Dragon Quest Swords

El esperado spin-off de Dragon Quest para Wii se presentó hace algunas horas en la fiesta de Square Enix; más de una decena de demos a disposición de los jugadores que nos permiten descubrir el sistema de juego y algunos detalles gráficos.

La Square Enix Party comienza a dar sus frutos a medida que transcurren las horas. Tras el anuncio de una nueva entrega para la saga Kingdom Hearts y declarar -aparentemente- cuáles iban a ser los juegos mostrados y demás, le toca el turno al spin-off de la saga DQ, por primera vez en Wii y con el sobrenombre ‘Swords: The Masked Queen and the Tower of Mirrors'. Un gran número de versiones de prueba fueron puestas a disposición de los usuarios para probar el sistema de juego, con jefazo final  inclusive.

La demo comienza en un tramo forestal en las afueras de un pueblo cualquiera. Una vez hayamos elegido nuestro personaje principal y a un segundo acompañante, pasaremos a tomar el control del héroe en primera persona. Puesto que la introducción se centra básicamente en el aspecto jugable y no tanto en el visual, lo cierto es que los primeros detalles gráficos mostraban una calidad muy similar al de DQ VIII para PS2. Los efectos especiales, como al golpear con la espada o al efectuar ataques especiales son simplemente aceptables, nada que ver aún con la calidad que se podría esperar de un juego como este.

Hay que tener en cuenta que se trata de una versión beta, pues muchos de los elementos mostrados en la primera fase, como suele ocurrir en estos casos, probablemente varíen drásticamente con respecto a la versión definitiva. Sea como fuere, una vez dejemos de admirar el curioso aspecto del mundo que nos rodea comenzamos a descubrir los movimientos básicos de la aventura, siempre puestos en práctica por medio del Wiimote.

La inclusión de este particular sistema de control ofrece numerosas posibilidades al jugador de cara a eliminar monstruos. Sin embargo, el control de nuestro personaje es estático, sólo se nos permite movernos hacia atrás o hacia delante por medio del sistema 'on-rails', el mismo que Capcom puso en práctica en Killer 7. Para caminar es necesario presionar la B mientras indicamos la dirección con la cruceta digital. La demo ofrece la posibilidad de indagar un tanto en los movimientos más sencillos antes de pasar al combate.

Una vez nos crucemos con algún monstruo la cámara pasará a ser estático, ofreciéndonos varios frentes para atacar y/o defendernos. Con el Wiimote cortamos en todas las direcciones, sumando combos por cada nuevo enemigo que derrotemos. Por ello es muy importante controlar la sensibilidad del mando, es decir, dado que muchas veces los movimientos que realizamos tienden a aparecer en pantalla de forma errónea -corte transversal en vez de horizontal, etc.-, lo más sensato será tratar de eliminar a varios ‘bichos' de una tajada.

Él se colocará automáticamente de cara hacia el objeto que nos lancen o el puñetazo que debamos esquivar. Aunque parezca un sistema simple, no es tan sencillo como podría aparentar en un primer momento. Tanto para defendernos como para atacar necesitamos cierta velocidad, estar muy alerta y procurar solucionar los combates de la forma más rápida posible. Los DQ nunca han sido conocidos por su sencillez, por lo que no es de extrañar que esta primera aventura para Wii se las prometa difícil.

Para ayudarnos un poco también dispondremos de ciertos golpes especiales que elegiremos pulsando los botones B y A simultáneamente. Una vez hecho esto, aparecerá un menú con los ataques más brutales que disponemos. Su puesta en escena es magnífica; un arco iris de efectos especiales ilumina la pantalla para al tiempo que va eliminando sin mayor problemas los pequeños monstruos.

Para finalizar y como plato fuerte un encontronazo contra un Golem de Piedra en un guiño a las anteriores entregas de la saga. Su enorme tamaño no es problema para derrotarlo en un par de tajadas, aunque su papel en la demo está más orientado a tener que poner en práctica todos los movimientos básicos que a otra cosa. Consecuencia quizás de la ausencia total del guión, algo que nos hace presumir que Square Enix se ha centrado más en la jugabilidad que en cualquier otro apartado.