Splinter Cell: Conviction

Fuera reglas. Adiós al temor a ser descubierto. Sam Fisher se olvida de todos y de todo en su nueva aventura para Xbox 360 y PC, en una quinta entrega en la que Splinter Cell prescinde de su componente de infiltración. Fuerte en sus nuevas convicciones...

Ampliar

Ampliar

Gracias a una exclusiva en la revista finlandesa Pelaaja -aunque el nombre del título se filtró a la red en el famoso 'leak' que afectó a Ubisoft en septiembre pasado- hemos podido conocer los primeros datos de su nueva aventura: Conviction. O cómo hacer que la situación de Fisher gire 180º con respecto a la ley y el orden. Si algunos conocéis el film 'El fugitivo', id tomando nota...

Que la saga Splinter Cell era una de las más famosas en cuanto a aventuras de acción/sigilo no es nada nuevo. Que luchaba con otra mítica saga como Metal Gear por ocupar el trono, tampoco. Sin embargo, en esta ocasión, UbiSoft Montreal ha querido hacer un cambio brusco en la jugabilidad de la saga, más aún que el que hemos visto en Double Agent, a fin de cuentas un Splinter Cell clásico con pequeños detalles argumentales que nos hacían trabajar para los dos bandos, pero con una mecánica muy similar.

Ampliar

Sam Fisher, al más puro estilo visual Solid Snake (es fácil confundirlos por su acabado facial), vuelve a la NSA para ayudar a su ex-compañera Ana Grimsdottir que se encuentra en graves problemas. Sin embargo, lo que se encuentra en Third Echelon es algo mucho peor de lo que pensaba: la corrupción y las amenazas campean a sus anchas en unos despachos totalmente podridos por las ansias de poder y la avaricia, hasta el punto de que Fisher se entera de un peligroso juego político a tres bandas que podría poner en peligro la estabilidad del país. Cómo no, este conocimiento lo pone inmediatamente en el punto de mira de los corruptos, que lo denuncian como traidor a todo el país.

En esta situación, Fisher se encuentra justo en el lugar donde han estado siempre sus enemigos: la NSA y la policía lo persigue con todo su poder y tecnología, algo que estaba acostumbrado a hacer él desde el otro lado. No hay ayuda de comunicaciones, ni presupuesto para armas de fuego o kits de supervivencia/espionaje/infiltración, etc... es un enfrentamiento totalmente desequilibrado, en el que nuestro héroe tiene todas las de perder desde el primer momento. Un ejército contra un hombre, la potencia del poder contra el ansia de sobrevivir. Conviction cambia radicalmente todo en Splinter Cell.

Ampliar

Para demostrar todo el aprovechamiento posible de esta potencia se han llevado a cabo cambios en la jugabilidad, en la cual se le ha restado mucho protagonismo a la infiltración basada en la iluminación, aunque no en su totalidad. Todavía podremos escondernos en la oscuridad en algunas zonas, pero su utilización es muchísimo menor que en anteriores juegos. Ahora, Fisher es un proscrito, perseguido y con el cartel en su cabeza de 'disparen a matar'. Su mejor aliada es, irónicamente, la luz. En Splinter Cell se hace de día en toda su plenitud.

Para ello, Conviction utiliza de forma masiva los escenarios abiertos, urbanos. La población se dirige a sus quehaceres diarios de forma tranquila, hay mucha gente por las calles de la ciudad, lo que crea un escondrijo perfecto para que nuestro héroe se mueva de forma furtiva y sin ser descubierto al mezclarse entre la multitud. Este proceso tan 'normal' en su concepto pero al mismo tiempo tan complicado en su desarrollo también es parte del desarrollo de otros de los juegos más esperados de UbiSoft: 'Assasin's Creed'. La semejanza en partes de este juego y el de Fisher son más que coincidencias, ya que se intenta crear una situación en ocasiones muy similar en los dos, pero en entornos y mecánicas de juego muy distintas.

Ampliar

Fisher, además, se verá completamente mermado en su arsenal que hemos visto en los anteriores juegos. Ahora es un ciudadano más, pero perseguido. Su poder de respuesta ha bajado casi totalmente, pero gracias a ello descubriremos que los desarrolladores han llevado a cabo otro avance en la serie, algo que cambia la filosofía de la saga tal y como la conocíamos hasta ahora. El enfrentamiento directo es una de las opciones más probables en Conviction. Para ello, se están construyendo entornos (exteriores e interiores) totalmente interactivos, con lo que Fisher podrá utilizar cualquier elemento de los decorados (mesas, sillas, bancos, tablas, cubos,...) para defenderse o neutralizar a los agentes que lo persiguen.

Para darle más veracidad a este concepto, la física de todo el juego se está remodelando y adaptando a todos los elementos de los entornos para que cada objeto posea un poder de daño individual, así como una resistencia y peso que afecte a cómo se pueda utilizar. No es lo mismo tirar a alquien una silla que una tabla de un banco de madera. Conviction está poniendo mucho énfasis en estas luchas con ítems 'comunes', aunque no olvida completamente los desplazamientos entre las sombras, algo que sigue utilizando con los medidores de luz habituales.

Ampliar

En Conviction no habrá misiones tal y como las conocíamos hasta ahora. Nuestros objetivos en todo el juego son dos: conocer todo lo posible sobre el complot político para denunciarlo y demostrar nuestra inocencia. Las misiones irán encaminadas unicamente a esos dos objetivos, aunque llevarlo a cabo nos dará más de un dolor de cabeza para realizar fases muy peligrosas en edificios oficiales, desembarazarnos de unos cuantos enemigos que nos siguen la pista muy cerca, conseguir datos mediante el engaño,... la variedad de formas para llevar a cabo las misiones serán más amplias que en los anteriores juegos.

Conviction tiene, a priori, todas las papeletas posibles para llevar a la saga a un nuevo nivel de interacción y de emoción. El desarrollo argumental será clave para mantener la tensión y el interés del usuario, aunque parece que la mecánica de juego también ayudará bastante para un desarrollo innovador. Todavía no tenemos datos de posibilidades multijugador, pero tan pronto se conozcan os haremos saber más datos sobre este nuevo episodio en la vida de Sam Fisher.

Ampliar