En Europa se trabaja mucho más relajadamente quizá por conocer la cultura, pero aun así, trabajar en la industria del videojuego siempre implica largas jornadas de trabajo. El trabajo del creativo de videojuegos es totalmente diferente entre ambos continentes, desde cómo se afrontan las situaciones hasta cómo se llega a la solución final. Ahora como estoy en una compañía nueva estamos realmente ilusionados y ponemos todo nuestro esfuerzo y dedicación.
M: Por lo que hemos visto, Papermint parece un juego para cualquier tipo de persona. ¿Crees que los llamados 'casual games' son el futuro de la industria?
M: ¿Son quizá esos dos conceptos los que te han inspirado para hacer Papermint de la forma que lo has mostrado hoy?
M: ¿A qué rango de edades va destinado el juego?
BL: Queremos que juegue todo tipo de gente de distintas nacionalidades, géneros y edades, no contemplamos un rango de edades concreto. Nos gustaría tener muchos jugadores diferentes por que vemos el juego como un bar. Si el bar está vacío no entra nadie, pero si hay gente muy distinta se crea una atmósfera muy colorista que invita a los demás a entrar. Realmente, es la gente y no nosotros, la que hace el juego tal y como es. También quería comentar que estamos trabajando en la versión internacional de Papermint así como en las localizadas para cada idioma incluyendo el castellano.
M: Por último, ¿que opinas de un evento como Campus Party?
BL: Es increíble. No sabía lo fantástico que era el evento hasta que lo he visto en persona. Me habían dicho que era una gran party pero veo que es mucho más. Ver siete mil caras felices haciendo algo juntos da al evento una atmósfera maravillosa, sin agresiones ni estrés. Es genial haber venido.