[E3] Super Mario Galaxy, Impresiones
El reto de Nintendo de, además de los nuevos productos para abrir mercado, mantener los juegos que conquistan a los jugadores de siempre, pasa entre otros juegos por este Super Mario Galaxy. Vuelve Mario en todo su esplendor.
El reto de Nintendo de, además de los nuevos productos para abrir mercado, mantener los juegos que conquistan a los jugadores de siempre, pasa entre otros juegos por este Super Mario Galaxy. Vuelve Mario en todo su esplendor.
Reggie Fils-Aime dijo en la conferencia de Nintendo en el E3 que Super Mario Galaxy era 'el Mario más importante desde Mario 64'. Es una frase sin duda poderosa porque por un lado parece dar la razón a aquellos que piensan que Mario Sunshine no estaba a la altura -y es algo que el propio Miyamoto ya ha dejado caer en alguna ocasión- y por otro lado manda el mensaje de que aquellos que quieran disfrutar de toda la grandeza y la magia del Gran Mario, el de Super Mario World, Super Mario Bros 3 o Mario 64, debe poner sus miras en Super Mario Galaxy.
Y es que el personaje históricamente más importante de Nintendo tiene muchísimas facetas, en las que mantiene siempre un nivel muy alto. Pero todavía existe una diferencia sustancial entre el Mario de Super Paper Mario y el mismo fontanero de Mario 64, el personaje es el mismo, pero la entidad que cobra como máximo exponente de las cualidades que siempre se han asociado a Nintendo. El Gran Mario es un juego que marca una generación e influye en los juegos venideros tanto propios como ajenos de la compañía de Kyoto y eso es lo que se está persiguiendo aquí.
El comienzo del juego sirve tanto para entrar en contacto con los controles como para sumergirse en algunas de las peculiaridades de este nuevo título, en el que el fontanero debe exhibir sus dotes de saltarín en planetas de diferentes tamaños repartidos por toda la galaxia. Puesto que los planetas no son muy grandes es posible ver a Mario caminar por la circunferencia del planeta, con una cámara que sigue perfectamente la acción de forma automática -este es un detalle importante, ya que el control de cámara siempre ha sido un aspecto que ha obsesionado a los equipos dentro de EAD, especialmente cuando se trata de un Mario-.
Siguiendo con la historia, el orondo protagonista se despierta en un extraño y pequeño planeta, sin saber cómo ha llegado hasta allí. De repente aparece un conejo, que reta al jugador a cogerlo si quiere saber el motivo de por qué está en ese extraño lugar. La carrera permite hacerse con el control, muy sencillo de manejar usando el stick del nunchaku y con el botón A para saltar. Enseguida detectamos que hay una especie de puntero rondando por la pantalla y pronto descubrimos de qué se trata: el asistente que nos está mostrando el juego ha cogido otro mando y lo utiliza para mover esa pequeña estrella por la pantalla. De este modo se ilustra como funciona el modo cooperativo en este título, ya que un segundo jugador puede unirse a la partida en cualquier momento y usar el mando para señalar cosas y lanzar estrellas, con las que noquear enemigos o activar mecanismos; sin duda, una manera curiosa y brillante de invitar a cualquiera a jugar, incluso aunque no sea muy ducho en el manejo de videojuegos.
Visualmente, no se puede menos que admirar el gran trabajo que está realizando EAD a la hora de crear un escenario con un encanto inocente, que seguramente enternecerá a cualquiera que haya sido niño alguna vez. La música, el cielo cubierto de estrellas, las flores del planeta y el alegre color pastel en contraste con el negro del espacio, conforman una combinación que hace brillar la capacidad gráfica de Wii. Super Mario Galaxy consigue una identidad visual clara, y lo más importante, consigue una primera impresión visual grata, demostrando que con un buen trabajo en el apartado de diseño los juegos de Wii pueden ser atractivos a los ojos. Hemos podido ver por primera vez a Bowser, con un aspecto muy acorde con el resto del juego.
Una vez que conseguimos capturar al conejo, aparecieron dos más y nos propusieron un nuevo reto: encontrarlos en sus escondites. Sin otra opción más allá de sentarse y disfrutar de la vista, comenzamos a buscar por diferentes puntos del planeta, que a pesar de ser muy pequeño guardaba no pocas sorpresas y huecos para esconderse: las tuberías de toda la vida -con su efecto sonoro también de toda la vida-, cráteres, un agujero que comunicaba el planeta de arriba a abajo, campos de flores...al final los tres conejos cayeron en nuestras manos y desvelaron su verdadera forma: unas estrellas pequeñas que piden que ayudemos a su 'mama', que resulta ser la guardiana de la galaxia. Como era de esperar, Mario siempre esta presto para ayudar, por lo que se lanza a u gran cañón que lo llevará a los planetas más recónditos de la galaxia.
Las palabras de Reggie en el escenario en el que lo ha hecho supone una enorme presión para Super Mario Galaxy, ya que un juego que quiera estar a la altura de Super Mario 64 debe innovar y ser tan brillante en su diseño como lo fue el título de lanzamiento de Nintendo 64. Y sobre todo recordar que Nintendo sigue, además de la nueva línea de productos, haciendo los mismos juegos que antaño. El equipo de desarrollo ha pasado muchos años trabajando en este proyecto, por lo que no es de extrañar que, a primera vista, sus valores de producción sean muy altos. Es pronto para juzgar nada, pero de momento el título exhibe encanto y personalidad, lo que ya es mucho hoy en día, aunque lejos de ser suficiente para un sucesor de Super Mario 64.
