Entrar y despejar

Aunque parezca mentira, el año próximo se cumplirá el décimo aniversario de la serie Rainbow Six que, como tantas otras hoy en día, tuvo su nacimiento en el PC y hoy cosecha grandes éxitos en las consolas de sobremesa. Y decimos que parece mentira por lo rápido que se ha movido el mercado en apenas una década debido precisamente a la masificación del público que hoy juega a los videojuegos y en cómo ese detalle ha afectado a todos los sectores de la industria. Incluido este Rainbow Six.

Si la verdad debe ir por delante, Rainbow Six Vegas es un gran juego. Es un gran juego a pesar de los cambios que ha sufrido y que enfurecen a los fans originales de la saga; esos viejos jugadores de PC tal vez perdimos un shooter táctico pausado, en el que la planificación era clave, en el que cada habitación era casi como una fase y en el que la tensión se palpaba en el ambiente. En el que cada hombre tenía asignada una tarea específica y era nuestra misión asignarla. ¿Disparos? Los justos, ni más ni menos. Era otro juego.

El Rainbow Six de hoy conserva algunas cosas del original, pero ha perdido la esencia. Hoy se parece mucho más a lo que es Ghost Recon Advanced Warfighter y eso, aunque a muchos no les parece demasiado bien, lo cierto es que la verdad no le ha sentado mal en absoluto. Tal vez su pecado es conservar el nombre 'Rainbow Six'; pero eso, esa nostalgia, no puede convertirse en lastre para no valorar este Vegas como merece. Únicamente debemos ser plenamente conscientes de lo que tenemos entre manos, y entonces descubriremos realmente el potencial de este nuevo título de Ubi Soft, que no es poco.

Y lo que tenemos entre manos es una conversión para PC desde la X360 (los tiempos cambian pero por lo menos alguna ventaja tiene que haber dada la similitud de programación entre ambos sistemas), pero perfectamente adaptada al teclado y el ratón. De hecho hay dos detalles importantes: uno, que en esta ocasión se ha respetado fielmente al original (como no pasó en GRAW) y dos, que en PC es si cabe mucho más aconsejable jugar en dificultad 'realista', porque el modo normal que viene por defecto nos resultó más sencillo que en la versión consolera.

Una vez lanzados en acción en la campaña principal, descubrimos un enfoque mucho más arcade de lo esperado; de hecho tenemos que adaptarnos al término medio que supone estar entre un shooter clásico (Prey, Doom, etc.) y un shooter táctico al estilo del viejo Rainbow; eso significa que necesitamos buscar cobertura, podemos decidir las acciones que va a realizar nuestro escuadrón (de tres hombres, contando con el propio personaje jugador), establecer objetivos prioritarios, espiar tras una puerta… pero todo de forma muy intuitiva y sobre todo muy fluida.

Cierto es que podríamos rescatar casi por completo el análisis que hizo nuestro compañero Nacho Ortiz de la versión para Xbox, porque en esta ocasión las diferencias son casi inexistentes, pero hemos preferido añadir nuevo texto porque las sensaciones con este Vegas son difícilmente mejorables y consideramos que lo merece por la relevancia de la plataforma (PC) en la que se publica. Con el pesar de la desaparición de los orígenes de la serie, nos vemos obligados a dar una calurosa bienvenida a esta nueva versión de Rainbow Six. Porque lo merece.

Aunque también el estilo gráfico parece heredado del reciente GRAW, eso tampoco es nada malo; basta observar la ingente cantidad de polígonos que forman los personajes o la calidad de sus texturas, cosa que queda más en relieve cuando más nos acercamos a un objetivo. Es impresionante el nivel de detalle y realismo que alcanza el diseño de los compañeros de escuadrón, por ejemplo, que sencillamente lucen de forma espectacular. En estático, sobre todo, es uno de los shooters tácticos que mejor imagen dejan. En movimiento, sobre todo por la alta exigencia de hardware, ya es otra cosa.

Las animaciones de los personajes también están desarrolladas al más alto nivel; ya sea bien de pie o agachados, buscando coberturas contra la pared o disparando, descendiendo en rappel invertidos, subiendo escaleras o despejando una habitación, Vegas enlaza sin brusquedades todos los movimientos que se esperan de una unidad de élite. Con una excepción: coger cobertura es algo muy natural (ver como nuestro personaje se adapta a diferentes alturas de una pared o de cualquier caja), pero salir de ella no tanto. El paso de primera a tercera persona es perfecto, pero al revés queda mucho peor y nada realista, aunque al final te acabes acostumbrando.

Todo el diseño de los niveles está muy bien trabajado, especialmente cuando se tiene en cuenta que la mayoría de las localizaciones tienen más de un punto de aproximación; todas las habitaciones, edificios, estaciones de tren, lugares abiertos y cerrados… todo está perfectamente detallado, con gran énfasis en la iluminación desde múltiples ángulos que juntamente con la acertadísima paleta de colores utilizada en el juego (muy quemada en el desierto, por ejemplo, menos cálida en otros lugares) dan una sensación casi única a este Rainbow Six que desde luego nos ha encantado.

