Lost Planet: Extreme Condition, Impresiones

Aunque se podría explicar de forma mucho más extensa, Lost Planet: Extreme Condition es el clásico juego de acción en tercera persona de uno contra todos, en el que deberemos vagar por un mundo inhóspito mientras luchamos no solamente contra hordas de hombres o de alienígenas, sino también contra la propia meteorología adversa del lugar que tratará por todos los medios de convertirnos en un sabroso helado de humano. Acción, disparos, 'mechs', calor y frío y un guión muy bien trabajado.

No son pocos los trabajos de Capcom que permanecen en el corazón de los jugadores, en todas las plataformas y estilos posibles; desde Megaman a Street Fighter o Devil May Cry, la compañía nipona ha sabido sorprender a todos desde producciones propias o a través de otros de sus estudios, como el reciente desaparecido Clover responsable de Okami. Es Lost Planet un producto muy distinto a éstos y, más que probablemente, con mucha menos repercusión.

Pudimos ver la salida en Xbox 360 hace ahora algunos meses y, tal y como pasó con Onimusha o DMC, se ha convertido al PC. Un PC que, y debe decirse ahora, tendrá que ser medianamente potente para poder hacer correr el juego con un mínimo de decencia si nos atendemos a las pruebas de rendimiento que incluye la misma demo; es decir, aquellos que dispongan de máquinas modestas y sean multiplataforma tal vez deberían orientarse para la versión consolera, si bien a tope de opciones la versión de PC luce mejor.

En Lost Planet nos encontramos con un planeta helado, lleno de recursos pero también de organismos hostiles. Por un lado, los habitantes originales, una raza insectoide con muy malas pulgas y que supone una gran amenaza para nuestros intereses; por otro lado, los primeros colonos que llegaron a D.N.E. III y que fueron abandonados allí a su suerte poco después en vista de la problemática alien. Nosotros encarnamos a un superviviente de un grupo de operaciones especiales rescatado por unos pocos colonos 'normales' y con los que trabajaremos en pos de conseguir un objetivo final: calentar el planeta y hacerlo habitable.

Como la temperatura puede llegar a bajar al cero absoluto y eso es hacer mucho frío, nuestro personaje va equipado con un traje especial que mantiene nuestras constantes vitales; pero para mantenerlas, y ahí está la gracia del juego, necesita energía calorífica que de forma continua va consumiendo y necesitamos recuperarla durante la fase. Es decir, si no hacemos nada y nos quedamos quietos, eventualmente moriremos sin remedio; eso añade siempre un componente de tensión, de estar siempre alerta que gusta y disgusta por igual a los jugadores.

Además, al recibir un impacto enemigo y verse reducida nuestra energía, el traje usará las reservas de calor para restablecerse, con lo que a mayor número de ataques menor es nuestro tiempo de supervivencia. Afortunadamente es posible recoger 'calor' de montones de cosas: desde cuerpos sin vida de los alienígenas, barriles explosivos, enemigos, depósitos, etc. En principio, jugando de modo medianamente hábil, no habrá demasiada necesidad de preocuparse pero desde luego que Lost Planet no da tregua al jugador ni por un momento.

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Para abatir a nuestros adversarios, el protagonista dispondrá de todo un arsenal de armas a su disposición: fusiles energéticos, ametralladoras, rifles de francotirador, lanzacohetes, pistolas, escopetas, gatlings, granadas… aunque solamente dos de ellas se pueden llevar simultáneamente y pudiéndolas alternar con un click en la rueda del ratón; el disparo se realiza con el botón izquierdo y el derecho sirve para alternar las vistas (dos en tercera persona, una en primera persona).

El juego hace uso y abuso de los efectos en pantalla, lo cual explica la necesidad de una buena máquina para moverlo. Continuamente hay efectos de partículas rondando por la nieve en forma de ventiscas, explosiones, distorsiones con blur… y aunque el motor sufre en ocasiones algunas bajadas de frames importantes en cuanto se meten muchos enemigos grandes en pantalla, la realidad es que en general Lost Planet es un juego agradable de ver. La demo, además, se ha distribuido en versiones de DirectX 9 y 10, para los usuarios que usen Vista y así puedan comprobar el uso de las nuevas funcionalidades.

Los personajes están formados por un buen número de polígonos y resultan especialmente convincentes las animaciones; por ejemplo, cuando caminamos hacia atrás pero disparamos hacia delante, el jugador gira medio torso encarando a los enemigos pero siempre manteniendo la dirección de movimiento. Las teclas WASD mueven al protagonista y lo hacemos girar con el ratón, si bien es imprescindible ajustar la sensibilidad del mismo porque apuntar tal y como viene por defecto es muy complicado.

