Estrategia visionaria

Hace diez años, la ya extinta Cavedog Interactive revolucionaba el género de la estrategia en tiempo real con un juego realmente innovador. Por aquel entonces, esta humilde compañía norteamericana contaba entre sus filas con un trabajador corriente, una persona que adoraba el género de la estrategia y, como buen aficionado, tenía en mente múltiples ideas para mejorarlo. Como se suele decir, la mente de este joven estaba plagada de buenas ideas y sólo necesitaba el soporte correcto para llevarlas a cabo.

En 1997, Chris Taylor desarrolló junto a su equipo un título sobresaliente. Bajo el nombre de Total Annihilation nació uno de los juegos de estrategia en tiempo real más aclamados por la crítica especializada y los jugadores. Un título notable, adelantado a su época, que aportaba novedades al género y ofrecía múltiples opciones de personalización a los jugadores. Novedades como la producción en cola o las infinitas posibilidades de juego que brindaba la comunidad, con el desarrollo de nuevas campañas, unidades y modificaciones para el título, hicieron de TA un título de referencia para muchas compañías.

El futuro llevó a Chris a fundar su propia compañía en 1998. Gas Powered Games inició su andadura en el ocio electrónico con la creación de una franquicia notable, Dungeon Siege, que actualmente cuenta con numerosas entregas, entre ellas Throne of Agony recién llegada a Playstation Portable. Chris lo había vuelto a hacer creando una nueva franquicia de éxito y formando un equipo de desarrolladores propio. Sin embargo, aquellos jugadores maravillados por la opera prima del desarrollador aclamaban a gritos su secuela.

Ampliar

Tras años de espera, Gas Powered Games presentó en la pasada edición del E3 el título que todos esperábamos. Supreme Commander es el nombre de este nuevo juego de estrategia en tiempo real que toma como punto de partida lo mejor de Total Annihilation y el buen hacer de Chris y Gas Powered Games. Han sido casi diez años, pero la espera ha merecido la pena. Muchos ya se atreven a proclamarlo como el sucesor espiritual de Total Annihilation. Nosotros, tras jugar al título durante más de cuarenta horas y entrevistar al padre de la criatura, ya conocemos el resultado final de la última obra de Taylor. Acompáñanos con este análisis si quieres conocer las virtudes de este juego que sentará, al igual que su antecesor hace una década, las bases del futuro de la estrategia.

A r g u m e n t o

La tecnología desarrollada por el ser humano ha avanzado rápidamente y la evolución de las nuevas formas de comunicación y transporte ha permitido al hombre, entre otras cosas, viajar por la galaxia. Esto es posible gracias al "Quatum Network", un sistema de transporte interestelar capaz de abrir puertas en toda la galaxia. El ser humano, por nacimiento, cuando descubre nuevos horizontes siempre trata de conquistarlo, independientemente del coste y las consecuencias que traiga consigo la conquista. Así, la humanidad ha viajado durante siglos por el universo colonizando planetas, desarrollando nuevas tecnologías y formalizando nuevos asentamientos de humanos, que se distanciaban, cada vez más, de sus hermanos de sangre residentes en la tierra.

Como resultado, el universo cuenta ahora con tres facciones que desde hace más de mil años están inmersas en un combate sin descanso para defender sus intereses. La Unite Earth Federation (UEF), facción íntegramente humana, es una confederación formada por los supervivientes de la tierra que, tras ser destrozada por las guerras, acabó convirtiéndose en un lugar inhabitable. Ahora, conocedores de que este conflicto tiene sus orígenes en el colonialismo, tratarán de pacificar a toda costa el universo.

El mestizaje entre una raza alienígena y humanos dió lugar a la segunda civilización, los Aeons. Tras llegar al planeta Seraphin, hombres y mujeres de la tierra comenzaron a convivir en paz con esta raza alienígena, cultivando un mismo saber y culto religioso hacia lo que este pueblo llama "the way". Los humanos terrestres, que ven en esta civilización un grave peligro, atacaron el planeta destrozándolo y extinguiendo por completo a la raza alienígena. Ahora, los únicos supervivientes, herederos humanos de éstos, reutilizarán saber y tecnología para extender su sagrada cultura por todo el universo y acabar de una vez por todas con esta guerra milenaria. 

Ampliar

La tercera civilización en discordia, la nación cybran, está conformada por la hibridación entre raza humana y tecnología lograda mediante un experimento realizado por Dr. Gustaf Brackman en la tierra. La UEF utilizará el sorprendente descubrimiento del científico para alcanzar sus propios propósitos esclavizando colonias artificiales de cyborgs. Su creador, tras años de lucha y mejoras en su tecnología, siempre realizadas de manera clandestina, abandonará la tierra con un grupo de rebeldes con el único objetivo de liberar a todos sus compatriotas aprisionados en colonias de toda la galaxia.

