Conducción cenagosa

GBA está en su recta final. Con gran probabilidad estas navidades serán sus últimas, ya que el apoyo que recibe de las compañías cada vez es menor, cada mes que pasa nos encontramos con menos cartuchos 'originales' de la consola relegándola a conversiones de consolas mayores o, para ser más precisos, de los típicos títulos basados en películas, que para colmo carecen de virtudes originales o de elementos que los doten de lo necesario para recomendarlos.

El mejor ejemplo de esto que comentamos es el juego que tenemos entre nuestras manos. De la mano de Torus, Shrek Smash ‘n' Crash Racing - Shrek - aparece en Europa justo en la mejor época para vender juegos destinados a los más pequeños, con un apartado técnico muy discreto y sin ninguna virtud en concreto que destacar por encima de los competidores del género. Si echamos un vistazo a los últimos juegos que han aparecido para la portátil de Nintendo hay pocos que se salven de la quema. Shrek no es uno de ellos, aunque al menos ofrece un nivel algo más alto que el que esperábamos en un principio.

No en vano, las conversiones del ogro verde que habían llegado hasta el momento a la consola no superaban la media, no justifican una nota más alta que un simple aprobado (lo cual es, por otro lado, bastante decir para tratarse de una conversión de película), aunque al menos divertían durante las pocas fases que ofrecían sus aventuras. Pues bien, hoy estamos ante un título de carreras, muy sencillo, sin grandes pretensiones y, como hemos dicho, claramente pensando para aparecer en estas fechas.

En coche por el mundo de Shrek
Shrek nos ofrece cuatro modos de juego; un torneo, ocho copas, carrera rápida y el ya mítico en este género time trial. Al seleccionar cualquiera de ellos podremos elegir entre doce personajes - que irán montado sobre algún animal -, cuatro de inicio y el resto desbloqueables al ir ganando las copas, todos basados en las dos películas que hasta ahora han visto la luz de la serie de animación. Desde el gato con botas, pasando por Shrek, Fiona, Asno, la graciosa galleta, el Príncipe etc. La idea inicial del título es comenzar con las diversas copas que se nos ofrecen para conseguir a los personajes. Una vez hecho esto, internarnos en el 'torneo', donde tendremos que ganar las tres carreras correspondientes a cada una de las copas.

Como acabamos de comentar, cada una de ellas nos ofrece tres carreras basadas en cada una de las localizaciones míticas de las películas, ya sea el pantano de Shrek, los caminos que recorren de camino hacia el país de nunca jamás o el castillo del príncipe. Pese a que nos ofrece nada particularmente destacable, es el más destacado del juego, tanto por el trabajo realizado para recrear las distintas localizaciones como por el hecho de darnos a escoger todos los personajes que han aparecido hasta el momento en la saga.

Por desgracia esto es todo y poco más en este aspecto. Cada carrera nos ofrece a groso modo dos minutos de duración, otorgando una puntuación a los competidores según su posición de llegada. Es posible conseguir una copa sin ganar las tres carreras por lo 'alocado' de las carreras, aunque por lo general no tendremos gran problema para ganar todos los circuitos una vez nos hayamos acostumbrado al recorrido. Tras conseguir las ocho copas y por consiguiente desbloquear a los protagonistas, nos quedará el Torneo, que pese a ser más largo no otorga ninguna novedad especial al cartucho.

Cuando ganemos una carrera disfrutaremos de una pantalla en el que los tres ganadores celebran su victoria, de calidad paupérrima. Si conseguimos llevarnos el trofeo aparecerá un ridículo frame con todos los personajes de las películas juntos, con aire de 'foto familiar', por así decirlo, totalmente innecesaria y meramente decorativa. El aspecto sonoro no merece mención alguna, una melodía para cada una de las carreras, otra al obtener una victoria y poco más. Como de costumbre es recomendable bajar el volumen de la consola - o disminuirlo en el menú de opciones, puesto que es la única variante que nos ofrece este modo - que torturar nuestros oídos con él.

Poco que dar de sí
Shrek es otro de esos títulos de GBA que pasarán sin pena ni gloria por el mercado. Pese a ofrecer bastantes circuitos y con el aliciente de los objetos para derrotar a nuestros rivales, el pobre apartado gráfico y sonoro relegan al resto de apartados a un segundo plano. Es divertido en algunos momentos, pero es insuficiente para recomendar su compra o para adquirirlo como seguidor de los carismáticos protagonistas de las películas. Al menos, y como hemos mentado en varias ocasiones, nos quedamos con el buen sabor de boca de los escenarios y de la gran cantidad de copas que se nos ofrecen. Quizás con algo más de esmero en otro sentido hubiese cuajado un gran juego, al menos para llegar al nivel de los otros que han aparecido de la saga, pese a ser de otro género.