sus protagonistas son tremendamente carismáticos. Pero mientras la odisea de Kratos encaja más con una película como Furia de Titanes, la aventura de Nariko lo hace, siguiendo con el símil cinematográfico, con Tigre y Dragón. Es un título en el que más allá de sus combates y momentos de acción, los escenarios transmiten paz mediante la belleza de las localizaciones, repletas de influencias asiáticas.

De hecho el factor cinematográfico se ha cuidado al milímetro en Heavenly Sword precisamente para poder ofrecer una experiencia a caballo entre la interactividad del videojuego y la emotividad que transmiten los actores en las películas. Para ello, Andry Serkis -actor que dió vida a Gollum y a King Kong- se unió al proyecto como director dramático y supervisó las sesiones de captura de movimientos, enfatizando el componente interpretativo. En total, seis semanas en los estudios australianos de WETA, quienes han desarrollado una técnica que permite capturar movimientos coporales, faciales y voz al mismo tiempo -antes debía hacerse por separado-. El resultado puede contemplarse en las escenas cinemáticas generadas por el motor del juego, donde los personajes adquieren gestos, reacciones y expresiones muy humanas. 

La historia, cuyo arranque se desgranará en seis cortos de animación disponibles en la PlayStation Store con una estética muy a lo "300", gira en torno a la Heavenly Sword, una espada sagrada, reliquia del mundo antiguo forjada por la sangre de un guerrero divino que descendió de los cielos para liberar al mundo de la oscuridad. Durante siglos, muchos han tratado de empuñar la espada, pero todos han muerto en días por la maldición que pesa sobre la hoja. Sólo el elegido, un valeroso guerrero de corazón puro, puede portarla sin perder la vida. Y según la profecía, el día en el que el elegido debía nacer en el seno del clan que protege la Heavenly Sword, una mujer dió a la luz a una niña de nombre Nariko. El augurio no se cumplió.

Veinte años después, el Rey Bohan, un megalómano obsesionado por la Heavenly Sword, reúne un formidable ejército con el que subyugar uno por uno a los clanes que habitan la región que custodia la espada para finalmente hacerse con ella. Con sus tierras devastadas, sus hermanos sometidos y su padre tomado como prisionero, Nariko decide empuñar la espada maldita antes de ser saqueada, aún a sabiendas que ésta terminará por arrebatarle la vida, e iniciar su búsqueda de venganza contra Bohan.

Junto a contemplar con detenimiento el apartado gráfico, de lo que hablaremos más adelante, pudimos poner a prueba y con detenimiento el sitema de juego, que se asienta en tres estilos de combate diferentes. La Heavenly Sword puede emplearse de tres formas distintas; como dos espadas empuñadas una en cada mano, como una sóla hoja a dos manos y como hojas unidas a una cadena, exactamente igual que como las Espadas de Atenea de God of War.

Cada estilo ofrece un tipo de goles y combate diferente; el primero es el más equilibrado, veloz y con daño moderado, mientras que el tercero es ideal para las largas distancias y el segundo, aunque lento, permite romper la guardia de los rivales. Con los gatillos se cambia de estilo de combate rápidamente, permitiendo realizar los combos de cada estilo en el momento adecuado. Al margen de estos combos existen presas, contraataques, combos aéreos y superataques. Los combos aéreos añaden un punto de interactividad, ya que para iniciarlos es necesario dar un golpe exacto al enemigo -L1 más cuadrado- y justo en ese preciso instante, mover el SixAxis hacia arriba con una sacudida -tal cual como si fuera el enemigo- tras lo cual podremos continuar golpeando al rival.

Los superataques, como su nombre indican, son movimientos demoledores que con una secuencia predefinida, ejecutan a los rivales. Dependen de que se rellene un marcador que aparece en la esquina superior izquierda y que sube a medida sumamos más muertes. En general, el combate transmite más sensación de coreografía en los golpes de Nariko que en los de Kratos, y además, resulta más espectacular al incluir movimientos especiales en los que la cámara cambia de ángulo y se activa un modo bullet-time que ensalza la escena.

Pero Heavenly Sword no son únicamente momentos de combates frenéticos. Incluye pequeñas dosis de exploración -que son más un recital gráfico que tener intencionalidad aventurera-, secciones de puzzle -normalmente basadas en accionar mecanismos a distancia- y auténticos niveles extraídos directamente de un shooter en tercera persona. En estos últimos toma relevancia el segundo personaje jugable, Kai, hermana adoptiva de Nariko, que está equipada con una ballesta, aunque la propia Nariko no tiene ningún reparo en agarrar un lanzamisiles o un cañón y repeler a las huestes de Bohan o a sus gigantescas máquinas de guerra.

