Otaku no Gaming: 10 años de manga y anime en videojuegos

Detective Conan (Wii)

Como suele ser habitual, toda obra de éxito en Japón acaba siendo víctima de una considerable cantidad de material relacionado, desde llaveritos o peluches hasta auténticas obras de arte dedicadas al material del que se dispone; y por supuesto, videojuegos, una transición muy sencilla de llevar a cabo y que goza de un público potencial predispuesto.

Estas adaptaciones jugables varían mucho en su calidad, pero no por ello dejan de ser menos interesantes, gracias al carisma de unos personajes ya de sobra conocidos por el jugador y al interés puesto en una historia que puede conocerse de antemano, o que ofrece nuevas aventuras de los héroes ya conocidos. Y desde luego, resulta satisfactorio ayudar a realizar las acciones que se han visto infinidad de veces en su formato original de animación o papel.

Con este reportaje, el objetivo es destacar algunas de las mejores adaptaciones que se han realizado y que han calado hondo entre los aficionados de todo el mundo, siempre dentro del marco temporal en el que se sitúa esta revista, y que impide remarcar antiguas joyas como la saga Dragon Ball en Super Nintendo, o títulos basados en clásicos como Ranma o Magic Knight Rayearth que no pasaron de los albores de las 32 bits, una vez se hubo pasado su momento de gloria.

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Una de las entregas más destacables de las aventuras de Goku y compañía vio la luz en Saturn. Tomando como base la fórmula de las versiones de SuperNintendo, hablamos del mejor Dragon Ball en dos dimensiones gracias a la habilidad de la máquina de Sega para mover sprites. Veintitrés luchadores se enfrentan en épicas batallas por tierra y aire, recurriendo a la clásica pantalla partida cuando están los contendientes demasiado alejados.

Trabajados efectos visuales a la hora de realizar los ataques especiales de cada personaje contribuyen al espectáculo, y se consigue un aspecto muy fiel a la serie de animación. Aparte de los modos clásicos, este título ofrece un modo en el que el protagonista es Mr. Satan, quien debe apostar por un luchador y ayudarle a ganar los combates interviniendo en momentos precisos.

Pese a que el primer Tenkaichi era experimental, esta secuela  se ha pulido de cara a una mejora en todos sus apartados: La plantilla la componen 130 luchadores extraídos de DB, DBZ, GT y las películas, todos ellos diferenciados por sus ataques más carismáticos que han sido transportados al juego con gran mimo.

Seguimos ante un juego de lucha 3D con entornos abiertos y destruibles, con un sistema de combos asequible, posibilidad de pelas 5vs.5 y toda la espectacularidad de la serie, que por supuesto podremos revivir en un jugoso modo historia. Y todo con un  encomiable motor gráfico en Cell Shading realmente logrado. Eso si, sin la BSO original.

De este modo, añade detalles interesantes al argumento, presentando nuevos personajes y viejos conocidos y dotando de profundidad a la obra de Miura. Un beat'em up directo, con un buen número de movimientos y ataques, lo suficientemente variado para no caer en la repetición, y que se complementa con minijuegos y secretos que alargan su ya de por sí considerable vida.

Si por algo se caracteriza el paso de la obra de Mashashi Kishimoto por PlayStation 2 es por conseguir que cada entrega supere con creces a la anterior. Con esta tercera parte se ha conseguido un juego tal vez no perfecto, pero sí muy próximo al ideal que los aficionados tienen en su mente. La ambientación del título plasma fielmente el mundo de ninjas que ofrecía la obra original.

Reúne a cuarenta y dos personajes de la serie, que se enfrentan en combates dinámicos de los que hay que destacar la sencillez de control y la espectacularidad que pueden llegar a alcanzar, al ofrecer secuencias tridimensionales de lo que se suele ver en el anime. Modos historia, modo RPG, un buen número de elementos por desbloquear, el completo plantel de luchadores y una excelente puesta en escena.

Una de sus principales virtudes es la posibilidad de disputar combates de hasta cuatro jugadores al mismo tiempo. Con un estilo visual inspirado en el anime, un buen diseño de los personajes y un control sencillo, Naruto 4 es un juego de lucha vibrante, con numerosas técnicas y combinaciones que propician enfrentamientos rápidos pero intensos a su vez.

Nuestro héroe debía avanzar por decenas de niveles llegando a encontrarse las caras con jefes de final de nivel realmente impresionantes. Todo moldeado con un apartado gráfico 2D cautivador y destacable, y además, en castellano. Su secuela, pese a rendir a bien nivel, no llegaba a ser tan sólida. La mejor adaptación de la carismática serie de Hiroyuki Takei.

