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[CP] La semana de las campuseras

Entrevistamos a varias campuseras con años de experiencia en la reunión valenciana. Las mujeres viven el evento a su manera y descubrimos sus puntos de vista sobre Campus Party.

Preparadas, listas…

Como cada año la Campus Party  congrega a un gran número de participantes y en esta 11ª edición el número alcanzado ha sido de 5499 personas. Entre ellos se puede observar una gran afluencia de mujeres, cuya cantidad va en aumento cada año. El colectivo de campuseras, distribuído en todas las areas que se disponen en el evento, tiene su propio equipo y organización. Este grupo trabaja siempre sin ningún tipo de jerarquía, considerando por igual todas las opiniones de veteranas y novatas.

La semana de las campuseras

De los 5500 campuseros podemos encontrar 704 mujeres. Un grupo reducido se encarga de organizar el merchandising de uso propio, en el que se incluyen camisetas y chapas diseñadas por ellas mismas. Cualquiera de las 704 participantes se puede informar y adquirir dichos complementos.  Con esto se logra fomentar un espíritu de estrecha colaboración entre mujeres y la capacidad de  realizar actividades conjuntas exclusivas para campuseras.

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La semana de las campuseras

Para reforzar la presencia femenina en este evento, donde la masculina es claramente mayoría, MeriStation ha querido dedicar a todas ellas este artículo. Así, hemos hablado con X de ellas para conocer sus impresiones y experiencias respecto al evento. Nuestra intención es profundizar en las vivencias de las asistentes y darlas a conocer mediante una serie de entrevistas breves.

Mª Angeles Arquerós, 24 años, Teleco.

Esta valenciana cuenta ya a sus espaldas 4 ediciones de Campus Party, las dos primeras como una campusera más, mientras que el año pasado trabajó en el puesto de incidencias y acreditaciones. Este año da un paso más organizando y realizando una serie de 8 talleres de 40 minutos de iniciación a Linux.


Nos comentó que le imponía bastante hablar en público, sin embargo sus talleres han tenido una aceptación muy buena, incluso mejor de lo que ella misma esperaba. Su intención es repetir el año que viene, porque hay mucha gente sin conocimientos en Software Libre pero con muchísimas ganas de aprender. Una de las razones por las que vuelve año tras año es la relación con las campuseras. Ver a sus antiguas amigas y conocer a nuevas es la mejor experiencia que puede tener en estos 7 días.

peroBeatriz Cabrera, 22 años, Teleco.

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Está metida desde hace tres años en el IEEE y este año imparten unos talleres sobre construcción de antenas wi-fi caseras, también es su cuarta campus. Su función en esta edición es la de atender un buzón de incidencias sobre Linux llamado IT Crowd en el que durante dos horas al día leen los emails recibidos e intentan solucionarlos. Muchos chicos se sorprenden al ver a una mujer resolviendo sus problemas de Software Libre, pero remarca que ninguna reacción ha sido negativa o de desprecio.


Esta campusera tiene muy claro que el año que viene repetirá experiencia con las incidencias ya que ha aprendido mucho gracias a ello. Para ella la afluencia femenina en estos 4 años ha ido creciendo, sin embargo también la masculina, por lo tanto no se nota tanto la presencia de mujeres. En el 2004 se realizó la primera quedada de campuseras, los años siguientes el espíritu disminuyó, pero en el 2007 se han batido todos los récords.

Adriana Bacas, 26 años, Trabajadora Social.

Hace 3 años se introdujo en el mundo campusero totalmente por casualidad y hoy en día está muy volcada en este evento, en el que ha conocido a sus mejores amigos y a su actual pareja. Este año ha querido dar un paso más y se encuentra entre el equipo de organización, lo que le ha permitido conocer los entresijos y la dedicación que hay detrás de un buen equipo profesional. El grupo de campuseras empezó con aproximadamente 15 personas, este año 33 han ido a la cena y más de 60 colaboraron y compraron su camiseta y chapas.