El juego no permite ser jugado en monitores con formato panorámico, lo cual es triste porque en los dos equipos de pruebas tuvimos que disfrutarlo a resoluciones antinaturales y es extraño que no se ofrezca soporte para este tipo de hardware. De todos modos eso no emponzoña la calidad del despliegue gráfico y en el momento en que echamos mano a cualquiera de las armas del juego y nos asomamos a una esquina mientras comprobamos los efectos del retroceso en nuestra pantalla, nos olvidamos rápidamente de ese detalle.

A nivel de sonido, Rainbow Six Vegas es bastante convincente. Se han respetado las voces originales del juego, incluso cuando hablan en mejicano, y globalmente los efectos de sonido cumplen bastante bien, pero sin alardes. La única cosa realmente molesta es que en ocasiones tenemos un adversario al lado y el juego entiende que por estar en un lugar cubierto debe 'ahogar' el ruido, creando un efecto de distanciamiento bastante irreal y que no debería existir.

La campaña principal se divide en varios capítulos en los que visitaremos numerosas localizaciones, a menudo con nuestros compañeros pero otras veces solo. Tras el capítulo de introducción en la frontera sur, nos tendremos que desenvolver por otros escenarios en los que obviamente encontraremos momentos que exigirán más atención a nuestros pasos y en cambio otras que pueden pasarse con relativa facilidad a lo poco que dominemos mínimamente el género.

Lo que sí hace muy bien Rainbow Six es mantener de forma constante la tensión en nuestra piel; a menudo que avanzamos por las misiones nos vamos dando cuenta de que estamos contínuamente en alerta máxima, que tenemos que recordarle a nuestros ojos que deben pestañear porque da la impresión que si apartamos la vista caeremos abatidos. Y esta no es una virtud de la que puedan presumir muchos juegos; si a esto le sumamos la ausencia de guardado / cargado rápido (míticos F5 y F6) nos obligamos a poner un plus de atención al llegar a una esquina, a una puerta o a una zona de distintas alturas.

Evidentemente el uso del escuadrón es importante; al llegar a una habitación podremos escoger la forma de entrar y abordar la situación, previo examen con la cámara espía, por ejemplo. Es posible dar órdenes clásicas de entrar y despejar con y sin granada previa, con granada cegadora… incluso es posible asignar objetivos prioritarios a nuestros hombres para que al entrar desde distintos ángulos puedan resolver la situación de la forma más rápida posible.

La inteligencia artificial ha sido mejorada de forma notable, de tal modo que nuestros hombres obedecen los patrones de búsqueda de caminos, cobertura y demás muy convincentemente. Podemos establecer las reglas de enfrentamiento y cambiarlas a cada momento y así definiremos el patrón de comportamiento cuando nuestros aliados encuentren un objetivo: bien usarán armas con silenciador y responderán al fuego enemigo o bien usarán tácticas de asalto y abatirán a cualquier objetivo que se ponga a tiro.

La IA enemiga también se ha visto mejorada, si bien no cambia en absoluto al subir la dificultad a 'realista', pues únicamente lo que hacen es disminuir la cantidad de daño que podemos asumir. Y no es poco ese daño precisamente, y dada la milagrosa capacidad que tienen nuestros personajes para curarse cuando están algunos segundos sin recibir disparos (al estilo Halo, por poner uno) lo cierto es que el nivel de realismo disminuye considerablemente. Además, podemos curar a un compañero caído en combate con una inyección estimulante, aunque no nos puedan curar ellos a nosotros.

Elegir el equipamiento adecuado es casi tan importante como escoger el curso de acción; aunque podemos cambiar de armas en cualquier punto de abastecimiento, la rama de fusiles de asalto es casi siempre la que mejor se acopla a nuestras necesidades. Podemos personalizar el equipo a nuestro antojo y dado que podemos llevar dos armas principales (en multiplayer sólo una) y recoger en todo momento lo que haya en el suelo, nunca tendremos problemas de munición.

Aprender los mejores sitios para colocarse requiere un poco de práctica, pero el juego mueve muy bien las situaciones de salir un momento a descubierto y disparar para rápidamente volver a cubierto; incluso es posible disparar fuego de cobertura sin salir de detrás de la pared. El motor de colisiones tiene algunos problemas con objetos irregulares y con ciertos muros, pero en general se comporta de forma correcta y nunca, hasta ahora, nos ha dejado vendidos.

La introducción de la tercera persona en el momento que pasamos a estar a cubierto bastante curioso porque dinamiza mucho algo tan peligroso como era antes en un Rainbow Six: una esquina cualquiera. Seguramente sea marcado como un punto negativo por los auténticos fans de la saga, pero lo cierto es que funciona de maravilla. Está claro que facilita las cosas, pero es la tendencia a la que se está moviendo la saga y debemos juzgar Vegas por lo que es y no por lo que no es y 'debería ser'.

Para mantener la tasa de frames durante el multiplayer, la calidad gráfica baja sensiblemente. Es posible disfrutar de un buen número de modos en multijugador (hasta 16 jugadores pueden enfrentarse simultáneamente), si bien a nuestro parecer los de caza al terrorista y ataca y defiende son los mejores. En el momento de hacer la review no hemos encontrado demasiada gente para jugar online, hasta el punto que dos compañeros intentamos quedar aposta y no lo conseguimos, cosa que está muy desmejorada con respecto a la versión de Xbox 360.