Grim Grimoire, Impresiones

Desarrollado por un modesto y talentoso estudio japonés, Vanillaware, Grim Grimoire plantea un concepto de juego realmente novedoso, combinando elementos propios de los RTS con una perspectiva completamente 2D.

A veces las tendencias aparecen de ninguna parte y no se sabe ni cómo ni por qué; a veces sí se puede seguir la pista, pero hay otras ocasiones en las que resultan un auténtico misterio como es el caso de la 'moda', por así decirlo, que ha surgido entre los desarrolladores japoneses de crear juegos de estrategia en tiempo real, un género históricamente ignorado desde los estudios y desde una gran parte de los jugadores habituales.

Para rizar el rizo, estos proyectos están siendo desarrollados exclusivamente en consolas, lo que resulta más chocante si cabe. Tampoco hay que ignorar que dos de estos proyectos recientes (Lost Magic y Final Fantasy CII: Revenant Wings) han sido desarrollados en DS, que gracias a su pantalla táctil ofrece una alternativa razonablemente válida al sistema de control tradicional con teclado y ratón. Pero PS2 tiene su Dual Shock 2, que resulta claramente inadecuado para cualquier buen conocedor del género -por lo menos tal y como están los estructurados-.

Es por ello que resulta notable que un pequeño estudio como Vanillaware se haya atrevido a realizar algo como Grim Grimoire, que no sólo cuenta con la peculiaridad de usar sprites y una perspectiva 2D, sino que además lo hace en un título que a todos los efectos es un RTS, con su gestión de unidades, recolección de recursos y tácticas en tiempo real. 

Pero antes de pasar a hablar de las bondades y originalidad de un sistema de juego, no hay que perder de vista otros detalles que hacen de Grim Grimoire un título a tener muy en cuenta dentro del magnífico catálogo que está amasando PS2 en su última época, lleno de propuestas bien espectaculares o bien únicas por su planteamiento o ejecución (la misma compañía que ha desarrollado este título también ha lanzado el encantador Odin Sphere).

La protagonista es Lillet Blam, una aprendiza de hechicera en su primer curso. El mundo en el que habita es un lugar donde la magia es común y está en todas partes, por lo que los jóvenes deben adentrarse en sus caminos desde niños, aprendiendo en escuelas de magia. Lillet ha ingresado en la más prestigiosa de todas, también posiblemente la más tétrica, ya que se trataba de la mansión de un archimago que aterrorizó al mundo hasta que derrotado por un hechicero que ahora ostenta la dirección del centro.

Durante los primeros cinco días, Lillet se familiariza con la mansión, los estudiantes y los peculiares profesores. Pero en el quinto día, algo sucede y Calvarous, el archimago supuestamente derrotado, aparece en la escuela y mata a todos, estudiantes y alumnos, a todos menos a la rubia protagonista, que sólo queda inconsciente. Misteriosamente, al despertar se encuentra que está de nuevo en su primer día de escuela, pero con todos sus recuerdos intactos. Ahora debe de intentar por todos los medios averiguar qué pasó en esos cinco días y cómo puede evitarlo.

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Para estar a la altura de las circunstancias, la estudiante deberá aprovechar sus extraños poderes de alterar el tiempo para aprender en pocos días los conocimientos de un mago experimentado. Sólo los Grimorios de las diferentes escuelas mágicas tienen la clase de conocimiento que ella necesita para invocar los poderes que requiere, por lo que uno de los principales objetivos será obtenerlos y aprender a utilizarlos.

Los Grimorios contienen los hechizos de conjuración de las diferentes escuelas mágicas: Nigromancia, Glamour, Hechicería y Alquimia. Estas disciplinas tienen la propiedad de que son más fuertes o débiles según la escuela a la que se enfrentan -la nigromancia anula a las criaturas arcanas, pero es débil contra el producto del Glamour- esa mecánica clásica de piedra-papel-tijera juega un papel fundamental en batalla.

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En cuanto a mecánica general, el juego funciona intercalando secuencias de diálogos con los combates entre sí, en los que se enfrentan las criaturas mágicas convocadas por los hechiceros, por lo que se puede decir que el peso del juego propiamente dicho está en las batallas Aquí no hay niveles para personajes ni otros elementos de desarrollo y gestión  que se pueden encontrar en un SRPG, tampoco hay lugar para la planificación detallada, ya que no hay ningún elemento para parar una batalla y ponerse a pensar en el siguiente paso.

De hecho, resulta sorprendente cómo Vanillaware ha realizado una interpretación tan fiel de cómo funciona un RTS. En cada escenario de combate hay repartido unos recursos (maná), que deberás recolectar con ayuda de unos elfos. Ese maná sirve para convocar criaturas usando los sellos mágicos que aparecen en los Grimorios, lo que viene a ser las 'bases' del juego. Las invocaciones cuestan maná, dependiendo del tipo de criatura que se quiera invocar, por lo que hay que realizar una planificación estratégica de las invocaciones dedicadas a defender tus posiciones y aquellas que se usarán en la ofensiva - con la dificultad añadida de que hay 'niebla de combate', por lo que nunca se estará seguro sobre dónde aparecerán los enemigos-.

Los tipos de criaturas que se puede invocar son realmente variadas, va desde pequeñas hadas capaces de volar y atacar a distancia hasta gigantescos dragones que ocupan una buena porción de la pantalla. Además, cada unidad tiene habilidades secundarias más allá del ataque básico; los unicornios por ejemplo pueden crear barreras mágicas capaces de contener ciertas acometidas rivales, por lo que son una buena opción de punta de lanza. Utilizar esas habilidades secundarias es otra de las claves para sobrevivir a las considerablemente largas batallas.

Pero lo más interesante de todo es que realmente funciona, gracias en buena parte a la perspectiva 2D facilita mucho el control de tus tropas y hace que no se eche de menos el clásico sistema de teclado y ratón. Con el dpad puedes elegir rápidamente que tipo de criatura quieres controlar y elegir rápidamente cuantas unidades deseas que se integren en el grupo. El movimiento se realiza con el control analógico y permite un control preciso de cada grupo que formes. El objetivo varía según la batalla, pero suele ser el de acabar con los sellos del enemigo para que no pueda  convocar a más criaturas -y, por supuesto, el jugador es derrotado cuando sus sellos caen ante el ataque enemigo-

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Todas estas virtudes en cuanto a mecánica vienen acompañadas del excelente gusto artístico del estudio. Sprites grandes, detallados, ricos en color y con mucha personalidad propia pese a que deriven de criaturas clásicas dentro de la imaginería fantástica, excelente material con el que acompañar otra excelente banda sonora del maestro Sakimoto.

Resulta interesante ver cómo los estudios japoneses se atreven cada vez más con formulas que están lejos de los juegos que tradicionalmente han estado alejado de su entorno creativo y jugable. La idea de un RTS en un plano horizontal y completamente 2D puede parecer rara en un primer momento, pero una vez que se aprenden los conceptos básicos y se entienden las mecánicas del juego, resulta perfectamente confortable, tanto para expertos del género como para aquellos sin experiencia -aunque no hay que negar de que se trata de un juego difícil, con batallas capaces de desafiar la paciencia de cualquiera-. Su lanzamiento en Estados Unidos se producirá el 26 de Junio ¿y Europa? la eterna pregunta, todo dependerá de la voluntad de alguna distribuidora europea para traerlo aquí, por lo que sólo queda esperar o importar.

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