Pues mi madre no lo hace as

A estas alturas, está más que claro que las dos últimas consolas de Nintendo, gracias a su innovación y controles revolucionaros, son las más idóneas para recoger en su catálogo una variedad impresionante de 'no-juegos' o de títulos que hubiesen sido una locura sacarlos en otras plataformas. Es muy difícil imaginarse un 'Brain Training', 'Trauma Center', 'Wii Sports' o 'English Training' sin tener que recurrir al stylus o al Wiimote y tener que manejarlos solo con un mando clásico.

Debido a su gran parecido con la versión de DS, poco podemos decir de la forma de jugar que no hayamos comentado en las líneas anteriores. El modo principal de juego se centra en ir desbloqueando nuevas recetas según vayamos completando las que tengamos disponibles en ese momento en nuestro libro de cocina. Cada receta variará su número de pasos para completarla dependiendo de la dificultad de la misma, porque no es igual de fácil preparar un bol de palomitas, que unas trufas de chocolate.
A lo largo de cada receta tendremos que seguir unos pasos para completarla. Estos pasos se plasman en la práctica como minijuegos, los cuales imitan a la perfección a las acciones a realizar en la realidad. Cortar en rodajas, saltear, picar, cascar huevos o manejar la olla serán el pan nuestro de cada día, aunque además de estas acciones básicas tendremos que dominar algunas más específicas como separar la yema de la clara de un huevo, triturar carne o rellenar pasteles de crema. Al acabar cada minijuego veremos en una pantalla los pasos que nos quedan a realizar para finalizar el plato, junto a una breve descripción de cómo tenemos que ejecutar el siguiente y en qué consiste.

Dependiendo de cómo hayamos hecho de bien los pasos a lo largo de un plato, al finalizarlo recibiremos una medalla, la cual solo servirá para que sepamos cómo de bien hemos hecho la receta. Si no hemos cometido un solo error, recibiremos la de oro, mientras que si fallamos lo más mínimo en un paso, o nos equivocamos varias veces, solo podremos optar a la de plata, bronce o a un 'esfuérzate más' que nos invitará a repetir la receta. Como ya hemos dicho, para desbloquear otros platos no tendremos que conseguir ninguna medalla en especial, sólo tendremos que finalizar la receta y obtendremos nuestra merecida (o tal vez no) recompensa.

Es durante la elaboración de algunos de estos platos cuando viviremos algunos uno de los momentos que más nos sorprenderán, ya que veremos cómo "destrozan" unas cuantas recetas de la cocina clásica. Por lo menos, a título personal nos ha sorprendido ver como en el juego hacen una clásica tortilla de patatas, pero con pimientos y bacon. Suponemos que en algunas casas se hará así (En la nuestra al menos no), pero no nos deja de resultar chocante ver como platos a los que estamos acostumbrados toda la vida se plantean de una forma ligeramente diferente o con cambios sustanciales. Pero está claro que en esto de la comida todo es cuestión de gustos y de costumbres. Tal vez un día de estos nos animemos a hacer así una tortilla a ver qué tal sabe. Ya os informaremos del resultado ;-).

La cocina virtual la podremos encontrar dentro del menú 'opciones' y pese a estar bastante vacía en el comienzo del juego, si conseguimos derrotar a los personajes del modo mundial, conseguiremos que esté mucho más completa después de unas cuantas horas de juego. Su finalidad en el juego es completamente nula, aunque nos servirá como una sala de trofeos en la que disfrutar de nuestras victorias a lo largo y ancho del mundo.

Finalmente nos encontramos con el último modo de juego. Amigos y comida. Aquí podremos desafiar a un contrincante de carne y hueso en una competición para preparar un plato. Es prácticamente el mismo modo que 'Comidas y amigos del mundo', solo que en vez de competir contra la consola (Que es muy hábil cocinando) tendremos que hacerlo con un amigo. Indispensable tener dos Wiimotes.

Gráficos y sonido

Los títulos de minijuegos nunca han sido un derroche de calidad en lo que a gráficos o música se refiere, y Cooking Mama no iba a ser menos. El juego mezcla hábilmente las 2D con las 3D, utilizando las primeras para las imágenes de los menús y para representar a nuestra cocinera-guía a lo largo del proceso de los platos, mientras que las 3D las utilizará mediante un efecto cell-shading para recrear la cocina, los utensilios y los ingredientes. La diferencia entre optar por esta elección mixta, a usar efectos 3D puros y duros intentando exprimir al máximo la Wii, o usar solo 2D como en la versión de DS no alteraría en absoluto el resultado final del juego. Porque está claro que en este tipo de títulos lo que se busca es exprimir al máximo la jugabilidad, dejando casi aparcado el apartado gráfico, que en este tipo de juegos es más un añadido necesario que no uno de sus pilares centrales.

Las voces están completamente personalizadas, haciendo que cada personaje hable en su propio idioma, aunque salta a la vista que los doblajes han sido hechos completamente por japoneses, dado que su acento al hablar en inglés es más que notable. En el resto de idiomas menos 'comunes' nuestro conocimiento de la lengua no nos ha permitido coger los gazapos en su pronunciación, aunque con solo escuchar los 'Gerin berel' (Getting better) ingleses o el divertidísimo 'Me desep-shioro' (Me decepciono) castellano, nos podemos hacer una idea del resto de idiomas y de sus pronunciaciones 'perfectas'.

Aquí tenemos el apartado donde la mayoría de los juegos de Wii lucen mejor que nadie. Su control no puede ser más sencillo e intuitivo, ya que sabiendo cómo funciona el Wiimote, no nos hará falta casi ni leernos las instrucciones para realizar las acciones. Si sabemos que tenemos que picar un ajo, directamente pondremos el mando en horizontal hacia adelante y haremos el mismo movimiento que haríamos con un cuchillo. ¿Qué hay que remover un guiso? Wiimote en vertical y a darle vueltas cual cuchara sopera. ¿Qué hay que saltear unas verduras? A darle golpecitos hacia nosotros mientras vemos como se dora la cebolla. Toda una delicia.

Así que poco más podemos decir respecto a la jugabilidad, porque como ya hemos dicho, el juego es tan intuitivo que no haría falta si quiera manual de instrucciones para jugarlo. Pero para todos aquellos que no se crean que es tan fácil de manejar, nuestra pequeña cocinera-guía les hará un pequeño resumen de cómo tienen que actuar antes de cada paso. Pero incluso para los que aun sigan sin creerse que se pueda jugar así con el Wiimote y sea tan fácil, durante la prueba, en la esquina inferior derecha veremos unas imágenes donde se nos muestra el movimiento exacto a realizar con el mando. Y es que más fácil no nos lo pueden poner.

Por último, una de las grandes pegas en el apartado jugable recae ya no solo en la escasa cantidad de modalidades de juego (Tres solo, y dos de ellas muy parecidas) Si no en la exclusión de dos modos de juego que sí que tenia la primera versión. En ellos podíamos escoger  una acción para elaborar un único paso de las recetas, teniendo que superar varios niveles de dificultad dentro de esa misma acción para conseguir más medallas. El otro modo no incluido es el de combinar recetas, que aunque fuese muy básico (Coger dos recetas diferentes y hacer todos sus pasos en una vez para crear un plato mixto) hacía que una vez finalizado el juego, todavía pudiésemos sacarle el jugo un par de días más.