En una etapa en la que un sistema como PlayStation 2 está de capa caída siempre es agradable encontrarse, aunque sea a lo lejos y sin posibilidad de aparecer por España, un desarrollo atípico que atrape la atención del jugador medio mediante una concepción interesante y al mismo tiempo divertida. Arriesgados productos como Okami o Katamari Damacy que, de buenas a primeras, no sólo se convierten en apuestas seguras con un enfoque realmente único sino que, además, son acompañados de una calidad sin igual.
Así, Chulip forma parte de este reducido grupo de lanzamientos que tanto tirón tienen en Japón y que el pasado 14 de febrero, aprovechando el día de San Valentín, llegó a Estados Unidos vía Natsune. El lanzar el juego en esa fecha no era casualidad: En Chulip nuestro objetivo no es salvar al mundo, rescatar a una princesa o acabar con criaturas mitológicas. En absoluto. Aquí sólo tendremos que, con nuestro "héroe", besar a la gente y recibir besos. Esta idea tan a priori extraña parece haber funcionado no sólo en Japón sino además en los Estados Unidos, obteniendo si bien no una aceptación demasiado impactante, una serie de puntuaciones de lo más razonables halagando su particular sistema de juego.
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La historia comienza con un simple sueño en el que nuestro protagonista observa cómo llega a encontrar a su media naranja. Le da un beso bajo un precioso árbol y... se despierta. La realidad es diferente. Se lleva fatal con las chicas y para colmo de males, él y su padre se mudarán a vivir a Long Life Town, una pequeña ciudad, por motivos de trabajo del último. La jugabilidad de Chulip podría resumirse, pues, en la necesidad del protagonista de besar a la gente. Para esto se ha optado por la estructura de una aventura típica, es decir, cámara en tercera persona, puzzles muy sencillitos y algo de acción. La mecánica, al menos de la primera parte del juego, será hablar con la gente de la ciudad y realizar pequeñas misiones: llevar un objeto de un lado a otro, recoger material, etcétera.
Como fondo, nuestro protagonista tendrá como objetivo ligar con cuantas más chicas mejor. Así, tendremos una serie de medidores de "sex'apeal" mediante los que sabremos lo bien que nos iría con una u otra. Tendremos que arriesgarnos y, si nos sale bien, iremos ganando experiencia en la materia y podremos optar por conquistar a damas de más calado social. Técnicamente contará con un estilo gráfico propio, en la línea de Katamari Damacy o Mother (Earthbound), es decir, modelados pequeñitos y cabezones con no demasiados polígonos ni entornos extremadamente detallados. Simple y puramente un entorno por el que desenvolvernos, sin más. Artísticamente genial a nivel de diseño, la forma de plasmarlo no desmerece como alternativa. Evidentemente es ya una sorpresa el que Chulip haya salido de Japón, por lo que sería poco probable, más bien utópico, el que llegue a España. La idea es prometedora y arriesgada, pero podría funcionar. Siempre quedará la importación...
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