Ridge Racer 7, Impresiones

Fiel a su compromiso, una nueva entrega de Ridge Racer ha aparecido junto al lanzamiento de una consola PlayStation. Intentando adaptarse a los estándares actuales, RR7 recupera lo mejor de sus antecesores junto con opciones de personalización, mayor solidez visual y 1080p.

Desde que Hideo Teramoto se hiciera cargo de producir el regreso de la serie Ridge Racer a finales de 2003, el clásico arcade de carreras de Namco ha intentado reubicarse en los nuevos tiempos. Nuevos vehículos, nitros, juego online y un mundo por explorar han sido los cambios y añadidos que ha experimentado desde entonces en su paso por PSP y 360. Respetando la tradición -sólo rota por RR6- que establece que cada consola Sony debe tener un Ridge Racer en su lanzamiento, Ridge Racer 7 ha aparecido en los mercados americano y japonés estrenando el catálogo de PlayStation 3 a la vez que sigue intentando aportar novedades para adaptarse a los estándares actuales dentro del exigente género de la conducción.

La novedad más importante respecto a su inmediato antecesor es la capacidad de personalización que brinda; "en total 375.000 combinaciones visuales y 7.150 modificaciones tuning" comentaba su productor respecto a esta nueva faceta. Modificaciones de la carrocería -alerones, spoiler, morro, o faldones laterales por ejemplo,- ajuste del motor -o implantar nuevos motores-, neumáticos y suspensión, pintura, logos y equipo, tipo de nitro -ahora los hay de varios tipos- e incluso añadir Plug-In Untis -dispositivos especiales que nos permiten añadir funciones como realizar una salida con nitro o consultar la carga de nitro de nuestros rivales-. Todos ellos pueden ajustarse y cambiarse a medida que ganamos carreras -o los compramos- y los acabamos incorporando a nuestro garaje, aplicándolos mediante el modo Machine Connector.

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Los Ridge Racer siempre han compartido una característica exigencia que dejaba la mayor parte del éxito en la carrera en las habilidades del jugador para medir derrapes y ajustarse a curvas. Así ha sido desde el primero para PSX. Ahora, por primera vez en su historia, proclamarse vencedor depende más de tener una buena máquina en nuestro garaje que de la pericia del piloto. Esto es un cambio que se debe tener en cuenta por los jugadores habituales de la serie, ya que la personalización añade un gran abanico de posibilidades, pero también pasa factura al estilo de juego tradicional.

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Gráficamente Ridge Racer 7 no supone un salto por encima de RR6 en Xbox 360; el nivel es muy similar. PS3 sale ganando en mayor resolución, funcionando a 1080p a 60 frames por segundo sin ralentizaciones, y 360 lo hace en riqueza de los fondos, algo que hace unas semanas ya se pudo apreciar en una comparativa realizada por un usuario. El propio Hideo Teramoto nos confesó en Liverpool hace unas semanas que la diferencia más significativa entre ambas versiones la supone el soporte para 1080p de PS3 y los 60 frames por segundo, sin profundizar en la comparación.

"La novedad más importante respecto a su inmediato antecesor es la capacidad de personalización que brinda; en total 375.000 combinaciones visuales y 7.150 modificaciones tuning"

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Los nitros han sido otro de los elementos que se han revisado y ampliado. Ahora se cuenta con tres tipos diferentesque varían en su forma de uso; Stage 0 -por defecto- sólo permite utilizar los nitros de uno en uno, consumiendo un tanque individual por ello, Stage 1 en cambio, facilita los nitros dobles y triples, y por último Stage 2, que permite utilizar nitros especiales además de ajustar el sistema de carga entre varios tipos.

Por ejemplo, los Nitros Flex sólo consumen gas mientras el jugador mantiene apretado el botón de nitro, es decir, pueden controlarse a demanda en lugar de tener una duración fija, o los Nitros High, que utilizan gas comprimido que incide en mayor medida en la aceleración pero duran la mitad de tiempo que los normales. Si conseguimos realizar el trazado de una curva derrapando con un nitro de forma inmaculada, podremos lograr un Ultimate Charge, que rellena completamente los tres tanques de nitros recompensando así la perfección del movimiento.