Resumiendo mucho y dejando a un lado detalles como los personajes de cada facción, éste es el hilo argumental de Supreme Commander. El jugador se pondrá en la piel de una de las tres facciones disponibles, todas de origen humano, pero con intereses muy diferentes. Cada bando del conflicto posee su contexto propio y su historia perfectamente explicada en el manual del juego. Estamos ante un universo complejo de corte futurista, digno de cualquier película de ciencia ficción, pero igualmente real y cercano para nosotros, pues presenta la lógica que sigue cualquier conflicto bélico actual: diferentes facciones en guerra defendiendo cada una sus intereses económicos, políticos o religiosos. Y aquí es donde entramos nosotros con la misión de finalizar la guerra de una vez por todas.

G r á f  i c o s

En el terreno visual, Supreme Commander presenta un acabado sobresaliente. Gas Powered Games ha desarrollado un notable motor gráfico que se adapta perfectamente a la propuesta de juego. Se necesitaba un motor espectacular que pudiera mover un número considerable de unidades con todo nivel de detalle y lo han conseguido a la perfección.

En primer lugar, el jugador encontrará gran variedad de escenarios y localizaciones, con todo tipo de ecosistemas naturales, como bosques, zonas nevadas, planetas desérticos o islas con abundante vegetación. Más de cinco ecosistemas diferentes que aparecerán en función del planeta en el que nos encontremos y de la misión que estemos desarrollando. Además, cada escenario está recreado con todo lujo de detalles: árboles y rocas, todos destructibles y modelables mediante la acción de nuestras tropas que al pasar o disparar desolarán el escenario, especialmente nuestro comandante, con su espectacular y destructiva entrada en escena al comienzo de la partida, y las unidades de mayor tamaño, como el coloso y la araña metálica.

Por otro lado, no podemos olvidar el más que considerable tamaño de los escenarios. Gracias al sistema de zoom, el juego puede contar con escenarios inmensos, de una extensión nunca vista antes en el género. Kilómetros y kilómetros de llanuras, desiertos y mares a nuestra entera disposición para preparar todo tipo de estrategias. Entornos preparados expresamente para albergar combates impresionantes, que es, sin lugar a dudas, la prioridad de este título.

El modelado de las unidades está muy trabajado. Cada facción posee sus propias unidades, todas con diseños únicos y diferentes entre sí. El nivel de detalle que presentan es bastante alto, con diseños siempre futuristas y tecnológicamente muy avanzados. Los edificios  también juegan con modelados elaborados, que dejan el pabellón a la altura de las circunstancias. Para mejorar más si cabe este despliegue de medios, el engine gráfico soportará la friolera de 500 unidades en pantalla, cifra íntegra ya que cada unidad ocupará únicamente un espacio físico en nuestra población.

El juego cuenta, además, con excelentes efectos como sombras en tiempo real y filtros que suavizan los modelados y el entorno, aumentando, más si cabe, el nivel de detalle. Aunque pueda parecer un poco contradictorio, Supreme Commander no necesita demasiada máquina para funcionar. Bien es cierto que si queremos jugar a resoluciones altas y con todo nivel de detalle tendremos que hacernos con un buen equipo. Sin embargo, ejecutar el programa en ordenadores de gama media, siempre que sobrepasen los requisitos mínimos, no supondrá mucho problema, más si tenemos que en cuenta el elevado número de opciones configurables - texturas regulables, filtros desactivables, supresión del fondo del escenario, etc.- para mejorar la tasa de imágenes por segundo.

Por otro lado, las cinemáticas, escenas que presentarán a los peronajes, narrarán la historia y nos introducirán en este universo, se presentan con un diseño muy trabajado. Basta con arrancar el juego para disfrutar de una notable escena de introducción que nos sitúa ante el conflicto bélico y las tres facciones. Además, durante la partida también disfrutaremos de las animaciones de los personajes, que se mostrarán en pequeños recuadros cada vez que tengamos comunicación con ellos.

M ú s i c a   y   e f e c t o s

Ampliar

En dos palabras: Jeremy Soul. Un compositor perfecto para un videojuego sobresaliente. Tras realizar un trabajo excepcional en títulos como Guild Wars y Oblivion, Jeremy, que ya trabajo con GPG elaborando la banda sonora de Dungeon Siege, vuelve a la escena con un trabajo soberbio. Melodías épicas, tranquilas y cargadas de acción, que entran en escena según cómo se esté desarrollando la acción. Temas trepidantes para nuestros oídos que apoyan el transcurso de la acción de una manera perfecta.