Nos cuenta que por parte de la organización se está considerando, para el año que viene, dar más importancia a las mujeres, incorporando quizás alguna actividad más centrada al público femenino. Su consejo es que todas deberían vivir la campus al menos una vez en su vida, al igual que plantar un árbol o tener un hijo, y es algo de lo que no se puede opinar si no lo vives. Además aporta un dato muy interesante y es que todo el que ha venido, ha acabado repitiendo.

Andrea Gonzalez, 22 años, Ingeniería Informática.

Es su séptimo año sin faltar a la campus y siempre como un Gamer más. Su visión de este evento es un campamento de verano donde en lugar de compartir juegos  en la naturaleza compartes juegos de ordenador con acampadas y compañerismo. Además de esto piensa que es una forma de relacionarse y hacer muchos amigos. En su primera campus tan solo eran 15 chicas y pasaban totalmente inadvertidas, además la organización no estaba muy preparada para tener a mujeres allí, así que el ambiente era del todo machista.


Hoy en día las cosas, en su visión, son muy diferentes, aunque la presencia femenina sea minoritaria se hacen notar, por ejemplo con los talleres como el que imparte MªAngeles, ya que es el primer año que se hace. En perspectivas de futuro próximo no cree que las campuseras lleguen a ser el 50% de los asistentes, aunque apuesta que si la organización se vuelca más en proporcionar actividades y facilidades, las mujeres irán creciendo en su asistencia.

Inma Garcerá, 24 años, Esteticista.

Aficionada a la informática con tendencia al hardware desde los 8 años. Lleva 5 años metida en el mundo del modding. Para su primera creación llevaba la idea muy clara de hacerse una caja de metacrilato con leds, sin embargo acabó haciéndose un mod de winnie the pooh, que la lanzó a la fama por su originalidad. A día de hoy ya tiene varios concursos de modding ganados a sus espaldas, publicándose sus creaciones en revistas de tirada nacional e internacional del mundo de la informática.

La semana de las campuseras


Su última innovación puede considerarse una joya en el sentido más literal. La ha creado con materiales tan novedosos como Cristal de Swarovski y polímeros acrílicos, con una estética claramente femenina, pero que gusta tanto a hombres como mujeres. Cree firmemente en su estilo, y se considera innovadora, creativa y con unos trabajos diferentes a los más tradicionales.

Inma ha sido la vencedora de la categoría de modding portátiles de esta edición de Campus Party. Con ello, además de los 300 euros en material informático, ha conseguido el respeto de los asistentes al evento. Por supuesto, hechos como este vienen a reafirmar que el papel de las campuseras es cada año más notorio y destacable. De hecho, es la primera vez que una mujer gana el concurso de modding.

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Yolanda Benedito, 25 años, Diseñadora Gráfica de Marie Claire.

Este año ha tenido la oportunidad de diseñar las camisetas y las chapas de las campuseras. Se siente muy afortunada de ver incluso gente que no conoce luciendo sus diseños puestos. Su historia con el diseño gráfico es cuanto menos paradójica, ya que no tenía en mente dedicarse a esto e incluso suspendió dibujo artístico en el instituto. Piensa que el diseño de las camisetas ha ido evolucionando a la vez que las campuseras, pasando estas de ser las freaks de la informática a las princesas de la red. Con esto se refiere a que en las primeras camisetas que se hicieron les daba igual, por ejemplo, llevar publicidad de las webs o un diseño de lo más sencillo.


Ahora son mucho más selectivas y exigen cada vez diseños más elaborados. Remarca la importancia de la comunicación por Internet para que cada campusera pueda votar su diseño favorito o proponer unos nuevos para lograr escoger una camiseta que a todas les gustaría llevar. Esta ventaja antes no existía, cuando en vez de ser 60 campuseras, eran 15, porque no formaban un grupo tan unido como hoy en día.