Naruto Shinobi Retsuden, Impresiones

Naruto es una de esas licencias que se prestan encantadas a todo tipo de versiones jugables gracias a su temática y su popularidad. Shinobi Retsuden para DS trata de de emular el estilo de combate de los títulos de Gamecube y os contamos con detalle nuestro primer acercamiento a esta nueva entrega del aprendiz de ninja.

Bien es sabido que en Japón no faltan los videojuegos basados en series de anime que se hacen populares, e incluso se puede calibrar la popularidad de una determinada serie viendo el número de videojuegos disponibles, ya que parece haber un interés constante en los personajes y el universo que les envuelve, lo que refuerza el deseo de controlar al personaje favorito y lanzarse a hacer sus movimientos más característicos (siempre y cuando se trate de un juego de lucha de algún tipo, que suele ser el caso cuando no se trata de una aventura gráfica, depende de la naturaleza de la serie).

Como cualquier iniciado en el mundo del manga y/o del anime sabe muy bien, la gran licencia que impera ahora mismo es Naruto, que ha conseguido calar allí por donde ha pasado desde sus orígenes. Masashi Kishimoto, el autor de esta serie, ha conseguido crear un mundo ciertamente original, mezclando todo tipo de recursos y usando el siempre popular tema de los ninjas, pero dándole un aire distinto, exagerado, divertido, épico, lo que combina con unos personajes carismáticos, un buen dibujo y una gran minuciosidad en contar pequeños detalle, lo que al final conforma un mundo creíble y atractivo.

Si bien esas son las virtudes del manga, sus conversiones a consola se suelen centrar fundamentalmente en la parte de acción, y concretamente en las de lucha, ya que es el elemento predominante de la serie. Hasta ahora, estas conversiones se distinguían por su notable calidad y por haber encontrado un estilo propio, que venía a ser un fiel reflejo de la serie. De entre ellas, destacan las cuatro entregas de Gekitou Ninja Taisen para Gamecube, desarrolladas por 8ing y que sorprendieron desde la primera entrega con un combate simple pero muy rápido y efectivo, con múltiples golpes y contragolpes.

Ahora le llega el turno a DS, que aunque ya cuenta con algunos títulos todavía no tenía ninguno de lucha. Los encargados de realizar este trabajo han sido Dream Factory, que tienen en su haber títulos como Tobal o Crimson Tears. El resultado, en líneas generales, ha sido bastante decepcionante, pese a que había cierto interés por ver como se arreglaba DS con juego de lucha 3D, que no tiene muchos.

Dream Factory ha intentado mimetizar el estilo de los juegos de Gamecube y comprimirlos en un cartucho. Pero el resultado es un título que no parece ni terminado (quizás por las prisas de sacarlo a finales de año), con un aspecto que deja de desear en todos los sentidos. Los gráficos son terribles, la decisión de quedarse en 3D es legítima, pero no usar Cel Shaded y dejar los modelos planos provoca inmediatamente un efecto demoledor en el estilo visual, con personajes totalmente desdibujados que sólo son reconocibles por sus característicos ropajes y pocos más. Tampoco ayuda nada los fondos en gloriosos 2D 'copy/paste' que no pegan ni con cola sobre los nulamente detallados escenarios 3D (recuerda un tanto a los gráficos del primer Tekken, pero bastante peor).

Pero aunque el problema de los gráficos no es determinante, lo que sí que es un problema es el juego en sí. Los personajes se mueven de manera artrítica, sin gracia o elegancia; los golpes son muy limitados y no conectan bien; sólo hay un golpe especial por personaje, y resulta tan ridículo como todo lo demás. De Gekitou apenas queda nada, sólo el obvio intento de reproducir el sistema de ataque-contraataque, pero que se queda sólo en intento ante la incapacidad del juego de ofrecer unos controles dignos.

Para poner sal a la herida, el título ha aparecido en Japón sin apenas opciones de juego, pocos personajes (11, más dos transformaciones) y un sistema para usar utensilios en pleno combate mediante la pantalla táctil totalmente carente de imaginación, en el que ni siquiera hay un atisbo de planificación sobre los objetos que puedes usar en cada combate, y que se limitan a ser pócimas de curación o pergaminos para alterar los estados del contrario.

En definitiva, un auténtico desastre que sólo puede haber sido lanzado cuando lo ha sido por el deseo de tenerlo en las tiendas a finales de año. Desgraciadamente, es cierto que tener un juego con el nombre de Naruto en el sistema de moda en Japón (DS) y en plena campaña navideña, es algo que va a funcionar aceptablemente y muchos van a 'picar', pero son títulos descuidados como este los que minan la confianza de los usuarios, máxime cuando ya estaba más que demostrado que la licencia permite crear buenos e interesantes proyectos. Una lástima.