Muy variados y numerosos son también los efectos sonoros. Cada unidad cuenta con sus sonidos propios. En el campo de batalla, especialmente en los momentos más intensos, que no serán pocos, oirás disparos y explosiones de manera continuada, así como aviones estrellándose contra la tierra, árboles cayendo, etc. 

Y no podemos olvidar las voces, elemento que nos ayudará a conocer el argumento y saber cuál es nuestra misión. En primer lugar, recibiremos las órdenes de nuestros superiores que, una vez estemos en el campo de batalla, continuarán comunicándose con nuestro comandante para ofrecer nuevos datos y detalles sobre la misión. Además, siempre recibiremos transmisiones externas de otros personajes como los comandantes enemigos, que tratarán de intimidarnos con tono amenazante. THQ se ha encargado de localizar completamente al castellano este título.  

J u g a b i l i d a d

Sin lugar a dudas,  la jugabilidad es el apartado más importante a la hora de valorar Supreme Commander. El título de Chris Taylor vuelve a revolucionar el género gracias a las suculentas novedades que incorpora. Algunas derivan directamente de Total Annihilation, otras nacen de la nada, pero, independientemente de su origen, estamos seguros de que cuando juegues a Supreme Commander no volverás a ver el género con los mismos ojos. Taylor ha vuelto a marcar la diferencia con este título que actúa como punto y aparte dentro del género.

Ampliar

Supreme Commander ofrece dos modos de juego para un jugador, el modo campaña y el modo escaramuza. El primero de ellos, desarrolla el hilo argumental a través de misiones que variarán en función de la facción que seleccionemos. En todas estas misiones, no habrá un único objetivo principal sino varios que se irán desbloqueando a medida que avances en la partida. Cada vez que completas un objetivo con éxito, el mapa se expande y aparecen nuevos enemigos y objetivos. El tiempo que nos llevará completar este modo de juego con las tres facciones dependerá de nuestras habilidades como jugador, pero a buen seguro el número de horas empleadas no será menor a 30, teniendo en cuenta que algunas misiones nos ocuparán más de tres horas entre estrategia y estrategia.

En general, nos encontramos ante un modo campaña bastante completo, que narra el hilo argumental de una forma más que correcta y mantiene al jugador siempre a la expectativa. Además, los tres niveles de dificultad disponibles aumentarán la rejugabilidad de este modo de juego. En este punto, hay que tener en cuenta que se trata de un título de dificultad elevada hasta en el modo "fácil", sobre todo cuando nos encontremos en las últimas misiones de cada una de las tres razas. Chris Taylor ha desarrollado un título muy estratégico, que requiere atención por parte del jugador por lo que quizás los jugadores menos experimentados en el género encuentren la dificultad un poco elevada.

El segundo modo de juego para un jugador, el modo escaramuza, nos permite jugar partidas rápidas. Seleccionamos el mapa, el nivel de dificultad, una de las tres facciones, el número de comandantes controlados por la IA, etc., y comenzamos a jugar. Éste es el modo de juego ideal para cuando necesitas jugar una partida sin complicaciones y no tenemos acceso a la red para jugar en multijugador, toda una delicia sobre la que hablaremos con detenimiento en los próximos párrafos.

Una vez presentados los dos modos de juego principales vamos a detenernos en la dinámica de juego que ofrece este Supreme Commander. A simple vista, este título puede parecernos el típico juego de estrategia. Sin embargo, nada más que adentrarnos en la primera partida descubriremos que se trata de un juego que presenta un concepto de juego realmente innovador. El juego nos mete en la piel de un gigante metálico, el comandante supremo, una unidad militar de alta tecnología que controlaremos para cumplir todas las misiones. Como comandante, podrás construir edificios, defender tu base e incluso, si eres un jugador atrevido, atacar al enemigo. Ésta es la unidad mínima y más importante de nuestra economía y, por tanto, hay que salvaguardar su integridad a toda costa, ya que si el comandante es eliminado la partida finalizará automáticamente.

Tras la entrada triunfal de nuestro comandante en el escenario, tendrás que comenzar a recolectar dos recursos, masa y energía, que serán el resorte de tu economía. El primero de ellos, la masa, puede ser extraída directamente del subsuelo construyendo extractores en las localizaciones prefijadas. La energía también puede obtenerse de la misma forma, aunque no en todos los escenarios podremos construir plantas energéticas. Para solventar este pequeño problema, siempre podrás convertir masa en energía y viceversa, mediante la utilización de generadores varios. Mantener el sistema económico estable y con superávit de recursos es requisito indispensable para ganar la partida. Si falla alguno de los dos recursos, además de no poder convocar más unidades, perderás velocidad a la hora de desarrollar tecnologías o construir edificaciones.  Por ello, tan vital es atacar al enemigo como proteger nuestras fuentes de recursos.