Ridge Racer 7 (PlayStation 3)

Unidos a los nitros -al menos en su representación gráfica en pantalla- aparece otra nueva variable llamada Slipstream y que por primera vez aplica la resistencia del aire a la carrera. Realizando un movimiento que ya implementó con éxito Mario Kart DS podremos aproximarnos a coches que estén por delante nuestra y ponernos a rebufo para ganar impulso extra. Mediante el indicador correspondiente podremos conocer cuándo adquirimos esa pequeña ayuda.

La cifra total de circuitos de Ridge Racer 7 es 22, duplicándose con las variantes espejo. En este número se ambientan más de 160 carreras diferentes que emplean diferentes trazados. Y precisamente las novedades en el diseño se han encaminado a añadir nuevos tramos que a construir circuitos íntegramente de nuevo cuño; se reutilizan la mayoría de las pistas que ya se han jugado tanto en PSP como en Xbox 360 -por citas algunas Sunset Heights, Airport Lap, Southbay Docks, Lakeshore Drive o Aviator Loop- con una imborrable -y nada agradable- sensación de deja vu para los que ya hemos exprimido tanto Ridge Racers como RR6. Es cierto que los nuevos tramos hacen uso de localizaciones interesantes, como atravesar unas cataratas, una cueva o nuevas escenas urbanas en una noche llena de neones, pero no es digno de un nuevo capítulo este reaprovechamiento de circuitos. 

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El modo principal de este séptimo capítulo es el Ridge State Grand Prix. Es un modo carrera que lleva a nuestro piloto a participar en 13 grandes premios diferentes -más uno final- por todo el globo. Cada uno de ellos alberga un número diferente de pruebas que no sólo son carreras estándar -con 8 participantes-; en algunas comenzaremos el último y tendremos que adelantar a 13 rivales, habrá contrarelojes, los encarnizados duelos o tácticas batallas a cuatro.Ganando estas pruebas nos embolsaremos créditos, puntos de fama y puntos de fabricante; con los primeros podremos comprar nuevas piezas, mejoras y vehículos, aumentando nuestra reputación tendremos acceso a eventos online y con los puntos de fabricante aumentaremos la afinidad por una marca en concreto -Fiera, Kamata, Sheonite, Abeille, Meltfire, Starnose, Jujak, o Assoluto por ejemplo-, lo que nos dará descuentos en el precio.

"Se reutilizan la mayoría de las pistas que ya se han jugado tanto en PSP como en 360 con una imborrable -y nada agradable- sensación de deja vu para los que ya hemos exprimido tanto Ridge Racers como RR6"

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El modo Arcade, último de los modos locales, nos permite escoger un circuito y correrlo en una carrera sencilla para uno o dos jugadores mediante split screen -que funciona especialmente fluido a pesar de la carga duplicada-. El resto de modos de juego que encontramos en RR7 son online; consulta de ránkings, evento especial UFRA, Global Time Attack -contrareloj online- y el más completo y núcleo de la experiencia de juego a través de la PlayStation Network: el Online Battle.

El número de jugadores soportados en pista simultáneamente no ha variado con respecto a los de Ridge Racer 6 en 360 y siguen tomando parte 14 vehículos a la vez, eso sí, sin problema alguno de lag a pesar de su gratuidad. En los modos de juego encontramos el típico versus y una nueva gama que se abre con los cooperativos: Team Battle, Pair Battle y Pair Time Attack, que divide a los pilotos en dos equipos diferentes o en equipos de dos. Las carreras se gestionan por medio de unas salas exactamente iguales a las de Xbox Live, donde al conectar podemos ver cómo discurre la carrera en curso gracias a un mapa, así como los jugadores, su país, perfil de usuario y las reglas que se han activado. También podemos chatear por medio de mensajes de texto -existen frases que pueden seleccionarse para abreviar al igual que emoticones y expresiones diversas-

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En la faceta online se nota que Namco ha pretendido crear una sólida comunidad de jugadores, ya que se presta mucha atención a los mejores pilotos, ofreciendose continuamente sus récords, perfiles de usuario y la posibilidad de competir contra sus Ghost, descargándolos. También se organizarán periódicamente eventos especiales UFRA, unos campeonatos online entre usuarios en los que se descargan nuevas pistas para competir. El primero de ellos se ha disputado hace poco en Japón ofreciendo 7 nuevos circuitos en el que ha sido primer pack de contenido descargable de RR7, seguido de pegatinas para los coches con motivos de otros juegos de Namco como Katamari Damacy o Taiko no Tatsujin.