Esta cifra es la suma de los principales, secundarios y de apoyo, todos ellos de series tan famosas como Dragon Ball, Naruto, One Piece, Bleach, Rurouni Kenshin, Shaman King o incluso Ichigo 100% o Death Note. Jump UltimateStars se convierte, por méritos propios, en uno de los mejores juegos de DS, que además cuenta con la posibilidad de jugar a través de WiFi con otros usuarios.

Títulos de la mano de importantes desarrolladoras como Capcom o Bandai, entre los que destaca Bizarre Adventure, que basan su atractivo no en la velocidad, sino en la estrategia, con ataques especiales acordes con cada personaje, dentro de planteles bastante extensos, y todo tipo de movimientos para romper el ataque rival.

Además, existen diversas formas de potenciar a los personajes y personalizarlos. Complicado en su justa medida, con una dificultad siempre creciente con el paso de los niveles, Transformers presenta constantemente retos al usuario, quien gracias a un control perfectamente calibrado se sentirá capaz de superar cualquier adversidad.

Presenta un inicio idéntico al del anime, aunque llegado cierto punto se desvincula para ofrecer una historia paralela que añade nuevos matices al argumento. Un beat'em up con toques de RPG en el que los personajes harán uso de sus habilidades particulares, principalmente la alquimia, para enfrentarse a bandidos, quimeras, golems y otras criaturas.

La historia de la última obra de Rumiko Takahashi, todavía inconclusa, nos narra cómo Kagome viaja 500 años atrás en el tiempo para resucitar por error al medio-demonio Inu Yasha. El destino les unirá en busca de los fragmentos de una poderosa joya que también codicia Naraku, el mal personificado. De todas sus encarnaciones jugables, la mejor data del año 2001, para la primera PlayStation, en un sencillo juego de lucha en dos dimensiones.

Doce personajes se enfrentan en pos de conseguir los fragmentos de joya, en un modo historia sencillo basado en combates consecutivos. Pero no se limita a esto, sino que además incluye varios modos de juego adicionales y diferentes, que evitan que el disco caiga pronto en el olvido. Control sin complicaciones y combates que rememoran fácilmente a los del anime son las bazas de este interesante juego de lucha.

Nos pone en la piel de un personaje que ha perdido la memoria (chico o chica, a nuestra elección) y que se encuentra con los personajes de la serie, quienes nos ayudan a intentar recuperarla. Unos gráficos estupendos acompañan a un sistema de batalla clásico, basado en comandos, pero que sigue funcionando y que convierte a este juego en un RPG largo, completo y de elevada calidad. Muy interesante para aficionados al género y casi obligado para amantes del personaje.

Presentado como un capítulo de la serie (respeta incluso los temas de apertura y cierre), el juego cuenta con numerosas escenas de vídeo que ayudan a la inmersión que se pretende, además de incluir escenas inéditas para la nueva historia. El sistema de combate, mezcla de RPG y estrategia, es bastante original y, una vez se llega a dominar, resulta muy satisfactorio.

La historia era bastante más sencilla de entender que la película, y nos aclaraba puntos que quedaban abiertos en ésta. Con un equilibrado motor 3D y una BSO de buen nivel, y por supuesto a una jugabilidad a prueba de bombas, consiguió hacerse un hueco en el corazón de los fans de la obra original. Una sorpresa en su época que aún hoy mantiene el tipo.

Su presencia en los videojuegos no es para nada trivial con más de 40 títulos a sus espaldas, y a pesar de que algunos títulos han pasado a la historia sin pena ni gloria - como es el caso del reciente CrossFire de PlayStation 3-, el hecho de incluir la palabra Gundam es casi sinónimo de éxito en Japón, donde en un mismo TOP 100 de juegos del mismo año ha llegado a colocar cinco títulos distintos.

Hablamos por tanto de luchas 1vs1 por entornos 3D interactivos con 56 personajes diferentes extraídos de todo el universo Saint Seiya, incluso las OVAs. El modo historia como grueso y unas notables enciclopedias de datos eran los principales reclamos de esta secuela que, en realidad, tampoco logró sorprender más allá de los propios fans de Masami.

Sobre el juego, será un arcade 1vs.1 donde se enfrentarán más de doce personajes extraídos del universo original, todo con gráficos 2D en alta resolución. El sistema de combos y enlaces ha encantado a quienes han podido probar la recreativa, siendo tremendamente espectacular en lo referente a animaciones y técnicas. Aún no tiene fecha.

Todos los partidos pasan por un sistema de pestañas y habilidades que debemos ejecutar pausando el partido, posterior animación de disparo a puerta y vuelta a empezar. La pulsación reiterada de los botones y el bajo ritmo de los partidos tampoco hacen muy apto para el público occidental el último producto de Oliver y Benji en PS2.

