Gaming Club
Regístrate
españaESPAÑAméxicoMÉXICOusaUSA
Colegas en el Bosque

Colegas en el Bosque

La temporada de caza ha empezado!

Destinado a los más pequeños de la casa, la versión consolera de Colegas en el Bosque tiene muchos de los elementos que encantarán al público más joven. Pero, ¿tiene suficientes argumentos para convencer al jugador experimentado?

Actualizado a

Como acostumbra a suceder desde los tiempos del mismísimo Spectrum, es habitual que tras la salida al mercado de una película que cosecha un relativo éxito se lance su correspondiente videojuego. Hoy en día ya no es imprescindible que tenga fortuna en taquilla ya que se suelen editar simultáneamente tanto el film como el juego, de modo que éste forme parte del correspondiente ?merchandising? que se engloba dentro del panorama comercial de la película. Esto es especialmente así en los productos destinados sobre todo a los más pequeños.

Existe también la creencia popular de que todos los juegos basados en películas son malos (y últimamente corre el rumor de que todas las películas basadas en juegos también lo son), cuando la historia nos ha dejado pocas aunque honrosas excepciones, desde el mítico ?Robocop? hasta innumerables versiones de Star Wars. En cualquier caso, Colegas en el Bosque no es precisamente una de esas excepciones aunque sí es un producto que puede proporcionar algunas horas de sana diversión a los más pequeños de la casa.

La película, y por ende el juego, trata sobre las peripecias que ocurren entre los dos personajes centrales: Boog, el oso urbano amaestrado que vive cómodamente en el garaje de su dueña humana, y Elliot, el ciervo de un solo cuerno cuyas únicas aspiraciones en la vida son conquistar a una hermosa cervatilla y meter en problemas a Boog, al que conoce cuando éste le salva de una muerte segura a manos de los cazadores. Durante todo el argumento, Boog y Elliot deberán recorrer todo el bosque ayudando a sus inquilinos para hacer frente al inicio de la temporada de caza, y de ahí el nombre original en inglés del juego: ?Open Season?.

Su distribución puede englobarse en la misma línea de títulos como Cars, por ejemplo, con la diferencia en que éste está tematizado y centrado en uno de los aspectos de la película más que en seguir su argumento. Y a pesar de ser un videojuego casi exclusivamente diseñado para niños, hay algún que otro guiño y escena que resultan entretenidos, con lo que terminarlo de arriba abajo no ha sido la tortura que imaginamos al principio.

Colegas en el Bosque se estructura en una serie de capítulos que siguen la saga argumental de la película, con algunas variaciones, y completarlo es tarea bastante sencilla. Incluso acabarlo ?perfecto?, con todas las colecciones hechas y con los 1000 puntos de la versión de Xbox 360, tampoco debería ser algo demasiado complicado. En cualquier caso es necesario reseñar la intención de los desarrolladores y el público al que se destina el título, con lo que aquellos que busquen un reto o una aventura medianamente adulta equivocarán la elección.

Está configurado en forma de aventura en tercera persona, con algunos toques de humor muy ligero y abriendo un número determinado de minijuegos que luego podremos disputar contra algunos amigos. En cualquier caso estamos hablando de un título destinado a un solo jugador, que combina (y siempre hay que coger esto muy entrecomillado debido a su extrema sencillez) elementos de acción, sigilo, shooter en primera persona, exploración del mapeado y habilidad. Veamos los apartados uno a uno.

Gráficos y sonido
Si hay que empezar por lo bueno, es necesario reseñar la maravillosa traducción y el estupendo doblaje al castellano de todas y cada una de las líneas de texto que hay en el juego. Además está narrado de una forma muy llana y muy clara para que cualquier interlocutor pueda entender a la primera lo que se espera que hagamos con nuestro personaje a continuación, en un ejemplo claro de accesibilidad y buen hacer por parte de la editora.

Parece mentira como títulos como este lleguen con este nivel de acabado y sin embargo otros de mucha mayor envergadura y presupuesto se queden en versión original, pero esto de la distribución es así. A nivel de música, cumple perfectamente con lo esperado; alguna de las melodías es incluso pegadiza (y también lo son algunas de las expresiones de Elliot, todo hay que decir) y ofrecen un buen elenco de animación sonora que afortunadamente está por encima de la mediocridad.

A nivel técnico, Open Season no presenta grandes alardes. Efectivamente todos los personajes principales están perfectamente diseñados, con gran cantidad de polígonos tanto para Boog como para Elliot, aunque siendo fieles al estilo simplista del dibujo animado. El resto de personajes siguen el nivel, siendo fácilmente reconocibles si se ha visto la película, y tratados con trazos amables a la vista. A excepción de los malos, claro.

Las animaciones son tal vez el punto mejor tratado de Colegas en el Bosque, donde destacan todo el alarde de movimientos que pueden hacer tanto el oso como el ciervo por separado o en conjunto (por ejemplo, cuando Boog lanza a Elliot contra algo / alguien); basta ver a Boog corriendo a cuatro patas y observar el vaivén de su pelo o las buenas sensaciones que se transmiten en el mando al girar, chocar, sufrir un disparo enemigo o simplemente al acercarse sigilosamente a un enemigo y utilizar el ?camuflaje? (que esto sí que es camuflaje y no lo de Depredador).

La ambientación también sigue un nivel bastante acorde a lo que se espera del juego: es simplemente correcta, sin demasiados alardes. Los objetos están modelados con un nivel de detalle relativamente bajo y la interacción con el entorno es también bastante pobre. La estructura de las fases es prácticamente lineal y su diseño tampoco ganará ningún premio pero, al mismo tiempo, lo hace muy asequible para los más jóvenes de la casa.