Aunque la mayor parte del mapeado transcurre sobre parajes helados, como hemos podido ver en la demo, en ocasiones tendremos la oportunidad de cambiar de tercio y meternos por túneles, edificios y demás; esto da la oportunidad para que comprobemos mejor los enemigos y lo bien diseñados que están, a pesar de que las capturas que acompañan a este texto no le hacen demasiada justicia. Lost Planet: Extreme Condition es un shooter de supervivencia en un ambiente helado, y eso condiciona de algún modo su aspecto.

A medida que avancemos por los niveles podemos comprobar como se nos van asignando objetivos. El minimapa superior nos ayuda a localizarlos, si bien nuestro mayor aliado es la propia vista que tiene un alcance superior al de nuestro radar y con diferencia. En ocasiones tendremos que llegar de A hacia B activando cierta cantidad de dispositivos, en otras simplemente deberemos sobrevivir a la avalancha de ataques que recibiremos de nuestros enemigos.

Aparte de las armas clásicas que comentamos antes, existe la posibilidad de usar robots al estilo de los 'mechs' orientales de toda la vida. Subidos a ellos dispondremos de una potencia de fuego netamente superior gracias a las armas atadas a sus brazos y además un nivel de resistencia algo mayor. Su utilidad es innegable y cuando podemos subirnos a uno ya debemos esperar que seremos recibidos con una fuerza opositora que pondrá a prueba nuestras capacidades.

Si queremos ir a pie también podemos quitarle las armas al robot y usarlas nosotros, aunque nos limitan mucho nuestra capacidad de movimiento y de salto. Saltando llegamos a zonas inaccesibles caminando, pero sobretodo con el gancho incorporado que tenemos que literalmente abre un montón de caminos nuevos y elimina las barreras clásicas de 'ir por ahí', mientras nos permite afrontar los encuentros desde perspectivas mucho más ventajosas. Obviamente tiene alcance limitado, pero en cualquier caso casi siempre es suficiente.

Enfrentarse a los humanos muchas veces no tiene más secreto que añadir dosis de plomos a sus cuerpos, pero con los alienígenas la cosa cambia. Cada uno de los extraterrestres, especialmente los más grandes, esta dotado de un cuerpo helado casi impenetrable a la munición convencional. Sin embargo todos disponen de un punto débil muy vistoso que dejan expuesto en contadas ocasiones y que deberemos aprovechar para atacar a la mínima que podamos.

El comportamiento de cada enemigo varía según su tipología y su punto débil también; hay insectos que deben rodearse para atacarlos por la cola, algunos bichos-bola gigantes tienen que esquivarse para acertar a su punto débil y otros más grandes sólo son accesibles mediante el lanzacohetes, que les deja en un estado de semi-congelación estilo terminator malo en T-2 y luego podemos acabar con ellos con un simple disparo que los astilla en miles de pedazos.

Lost Planet: Extreme Condition consigue ofrecer buenas dosis de frenetismo en la acción, cuando somos atacados por múltiples enemigos desde todos los ángulos; y es bastante poco permisivo con nuestros errores, así que no sorprendería tener que cargar varias veces una fase antes de terminarla. Y como se da el hecho de que no se puede uno detener indefinidamente debido a la presión de la pérdida de calor, el juego empuja hacia delante con bastante fuerza, incluso pudiendo llegar a incomodar en algunas ocasiones.

En estos primeros dos niveles es casi todo lo que se ha podido ver del juego, si bien si reúne las mismas características que la versión de X360 se antoja bastante largo y con varios niveles de dificultad. Destaca que, por lo menos aquí y contrariamente a lo que sucede con otros títulos (como pasó en el port de Onimusha, por ejemplo), el juego está adaptado a su uso con el PC sin necesidad de tener que aportar un pad, aunque los mensajes en pantalla sigan saliendo con las indicaciones de pulsación propias de la Xbox.

Faltan todavía algunas semanas para su lanzamiento en la versión de PC y esto es lo que se nos ha enseñado hasta el momento, siempre muy parecido a lo que ya vimos a principios de año en su plataforma original. Pero Lost Planet no ha perdido un ápice de sus virtudes y a falta de afinar el control y el rendimiento final en máquinas modestas, es casi seguro que cuando salga al mercado podría cosechar un éxito relativo en tiendas. En cualquier caso, antes de que eso suceda, os ofreceremos nuestro análisis con la versión definitiva. Hasta entonces solo queda esperar.

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