En este punto aparece otro de los inteligentes usos que Ninja Theory ha dado al SixAxis; la conducción de proyectiles. Una vez se disparan tanto flechas como misiles o balas de cañón, es posible controlar su desplazamiento inclinando el mando hacia la dirección deseada mientras una cámara se sitúa justo detrás del proyectil. Lo cierto es que ya en la versión preview que Sony nos hizo llegar de Heaveny Sword esta característica funcionaba especialmente bien, muy intuitiva y cómoda -aunque ligeramente cansada en los niveles más largos- pero apreciamos un ligero retardo en la respuesta, algo que se ha corregido en la versión final.

Heavenly Sword está dividido según una estructura de actos, seis en total, y misiones, 48, que pueden seleccionarse individualmente desde el menú principal o que si se sigue la historia no tienen interrupciones y continúan una tras otra de forma contínua y fluida. Como en todo título que se precie, también aparecen enemigos finales, papel que encarnan los lugartenientes del ejército de Bohan, como la mujer serpiente Whiptail, el mercenario Flying Fox o el mismo príncipe, hijo de Bohan.

Gráficamente Heavenly Sword abandera perfectamente lo que debe representar un título de segunda generación de PlayStation 3; fluido, rápido, con numerosos efectos en pantalla, personajes bien modelados, física destacable, texturas detalladas y especialmente, uno de sus puntos fuertes, la ambientación. El título brilla en recrear una atmósfera épica e igualmente, donde más énfasis se ha puesto, visto la seria apuesta que se ha hecho por la captura de movimientos, es en las animaciones de los personajes, en mayor medida en las faciales -la cara de Nariko que preside uno de los menús evoca humanidad y espontaiedad constantemente-. Aún así, y siendo justos, debemos decir que hemos detectado algún fallo en esta versión, como algún salto en el frame rate y algún movimiento demasiado forzado.

Antes de terminar comentar varias particularidades que nos han llamado la atención sobre Heavenly Sword. Primero, que las cámaras sean estáticas, algo que según Ninja Theory obedece a que es una forma de enfocar la acción muy vigente como han demostrado juegos como Devil May Cry 4 y sabiendo conducirlo, despreocupan al usuario de buscar la mejor prespectiva en el combate, aunque mediante los gatillos secundarios puede ampliarse la vista lateral hasta sobrepasar los 270º. Otro elemento que echarán de menos los seguidores de God of War es el botón de salto, que al no incluir Heavenly Sword secciones de plataformas, se ha suprimido. Nariko puede saltar utilizando el botón de acción y en momentos sensibles al contexto, o durante sus espectaculares combinaciones de golpes, pero tal y como nos decía Tadeem Antoniades, no es muy normal que un héroe se pase la mayor parte de su tiempo dando saltos por el escenario. Y por último, el gore. En Heavenly Sword hay presencia de sangre, pero no en cantidades excesivas, y sin decapitaciones ni amputaciones. Según Nina Kristensen, el estudio siempre quiso mantener la elegancia en los combates y no caer en la brutalidad. Justo como en las películas que les inspiraron.

El broche de oro al alto valor de la producción del título lo aporta el doblaje, que en la versión española es absolutamente espectacular. No hace falta más que escuchar la secuencia de introducción donde el Rey Bohan ofrece, entre gritos, un discurso sobre sus planes futuros para sobrecogerse por sus palabras y especialmente por su voz; la de Ricardo Solans, doblador habitual de Al Pacino y Robert DeNiro, que apuntilla una escena con reminiscencias a la de Pacino en Pactar con el Diablo frente a un atónito Keanu Reeves.

Otros actores que aparecen en el doblaje español son Nuria Trifol -Keira Knightley, Scarlett Johansson- en la voz de Nariko, Juan Antonio Gálvez -Michael Douglas- como Shen, Graciela Molina -Natalie Portman, Kirsten Dunst o Cristina Ricci- como Kai o María Luisa Solá -Sigourney Weaver, Diane Keaton- en el papel de Whiptail. Un doblaje que en voces de peso y carga interpretativa rivaliza con el legendario de Metal Gear Solid, aunque no así en sincronización labial, que deja bastante que desear.

Será en la tercera semana de septiembre cuando Heavenly Sword salga a la venta en España -parece que finalmente el 19 de ese mes-. Si todo va como hemos estado viendo, y eso que hemos visto mucho, podemos decir que cualquier usuario de PlayStation 3 puede ir preparando la cartera, porque será un título imprescindible, más aún con la escasez de juegos de este perfil dentro del catálogo de la consola. ¿Repetirá el éxito de God of War? Quizá sea mucho decir, pero lo que sí es cierto es que si el proyecto tiene éxito, habrá Nariko para rato...