En algunos casos tenemos ciertos cambios en las fases, concretamente en las que nos deslizamos a toda velocidad convertidos en una bola de nieve o bien río abajo a lomos de un retrete, casos en los que se agradece el cambio de tercio del juego y que además son tal vez las mejores que podamos encontrar. En general en cuestión de diseño, Colegas en el Bosque acierta los momentos en los que debe dar un giro en el timón y se puede decir que el desarrollo se hace hasta ameno.

Jugabilidad
En este caso, tal vez el punto más subjetivo del que se pueda hablar. Desde una posición estrictamente objetiva y adulta, Colegas en el Bosque es una pérdida de tiempo en un título extremadamente fácil y que carece de auténticos argumentos para convencer a un jugador por poco experimentado que este sea. Pero no creemos que ese sea el público objetivo del juego y, si no se observa desde ese prisma, lo cierto es que la valoración que se puede dar de él cambiaría casi radicalmente.

Pero en cualquier caso, lo que el jugador encontraría al introducir el juego en su consola sería lo mismo. Interpretaremos el rol de un oso grandullón y urbano, apegadísimo a las comodidades de la vida moderna que nunca se ha tenido que preocupar de hacer caso a sus instintos. Toda su vida cambia al cruzarse por su vida la figura de Elliot, un ciervo mellado de un cuerno que le va a complicar su existencia de forma considerable y viéndose perseguidos por las iras de los cazadores de la comarca.

A medida que intentan volver a casa, se encontrarán con toda una serie de animales con el mismo problema común: los cazadores. De este modo, Boog y Elliot deberán ayudar a ardillas, mofetas, castores, patos, conejos y demás fauna silvestre a librarse de sus depredadores, pero antes deberán ganarse su confianza. Y para ello deberán realizar algunas sencillas misiones que generalmente consisten en recuperar algún objeto perdido o en asustar a los susodichos cazadores.

En este juego, a pesar de ser Boog un fiero oso y los malos unos desalmados hombres con rifles, no muere nadie. El mecanismo es casi siempre el mismo: Boog se acercará por detrás a un inofensivo humano, se esconderá, se pondrá a su espalda y rugirá tan fuerte que éste correrá despavorido. En ocasiones, no obstante, nos podremos valer de la inestimable ayuda tanto de los demás habitantes del bosque como del mismísimo Elliot.

Ya sea introduciendo una mofeta en casa ajena para que sus habitantes salgan ahumados y con alta predisposición a ser asustados, usar una ardilla para que apedree e inutilice a un vigilante inoportuno, provocar al enemigo para que caiga en sus propios cepos o lanzar un conejo (en perspectiva de FPS) a la cara de un cazador? todo vale para conseguir limpiar el valle de cualquier amenaza foránea y poder proseguir adelante.

A medida que progresamos por las fases vamos ganando distintos puntos salvajes que podemos utilizar para adquirir nuevas habilidades en la tienda; algunas habilidades se nos asignarán automáticamente pero otras deberemos comprarlas y facilitarán, aún más si cabe, nuestra labor. Entre esas técnicas encontramos mejoras de vida, la capacidad de poder asustar con mayor facilidad, ampliar la distancia de lanzamiento de nuestro oso o simplemente poder utilizar nuestros sentidos con mayor rango.

Porque, por ejemplo, nuestro oso puede olisquear el ambiente en busca de puntos salvajes ocultos o, generalmente, para encontrar bayas que nos permiten recuperar puntos de vida en caso de que los necesitemos. Olisquear se realiza con la pulsación de uno de los botones superiores y además puede mejorarse con superolfato, con lo que no está de menos en cualquier área abierta pulsarlo para conseguir algunos puntos extra.

A medida que progresemos en el juego también se van desbloqueando una serie de minijuegos que pueden disputarse bien contra la propia CPU o contra usuarios humanos. Dichos minijuegos pueden ser bastante disparatados, como la caza y captura del conejo, y normalmente sucede que uno se acaba lanzando los conejos a la cabeza antes de meterlos en la cesta central. Hacer de francotirador con animales o la bola de nieve son algunos de los otros métodos de entretenimiento al margen de la campaña principal.

Al completar cada fase de la aventura se nos otorga una puntuación en función de diversos parámetros, pero principalmente por la cantidad de puntos salvajes que hayamos recogido. La inmensa mayoría de ellos son de localización bastante obvia, mientras que para obtener el resto deberemos lanzar a Elliot, olisquear en una zona determinada o bien realizar una acción específica, aunque esto solamente en las dos fases más dinámicas (la de la bola de nieve y la del retrete), que son las dos únicas en las que conseguir la puntuación perfecta puede resistirse.

Hay puntos sobradamente para comprar todas las habilidades? dos veces, porque al final de la aventura el juego ya no racanea con los puntos y los otorga a cientos. De todos modos, para los más adultos conseguir el 100% puede ser lo único que le merezca un mínimo de reto, con lo que dejaremos el hecho de querer perfeccionar cada fase como algo positivo. En total, alrededor se 6 ó 7 horas pueden ser necesarias para completarlo en su totalidad.

Decididamente no será el juego en la vida de nadie pero, al mismo tiempo, es una apuesta segura para cierto público determinado. Desde luego no podemos recomendar su compra al jugador clásico que busque algo excepcional, duradero, intenso o emocionante? pero sí a esos padres que quieran algo sencillo, directo y amigable para sus hijos. Es cierto que podría ser mejor, más largo, más trabajado o más bonito; pero en general se puede decir que Colegas en el Bosque cumple con su misión, sin alardes.

Lo mejor:
- El doblaje
- Sencillo e intuitivo
- Destinado a los más pequeños

Lo peor:
- Demasiado simple en todas sus facetas
- Muy corto
- No explota las cualidades de la consola

6

Correcto

No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.