Rayman Raving Rabbids 2

Este otoño los desmadrados conejos de Ubi vuelven a la carga buscando hacerse con el control del planeta entero. En esta ocasión, sólo las consolas de Nintendo recibirán la visita de Rayman y el ejército de lepóridos dispuesto a darnos horas de diversión con decenas de alocados minijuegos.

Los desatascadotes volverán a nuestras manos en unos pocos meses con esta nueva entrega del exitoso Rayman Raving Rabbids. Sólo Wii y Nintendo DS tendrán, esta vez, sus respectivas versiones, pues es sin duda donde más divertido y novedoso será jugar a un título de estas características, el cual ya demostró sus posibilidades con la primera entrega.

En el reciente Ubidays pudimos disfrutar de las primeras experiencias in-game que nos deparará el nuevo juego. Recuerda mucho al original, lo que, en este caso, es una ventaja puesto que el primero acabó siendo un juego muy recomendable, sobre todo para jugarlo en compañía. Sus 60 nuevos minijuegos harán reír y no parar de moverse a todo el que esté cerca de un Wiimote.

El ejército de conejos está más loco que nunca, viene con ganas de venganza y busca, de manera más radical, hacerse con el planeta entero. Por ello, las localizaciones y ambientación del juego recorrerán esta vez escenarios de todo el mundo, poniendo al jugador en infinidad de situaciones absurdas y de un marcado humor ácido que tan buenos resultados dieron al primer Raving Rabbids.

La estructura de juego será similar aunque mejorando algunos de sus defectos iniciales. Se perderá parte de la linealidad que caracteriza a su predecesor y habrá más minijuegos en el modo multijugador. A su vez, se ha procurado contar con más partidas de hasta cuatro jugadores simultáneos y hacer menos por turnos como en muchos de los minijuegos anteriores.

Esto también se debe, en parte, a que el juego ha sido especialmente pensado para Wii. A la hora de jugar a los minijuegos se apreciará esta exclusividad sobre todo en el buen y mejorado uso que hacen éstos del Wiimote, que casi todos soportarán a varios jugadores simultáneos y que, en definitiva, serán mucho más complejos y divertidos.

Rayman ahora tendrá un papel más importante y disfrutará de un argumento más profundo e ingenioso. Los coliseos consecutivos con cuatro minijuegos cada uno típicos del primer juego pasarán a ser ahora distintas zonas en las que enfrentarse a los conejos. El héroe de Ubisoft consiguió escapar en su primera odisea "multiaventuras" y ahora volverá para luchar ávidamente contra los que fueron sus raptores. Y como ya conoce muy de cerca cómo funcionan las depravadas mentes de estos extraterrestres, no tendrá problemas en infiltrarse en sus filas para deshacer sus planes desde dentro.

Empezando por la base general, colocada de manera despótica en un centro comercial, los minijuegos serán, otra vez, de lo más variado y nos harán coger el Wiimote de varias maneras diferentes. El sensor de movimiento y la posibilidad de apuntado volverán a ser el pilar que soporte semejante dosis de originalidad y diversión para todo tipo de jugadores, experimentados y ocasionales. El recreo más puro y característico de Wii para uno o varios jugadores está asegurado junto al nuevo Rayman y su humor para los minijuegos.

Pese a que las mecánicas de los juegos más exitosos del anterior se repetirán, casi todo serán novedades jugables. De nuevo nos tocará agitar rápidamente el mando para realizar diversas tareas, apuntar a pantalla, girarlo como si fuera una llave y otros muchos movimientos que ya hemos podido disfrutar en juegos como Wario Smoth Moves o el primer Rayman Raving Rabbids.

Visualmente el juego mantiene su marcadísima estética y apartado técnico simplista. No se explota en ningún momento el potencial gráfico de Wii, pero tampoco es un juego que lo requiera. Su corte colorista y de collage tridimensional representará de manera notable cada uno de los entornos, las localizaciones, las distintas ciudades y personajes, etc. Los efectos y el sonido simplemente acompañan buscando pasar desapercibidos y haciendo reposar toda la calidad del título en su jugabilidad y manejo.