Los cuatro primeros títulos se centran en el grupo de los .hackers, mientras que una segunda serie, .hack/G.U, se sitúa tiempo después, en una versión mejorada de The World. Los juegos imitan a un mundo virtual online, aunque es .hack//Fragment quien hace realidad el sueño de los seguidores y permite un auténtico juego en red.

Controlando a un amigo de Yugi, el objetivo del juego era alzarse con el título de campeón del torneo de Battle City. Los duelos de cartas seguían enfrentando a poderosas criaturas siguiendo dos directrices básicas: ataque y defensa. Un más que digno representante de la franquicia y una buena adaptación del anime homónimo.

Bleach es el manga creado por Tite Kubo y protagonizado por Ichigo Kurosaki, un joven estudiante que se ve obligado a actuar como shinigami, dios de la muerte, y acabar con los Hollows, espíritus malignos. Uno de los juegos más aclamados por el público es Souten ni Kakeru Unmei, un juego de lucha 2D desarrollado para Nintendo DS por Treasure.

Un juego más que correcto y muy cuidado en el aspecto técnico con varios personajes a elegir con sus técnicas características, modos de juego y un sistema de cartas para ayudar durante los enfrentamientos. Pero lo más destacado es la posibilidad de enfrentarse online contra otros tres jugadores, mediante el buen sistema WiFi de Nintendo.

Creada por Eiichiro Oda hace ya diez años, One Piece cuenta las aventuras de un grupo de piratas liderados por Monkey D. Luffy, en busca del preciado One Piece. Navegando de isla en isla, vivirán las aventuras más disparatadas con escenas llenas de aventuras y humor. Uno de los últimos juegos en llegar a nuestro país es One Piece: Grand Adventure para PS2.

Basándose en la misma jugabilidad conocida en la serie Grand Battle. Un apartado técnico correcto, aunque muy mejorable, da vida al juego con un acabado cel-shaded. Jugablemente hace las delicias de los seguidores al ofrecer batallas más que entretenidas a la par que una alta fidelidad a la serie en cuanto a la variedad de técnicas se refiere.

Los magos de las 2D, Treasure, creadores de algunos de los arcades más míticos de MegaDrive y Saturn, se atrevieron a convertir en videojuego el famoso manga de Osamu Tezuka. ¿El resultado? El mejor juego del género para GBA. Controlando al robot con corazón nos esperan decenas de fases en las que deberemos aprovechar al máximo las habilidades de nuestro personaje, que van desde lanzar misiles a realizar ataques especiales.

Todo esto podremos potenciarlo al finalizar los niveles, donde se nos dará posibilidad de elevar nuestras técnicas. La mecánica es la misma de siempre: avance lateral para acabar con enemigos, bien sea por tierra o aire, hasta llegar a un jefe que custodia el final de nivel. Gráficos bidimensionales en alta resolución completan este arcade que encantó a quien se atrevió a probarlo. Una de las pequeñas joyas del sistema y el renacimiento de la mejor Treasure.

Digimon nos mostraba cómo siete niños habían sido transportados a un mundo poblado por criaturas que les requerían como 'entrenadores' para acabar con un malvado villano. Con esta premisa salieron a la venta una gran cantidad de productos basados en la licencia, siendo Digimon World para PSOne el primero de ellos y quizá el más interesante. La mecánica era una evolución de los Digivice, una especie de Tamagotchis donde además debíamos hacer combatir a nuestra criatura.

Nuestra misión, repoblar el Digimundo haciendo volver a la ciudad a todas las criaturas que la habían abandonado. ¿La mecánica? Recorrer el mundo, entrenar a un Digimon y cuidarle al 100%: Llevarle al baño, darle de comer, entrenarle y por supuesto evolucionarlo. Pese a lo simple de su mecánica conseguía enganchar como pocos y garantizaba una buena cantidad de horas de juego, más si aprovechábamos las opciones multijugador que brindaba.

El niño más gamberro del anime ha tenido que esperar hasta Game Boy Advance para ver publicados sus juegos en España, pese a que ha contado con ellos desde Super Nintendo. En "Los muñecos de Shock Gan", desarrollado por Banpresto, la mecánica del juego era, controlando al personaje, ir superando pequeñas fases de plataformeo puro y duro con el añadido del uso de disfraces.

Shinosuke puede convertirse en rana, mapache o samurai. Sumado a esto, el poder llamar a determinados personajes secundarios -como sus padres, su perro o alguno de sus pequeños amigos- abría un abanico de posibilidades bastante amplio y facilitaba la resolución de los pequeños puzzles dispuestos por el mapeado. Una duración bastante bien calculada y una curva de dificultad perfecta convertían este cartucho en un gran juego para los amantes del género y del personaje.

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