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En el imprescindible apartado de vehículos pilotaremos un total de 40 modelos básicos abiertos a nuestras propias modificaciones. Se diferencian en la conducción -que sigue exactamente igual de arcade que siempre- en su respuesta al derrape, agrupados en tres categorías -Standar, Dinámico y Mild-. En el diseño encontramos la línea vanguardista tan característica de Ridge Racer, intentando recrear tendencias actuales -sin contar con licencias- amén de alguna que otra excentricidad y homenaje.

Un punto que ha mejorado con la incorporación de nuevas rutinas ha sido la IA, algo que ya comentamos durante el Tokyo Game Show en nuestro primer contacto con el título y que ahora se confirma; los rivales son más duros que en anteriores capítulos y muestran un uso táctico de los nitros junto con una excelente -en ocasiones tramposa- predicción para cerrarnos en los adelantamientos -que penalizan al que intenta adelantar beneficiando al que defiende la posición-. 

"En la faceta online se nota que Namco ha pretendido crear una sólida comunidad de jugadores; se incluyen récords, perfiles, Ghost, contenido descargable y eventos especiales UFRA"

Igualmente RR7 va bien cargado en el apartado de extras; podremos desbloquear pruebas tan interminables como el 999 Trial Mode -una carrera a 999 laps con una duración cercana a las dos horas-, Battle Royal o el Galaxian GP, amén de varios coches secretos hasta llegar al Starblade Alpha, el prototipo futurista más veloz de todo el juego -aunque el Kamata Angelus también tendría algo que decir al respecto-. 

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La música mantiene su toque techno, realizando en su banda sonora el mismo acercamiento musical que en capítulos anteriores, almacenando las pistas dentro de diferentes álbumes -con forma de discos de vinilo-. Junto a los nuevos temas se han remezclado cerca de 30 clasicazos de la historia de Ridge Racer; un homenaje que ya no es nuevo pero que sigue siendo de agradecer. Teramoto adelantó que la música será uno de los puntos que se podrá ampliar mediante contenido descargable en el futuro, aunque parece que será de pago.

Ridge Racer 7 es uno de los primeros títulos que incorpora una opción para instalarse en el DD de PS3. El resultado; después de copiar más de 5 gigas de archivos al disco y de seguir requiriendo el disco original -en lo que parece un sistema para asegurarse que sólo una consola juega con un único juego- los 20 segundos de carga que preceden a un circuito, disminuyeron a entre 5 y 8.

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El juego también aprovecha la fucnión 'tilt' del Sixaxis para interactuar con el jugador: podremos contrlar el desplazamiento del vehículo con el mando como si fuera un volante -peca de reacción lenta y de requerir mucha práctica para alcanzar el mismo grado de finura y destreza en los derrapes que con el analógico o cruceta- y subir y bajar la marcha si escogemos cambio manual, dando pequeños golpes hacia arriba y abajo con el mando. Dos nuevos toques que no dejan de ser algo con lo que experimentar aisladamente -es complicado que un jugón de toda la vida los admita más allá de los 5 minutos de la novedad- a un caro precio; la desaparición de la vibración.

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Lo que parece innegable es que el regreso de Ridge Racer mantiene el nivel de calidad y trabajo cuidado de otras entregas, aunque la repetición excesiva, las novedades discutibles y las mínimas mejoras gráficas van a decepcionar a los que esperaban un Ridge Racer 7 fresco, innovador y capaz de reivindicarse como la nueva generación de títulos de la serie. Al menos su componente online parece garantizar muchas horas de juego. Lo veremos por aquí en marzo. 

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