El mayor conocimiento de las posibilidades que la máquina de Nintendo ofrece ha hecho que Ubisoft cuide en mayor medida aspectos del control y los movimientos como el estilo que podamos tener al realizar las tareas, el ritmo bien marcado, etc. Así, en esta segunda entrega nos encontraremos con un juego mejor implementado, que responde perfectamente a todo lo que hagan los brazos del jugador, lo que acrecienta el nivel de entretenimiento y verosimilitud que ofrece.

Por supuesto, habrá juegos musicales y se prometen situaciones de lo más absurdas y que arrancarán las carcajadas de todo aquel que las visione. Ya nos demostraron estos Rabbids lo que podían dar de sí y ahora vienen más locos y voraces que nunca, dispuestos a implantar sus sistemas y maneras de pensar y actuar. Las navecitas, los desatascadotes, los inodoros, y los inolvidables gritos de desesperación volverán a ser la nota dominante en cada momento.

Algunos de los minijuegos que ya hemos podido ver nos avecinan las horas de diversión y variedad que promete. Uno de los más sarcásticos y simbólicos de lo que estos conejitos pueden llegar a ser es el consistente en servir zumo de zanahorias en jarras de cerveza. Varios conejos se compaginan y preparan los tubos para ser rellenados. Agitando el Nunchuk uno de ellos mastica zanahorias que después, inclinando el mando de Wii, deberá escupir en los vasos. La agradable mezcla de saliva y zanahoria masticada conseguirán la textura idónea de toda rubia anaranjada y espumosa que se preste.

Otro minijuego, también tan original como divertido, es el de servir hamburguesas apiladas en una bandeja. Una enorme torre de estos bocadillos se balanceará en nuestras manos y tendremos que entregar todas las que podamos a algún hambriento cliente antes que el resto de jugadores e impidiendo que éstos nos las echen abajo, todo ello sin utilizar ni un solo botón y con una precisión asombrosa. Y es que este es un solo ejemplo de las divertidas situaciones que propondrá el juego para varios jugadores, en el que se podrán molestar unos a otros, ayudar o competir de manera individual.

Juegos como mantenerse encima de un bravo toro de rodeo, aplastar conejitos con una maquinaria, batear a otros como si fueran bolas de béisbol, saltar sobre pelotas, seguir el ritmo de canciones o disparar a todo lo que se mueva en una especie de shooter de rail (estos dos últimos ya conocidos de la primera entrega) serán algunas de las tareas a desbloquear en el modo Historia para un jugador para, posteriormente, poderlas disfrutar en el de dos.

Por otro lado y como ya hemos dicho, en esta ocasión, Rayman estará infiltrado, disfrazado de conejo y buscando reventar todos los planes de sus blanquitos enemigos. Pero los disfraces son uno de los puntos fuertes de Raving Rabbids y las desternillantes sorpresas en las vestimentas de los personajes están aseguradas. Spiderman, Naruto o Dar Vader son sólo un adelanto de lo que podremos llegar a encontrarnos…

Toda esta personalización de personajes y enemigos hará que, en algunos minijuegos, no tengamos por qué jugar necesariamente con Rayman y se planteen las situaciones desde diferentes puntos de vista. Este perspectivismo jugable se verá maximizado en los modos cooperativo y competitivo para varios jugadores, modos que, según Ubisoft, funcionarán como el núcleo del juego.

Por último, y como duda importante, debemos señalar que no se ha comentado nada sobre si habrá o no alguna posibilidad on-line. Wii acaba de probar su juego en línea y los resultados no podrían haber sido mejores. Rayman Raving Rabbids 2 no parece que, a priori, vaya a tener algún modo de juego por Internet, pero nunca se sabe, estos conejitos de Ubisoft ya nos han dado más de una agradable sorpresa.

En conclusión y con respecto a nuestras primeras impresiones de lo visto, podemos decir que Rayman parece seguir en forma en esto de los minijuegos. Su adaptación en exclusiva a Wii y Nintendo DS hace que los programadores de Ubi puedan centrarse mucho más en el manejo por movimiento, los modos para varios jugadores simultáneos y, en definitiva, la diversión más universal. Todo esto, claro está, si estos macabros animalitos de ojos rojos no nos han dominado antes…