El movimiento se hace arte

Nuevos horizontes

El parkour, deporte urbano que se ha ido popularizando estos últimos años, por fin tiene su primera representación jugable de la mano de Reef Entertainment. Después de lidiar con bastantes problemas, incluyendo un cambio de distribuidora, al fin ha conseguido ver la luz el primer juego que plasma este arte en toda su expresión. Inicialmente planteado sólo para PSP, Free Running ha dado el salto también a PS2 con una versión vitaminada basada en su hermana portátil.

Pese a que en su concepción se asemeja bastante a juegos como la serie Tony Hawk, el carecer de más modo de desplazamiento que el propio cuerpo cambia la concepción del entorno. Utilizando saltos, balanceos y acrobacias de diverso tipo, deberemos fluir por los escenarios mientras observamos lo que éstos nos ofrecen . Al final, todo se decidirá entre nosotros y los obstáculos que conforman los distintos mapeados que tendremos que superar.

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Gráficos

En el lado negativo, la cámara libre tenderá a hacer de las suyas si no estamos constantemente pendientes de ella, lo que puede suponer un salto al vacío en muchas ocasiones.  La física asociada a los personajes es de tipo muñeco de trapo, y tan solo se mostrará en las colisiones, quedando muchas veces el personaje en posturas físicamente imposibles. Los efectos visuales, casi inexistentes, se quedan en los fuegos artificiales lanzados al finalizar un reto y a los destellos producidos por nuestro traceur cuando la barra de fluidez se encuentra al máximo.

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En  el caso de PSP, los gráficos resultan similares a los de su hermana mayor, aunque con la lógica reducción de calidad en el caso de las texturas y una menor carga poligonal en los personajes. Aun así, el juego se mueve perfectamente, sin ralentizaciones o problemas de ningún tipo. La optimización viene dada probablemente por tratarse de la versión original para la que fue programada el juego. La disminución de calidad respecto a la versión doméstica se nota al comparar pantallas, pero a la hora de jugar no ofrece distinción alguna el hacerlo en una u otra plataforma.

Sonido y Efectos FX

La banda sonora del juego se mueve en el género de la electrónica, contrastando con el habitual uso de música rap que se asocia normalmente a esta disciplina. Pese a este cambio, las melodías elegidas se acoplan bastante bien a la dinámica del juego, existiendo tanto piezas más movidas como otras más tranquilas. En todo momento se utilizan temas instrumentales, sin presencia vocal en ningún momento. En las opciones del juego se nos permite eliminar temas de la banda sonora, configurando nuestra banda sonora entre las canciones disponibles. La cantidad de temas inicial no es muy elevada, aunque a posteriori podremos desbloquear más según completemos los retos.

Jugabilidad

El superar los distintos modos de cada mapa nos abrirá otros para ese mismo escenario, además de desbloquear el acceso a los siguientes. Los variados lugares en los que tendrán lugar nuestras carreras van desde una zona en construcción hasta una una fábrica o varios conjuntos de altos edificios. Los entornos están bien planteados y existen varias formas de acceder a un mismo punto, con lo que la elección final estará en nuestras manos y dependerá de nuestra habilidad como traceurs el descubrir rutas más cortas y arriesgadas. El medidor de fluidez existente nos permitirá activar un modo de sprint temporal, con el que conseguir saltos más largos, trucos más valiosos y movimientos más espectaculares.

Dentro de esta mecánica simple pero exigente, iremos desbloqueando prendas de vestir, videos y música, así como el acceso a nuevas maniobras acrobáticas. La ropa afectará a las características de nuestro personaje, aportando mayor resistencia o velocidad, con lo que conviene ir equipado siempre con lo mejor que hayamos conseguido hasta el momento. Sin llegar a resultar demasiado complejos en su mayoría, los desafíos propuestos nos costarán más de lo que puede parecer al inicio, fundamentalmente por el exigente sistema de control.

La realización de los movimientos del traceur requiere multitud de pulsación de botones, y lo que es más complejo, una sincronización casi perfecta. Resulta frustrante el intentar realizar una y otra vez maniobras simples como un Pharaoh Climb, sin conseguir que el personaje se apoye en ambas paredes y caiga reiteradamente al suelo con la consiguiente pérdida de tiempo. Este tipo de situaciones conseguirán acabar con nuestra paciencia a menudo, ya que perder un desafío por un problema con el control llegará a ser algo común.

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Por ello, es necesaria paciencia y habilidad para hacerse con una curva de dificultad bastante inclinada en los inicios, más por los defectos de movimiento que por la dureza de los retos.  Los objetivos de mayor entidad tan solo serán abordables tras varias horas de juego. Pese a todo, las múltiples modalidade disponibles, así como la posibilidad de competir contra otro jugador, aseguran una larga vida útil al juego, aunque sea simplemente tratando de superarnos a nosotros mismos en cada fase.  La IA del juego no nos ofrecerá demasiados problemas en los rivales, que raramente eligen el camino más inmediato hasta el punto de llegada de las carreras, e incluso nos esperan, en el caso de los mentores.

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