El siguiente paso es construir con nuestro comandante edificios para la creación de unidades. Así, podremos edificar tres tipos de bases distintas; la naval, la aérea y la terrestre. Una vez hecho esto, además de tener acceso a las unidades bélicas, podrás generar ingenieros que te ayudarán en las labores de construcción. Cada edificio posee diversas tecnologías que nos permitirán crear unidades más potentes e iremos desbloqueando a medida que desarrollamos nuestra base. Por otro lado, es muy recomendable, por no decir obligatoria, la construcción de armas de apoyo, como cañones antiaéreos y terrestres, o en niveles más avanzados, las defensas anti bombas nucleares.

Ampliar

Cuando nuestra economía encuentre estabilidad y tengamos ya los edificios básicos construidos comenzará la acción. Supreme Commander ofrece tres frentes de batalla: tierra, mar y aire, todos complementarios entre sí. Para acabar con un enemigo hay que emplear diferentes tipos de unidades a la vez. Por ejemplo, si necesitas romper las barreras de su base tendrás que usar la artillería pesada de tierra para acabar con las defensas antiaéreas que impiden el paso a tus aviones bombarderos. Si lo prefieres, en vez de penetrar por la tierra asaltar a tu rival desde el mar con submarinos apoyados por aviación.

Cada facción tiene sus unidades propias, todas con características militares diferentes entre sí. No obstante, el juego, gracias al excelente balance entre las facciones, no presenta claros ganadores en las batallas como puede ocurrir en otros títulos. En Supreme Commander no hay una facción más poderosa que otra, simplemente hay jugadores mejores y jugadores peores. Da igual qué facción elijas mientras tengas claro qué estrategia usar. Y olvídate de ganar la partida creando unidades por doquier: aquí se premia la estrategia.

Pero a estas alturas del análisis muchos pensaréis que esto es lo básico que cualquier título de estrategia en tiempo real debe ofrecer. Sin embargo Supreme Commander va a más aportando novedades al género. La primera innovación que encontramos es la posibilidad de dar diversas órdenes a nuestras unidades con un par de clicks. Pulsando la tecla "mayúsculas" podremos hacer que un ingeniero inicie una cola de construcción, un comandante construya varios extractores en todo el mapa, un grupo de aviones patrulle siguiendo una ruta marcada a nuestro antojo, unos bombarderos ataquen de manera estratégica diversos puntos, unos tanques sigan un camino alternativo -siempre marcado por el jugador- para esquivar una posible emboscada, etc. Esta característica ofrece infinitas posibilidades  a la hora de jugar y, sobre todo, acaba con el arcaico y limitado sistema de construcción que nos obligaba a estar siempre pendientes de las unidades.

La segunda gran novedad de Supreme Commander es el sistema de zoom implementado. Utilizando la rueda del ratón podemos conseguir una vista total del mapeado desde una perspectiva aérea. Aquí visualizaremos todas nuestra unidades mediante iconos que podremos seleccionar para seguir marcando rutas de comportamiento y órdenes, tal y como si estuviéramos en el campo de batalla. Al igual que podemos alejar el plano, también podemos acercarlo hasta la batallla tanto como queramos. Este sistema de zoom es un invento excepcional, que nos permite preparar las estrategias desde una perspectiva privilegiada, nunca vista antes en el género. Toda una delicia para los seguidores de la estrategia.

Al sistema de zoom hay que sumar la versatilidad que ofrece la cámara que puede ser rotada en cualquier dirección. Además, también podrás inclinarla a tu gusto pulsando la tecla "espacio", cambiando de una perspectiva aérea a una visión lateral que mostrará con todo nivel de detalle el mapeado, las unidades y el horizonte, todo con una distancia de dibujado sobresaliente. Otro punto a destacar de Supreme Commander es la notable inteligencia artificial. Cada unidad tiene sus propios patrones de comportamiento que alterará en función de la situación.

Ampliar

Y las novedades no terminan aquí. Supreme Commander es el primer título de estrategia que permite la utilización de dos monitores a la vez para visualizar la acción. Mediante esta atractiva característica, podrás ver a tus tropas en un monitor mientras que en otro visualizas el mapa al completo, observando, por ejemplo, cómo está desarrollándose el transcurso de la guerra. Y por supuesto, podrás organizar y dar órdenes a tus tropas o alterar la cámara en cualquiera de las dos pantallas. Bien es cierto que para hacer uso de esta singular funcionalidad vamos a necesitar dos tarjetas gráficas y un equipo bastante potente, algo que no todos los jugadores podrán permitirse. Una vez más, Chris Taylor se ha adelantado a su tiempo con una innovación que abrirá nuevos horizontes en el género.

