Skate

Durante años, Tony Hawk ha sido el principal referente en el género del skate a falta de un rival capaz de hacer frente a la endiablada diversión que Neversoft nos lleva regalando durante años. Ahora, tras años de hegemonía, EA se lanza a la piscina con su particular apuesta; Skate.

Un arcade que rompe moldes. Neversoft y Activision aunaron sus fuerzas para crear una de las sagas más emblemáticas dentro del mundo de los videojuegos que aún a día de hoy sigue siendo uno de los Blockbusters más reclamados tanto en tiendas como un videoclubs. En la práctica, la idea general en la que se basa la saga Tony Hawk no ofrece un planteamiento tan complejo como a priori se podría imaginar; una buena mezcla entre diversión y simplicidad para poder realizar toda clase de piruetas y demás movimientos por los que suspiran los aficionados al monopatín.

Tras años de hegemonía y numerosos fracasos por parte de diferentes compañías en destronar a la saga del mejor patinador del mundo, EA promete romper moldes y renovar el género con su última y más arriesgada apuesta de cara a las consolas de nueva generación. Un sistema de control completamente nuevo, gráficos de máxima calidad y una banda sonora de infarto son algunas de las bondades que la compañía canadiense nos ofrecerá en Skate. 

La innovación como plato principal
Cambiar el sistema por el cual se manejan los patinadores ha sido uno de los principales objetivos de EA de cara a ofrecer una nueva experiencia jugable. La idea se centra básicamente en variar el movimiento del personaje de un modo similar al nuevo impuesto por la compañía en sus juegos deportivos recientes, tal es el caso de NHL. Esto quiere decir que el control de nuestro skater se realizará íntegramente bajo los sticks analógicos.

Llevado a la práctica, el sistema anteriormente expuesto se enfoca especialmente en el uso del stick derecho del mando de la consola en cuestión de tal modo que podremos variar el movimiento del jugador según la fuerza, velocidad y dirección en la que desplacemos el stick. Esto representa un cambio absoluto en el desarrollo de cada pirueta que queramos realizar.

Efectuar un simple ‘ollie' nos exigirá rotar el stick de una forma en concreto, al mismo tiempo que controlamos el equilibro del patinador y lo situamos en un lugar correcto dada la orografía. Con esto EA pretende llevar a la realidad un sistema basado en el control total de la física por medio de un simple stick. Sin embargo, de cara al resto de piruetas 'comunes', el control del skater se reduce de forma drástica, limitándose así a pulsar los gatillos del pad para grindar o conseguir sostenernos sobre un brazo.

Asimismo, no tendremos que medir la inclinación de cara a sostenernos grindando, algo que contrasta de forma enorme con la dificultad que puede suponer llegar a realizar un manual, en el que nos veremos obligados a sostener el equilibrio del personaje de forma milimetrada. 

San francisco en versión pirata
Si en lo que respecta a la jugabilidad el juego procura innovar la mayor medida de lo posible, gráficamente no se queda atrás. EA ha empleado un motor gráfico similar al visto en las entregas de Tony Hawk, primando la cámara anterior al jugador, levemente por encima del mismo. Nuevos planos se añadirán para mejorar la sensación de velocidad y realismo. 

Lejos de procurar elaborar un aspecto gráfico 'increíble', EA ha optado por llevar a cabo un sencillo pero efectivo motor gracias al cual los skaters se moverán de forma casi realista, con numerosas animaciones para reasentar las caídas del monopatín o los distintos saltos y demás movimientos particulares de este deporte. Fundamentalmente el juego transcurrirá en tres ciudades que no llevaran el nombre real de las mismas. Estas son: Vancouver, Barcelona y San Francisco.

Pese a que los nombres no serán los reales, las ciudades presentarán un aspecto calcado al de las reales, por lo que encontraremos un gran número de zonas a las que acudir para patinar en ellas. Aquí encontramos otro de los mayores supuestos atractivos del juego; la libertad de movimiento y el riesgo que corremos al acceder a determinadas áreas. Por esta razón tendremos que atender con suma cautela a todos los guardias y policías que encontremos en nuestro camino.

Dicha libertad de movimiento nos ofrece también la posibilidad de crear puntos de acceso determinados en los lugares que nosotros deseemos para marcarlos como puntos de partida o de retorno. Esta es otra de las claras premisas que promete Skate, pues en el juego se nos invita a patinar libremente sin tener que recurrir al tiempo como peor enemigo a batir. 

¿Un nuevo líder?
Con todo, este nuevo intento de EA por coronar a un nuevo rey parece ser uno de los principales atractivos de cara a la nueva oleada de juegos de nueva generación. Con un modo central tan libre, el modo multijugador podría resultar una réplica de un MMORPG en miniatura, salvando las diferencias. El sistema de control es milimétrico, nos permitirá disfrutar de un desarrollo progresivo en el que las mejoras vienen de nuestra propia mano y no por aumenta las estadísticas de un personaje en concreto.