[E3] Little Big Planet, Impresiones
Después de nuestro primer contacto con este revolucionario programa en Londres hace un par de meses, hoy hemos podido jugar largo, tendido y en compañía, a Little Big Planet, uno de los títulos más frescos y divertidos que tienen previsto llegar a PS3. Crea, juega y comparte.
Después de nuestro primer contacto con este revolucionario programa en Londres hace un par de meses, hoy hemos podido jugar largo, tendido y en compañía, a Little Big Planet, uno de los títulos más frescos y divertidos que tienen previsto llegar a PS3. Crea, juega y comparte.
Ha sido en una sesión donde, junto a un compañero periodista francés y dos miembros del estudio, Media Molecule, hemos sido partícipes de esta filosofía que abandera el desenfadado pero intencional título. Tras realizar una calibración que necesita que coloquemos el SixAxis encima de la mesa durante unos segundos -el sensor de movimiento se usa para que el protagonista mueva la cabeza en consonancia-, cuatro muñecos de trapo idénticos acababan vertidos sobre el escenario.
Pulsando cuadrado aparece el menú de herramientas, la base de Little Big Planet. Escogemos la segunda opción, la que tiene que ver con la apariencia de nuestro muñeco. Encontramos pinturas, materiales, gorras, cascos, capas, trajes de gitana y una cantidad de vestuario casi inimaginable. Así podremos personalizar al muñeco como nos venga en gana. Para el nuestro escogemos una pintura negra con el esqueleto pintado de verde, un yelmo de centurión romano y una cola de dragón.
Nuestro anfitrión nos enseña seguidamente el lazo mágico, la herramienta con la que creará todo tipo de elementos en el mundo de LBA. Navegando entre los distintos materiales, escoge el corcho y selecciona crear un panel gigantesco en el que mediante otra herramienta a la que todos tenemos acceso, nos invita a ponerle pegatinas de las que nos ofrece la demo. La mayoría son verdaderamente divertidas, y al poder cambiar el tamaño los resultados de que cuatro amigos hagan en gamberro en una pared merecen la pena.
Cuando nos acostumbramos a cómo manejar este punto de las pegatinas, nos comentan más detalles del control del muñeco; además de poder saltar puede mover los brazos independientemente -incluso dar un capón a cualquier compañero- presionando los gatillos y moviendo el analógico correspondiente, que sigue al milímetro. También podemos agarrarnos a las diferentes superficies con el analógico derecho.
Ya con mayor dominio, los desarrolladores nos explican que el objetivo de los niveles en Little Big Planet es vencer los retos que se nos proponen con los materiales y herramientas que tenemos en ese momento -además de las habilidades de nuestro carismático personaje- mientras que recogemos unas especie de limiones que hay por los niveles. Pero esto es una mera excusa para dar alas a la creatividad. Podemos reunirnos con cuatro amigos y hacer los gansos juntando piezas, creando construcciones, vehículos, animales, o incluso maquinaria.
Todo es cuestión de echarle tiempo, escoger los materiales y utilizar la herramienta adecuada para diseñar nuestra idea. Los niveles se ambientan en localizaciones tan variadas y disparatadas como el suelo de una calle, un jardín, un parket japonés o el mismo desierto. Por allí nuestros hombres de trapo harán todo tipo de diabluras mientras les va cambiando la expresión de la cara -alegría, enfado, tristeza, etc-, algo que puede hacerse pulsando las distintas direcciones de la cruceta.
Nos comentan que al crear nuestros propios niveles podemos esconder diversos premios y objetos especiales para que los jugadores que se descarguen nuestras fases los encuentren. El grado de dificultad estará en lo que dictemos nosotros. La faceta del compartir no sólo aparece en las posibilidades multijugador de las partidas, si no que también se puede hacer ofreciendo regalos a nuestros amigos.
Por ejemplo, hemos creado un cocodrilo mecánico y queremos que un amigo lo tenga. Nada más fácil como enviárselo por medio de la PlayStation Network. Lo recibirá, y no sólo eso, si no que también podrá seguir trabajando en él, añadiéndole pegatinas, otros mecanismos, cambiando el material base de hormigón a terciopelo -por ejemplo- e incluso, contento con sus mejoras, podrá devolvérnoslo para que las disfrutemos en nuestras partidas. En el HD de la PS3 donde hemos hecho la demo había varios "inventos" que el equipo de Media Molecule había diseñado para el E3 -desde tanques a columpios, perros mecánicos o construcciones tubulares- y solo podemos decir que el único límite para recrear CUALQUIER cosa en Little Big Planet lo pone exclusivamente el jugador.
Hoy hemos probado una parte pequeña parte de su núcleo, y por lo que hemos visto, su sencillez no está reñida con su planteamiento de libertad total que los usuarios de PS3 van a disfrutar, junto a sus amigos, en este pequeño gran planeta del que serán propietarios.
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