Por último, hay que resaltar la excelente interfaz del título. Todas las acciones están ubicadas en la pantalla de una manera ordenada y correcta permitiéndole al jugador ejecutar todos los comandos de forma rápida y sin complicaciones. En la zona inferior de la pantalla encontrarás todas las funciones disponibles, así como la posibilidad de disponer de un minimapa del escenario que podrás ajustar acercando y alejando el plano como si fuera la pantalla principal. Esto nos permitirá, entre otras cosas, visualizar dos frentes de batalla simultáneamente.

M u l t i j u g a d o r

El modo multijugador de Supreme Commander convierte al título de Gas Powered Games en una de las grandes apuestas del año. Toda la jugablidad de las partidas y las infinitas estrategias se multiplican al conectarnos a GPNet, la plataforma de juego que la compañía ha desarrollado especialmente para este título. Ya cuando estuvimos en Paris, Chris nos adelantó ciertos detalles sobre cómo iba a desarrollarse el futuro de la plataforma. Ahora, tras haber jugado partidas en red y conocer el funcionamiento de la plataforma -que ha servido de excelente soporte para la beta multijugador- estamos seguros de que logrará cumplir todos los objetivos.

El modo multijugador se presenta como la indiscutible estrella de Supreme Commander. Con él, los jugadores encontrarán una más que sobresaliente forma de aumentar la durabilidad del título. Las partidas en red se hacen extremadamente entretenidas gracias a su jugabilidad, la velocidad del juego y las múltiples posibilidades a la hora de hacer frente al ejército rival.

GPNet nos permite, además de hospedar partidas, leer noticias, descargar actualizaciones y visualizar rankings de jugadores para seleccionar cuáles son los rivales más apropiados en función de nuestra destreza. El futuro de la plataforma estará plagado de novedades como un sistema de descarga de repeticiones o la posibilidad de presenciar en directo partidas multijugador.

A gusto del jugador

Gas Powered Games sabe muy bien que brindar al jugador la posibilidad de modificar contenidos en el juego es garante de éxito. Ya lo hizo con Total Annihilation, título que actualmente cuenta con todo tipo de mods, razas, campañas, mapas y unidades creadas expresamente por los jugadores. En aquellos años, cientos de jugadores supieron aprovechar esta posibilidad y se consolidó, como ha pasado con otros títulos como Half Life, una verdadera comunidad de modders.

Ampliar

Parece increíble que incluso antes de que GPG lance oficialmente las primeras herramientas de modificación, ya existan jugadores que desarrollen mapas para este título. De hecho, durante las semanas que ha durado la beta multijugador han aparecido nuevos mapas, entre ellos una recreación del planeta tierra a una extensión de 80 km x 80 km. Por otro lado, las modificaciones no estarán limitadas a la creación de mapas, mods, y campañas: pronto podremos crear unidades y personalizar incluso nuestros propios comandantes.

C o n c l u s i ó n

El género de la estrategia tiene en Supreme Commander un nuevo exponente. THQ y Gas Powered Games lanzan en este año 2007 un título que sentará cátedra en el género.

Gráficamente, Supreme Commander presenta un acabado sobresaliente, con escenarios inmensos y visualmente atractivos, unidades detalladas y diversas, y un motor gráfico espectacular optimizado a la perfección. En el terreno sonoro destacan los temas musicales épicos made in Jeremy Soul y los efectos perfectamentes adaptados a la acción.

Ampliar

Sin lugar a dudas, el apartado que se lleva la palma en Supreme Commander es su jugabilidad. Se trata de un título muy entretenido, que ofrece una durabilidad considerable y múltiples modos de juego. Y para convertirlo en un plato de gusto, Chris Taylor ha aportado todo su ingenio con un soberbio plantel de novedades jugables: el excelente sistema de zoom, la creación de rutinas múltiples o la ingeniosa e innovadora utilización simultánea de dos monitores. A todo esto hay que sumar las entretenidas partidas multijugador y las posibilidades de personalización.

Supreme Commander es un título altamente recomendable, por no decir obligatorio, para todos los amantes de la estrategia en tiempo real. El buen hacer de Gas Powered Games y la necesaria dosis de novedad que aporta el título al género son suficientes razones como para justificar la compra de este excelente título.  

Ampliar

Ampliar

Ampliar

Ampliar