Mobile Suit Gundam: Crossfire, Impresiones

La calidad de la larga lista de juegos basados en Gundam es muy variada y el nivel nunca ha sido excepcional en general, pero Bandai Games ha conseguido bajar algo más el listón para los juegos venideros.

Todos los lanzamientos de consola están acompañados de ciertas dosis de apresuramiento e incertidumbre. Por mucho que se planifiquen las cosas, sigue siendo una nueva pieza de hardware, radicalmente distinta respecto al sistema en el que se ha trabajado durante años. No sólo eso, sino que además las herramientas de desarrollo se van actualizando y mejorando constantemente hasta el mismo momento del lanzamiento, lo que hace que el código no resulte estable ni se pueda explotar realmente la máquina. Estos factores hacen que desarrollar un juego de lanzamiento no sea nada fácil y que el estudio encargado de hacerlo necesite talento y una gran capacidad de organización. En el caso de este Gundam, parece que esos factores brillan por su ausencia, además de algunos más.

Cada consola suele presentar un título de lanzamiento que no funciona por una serie de razones, principalmente porque no está a la altura de lo esperado de 'la nueva generación' de turno. Pero hay títulos y títulos. Gundam pasará a la posteridad no sólo por ser ese juego dentro del flamante catálogo de la consola de Sony, sino también por ser uno de los títulos más flojos en todo el panorama actual.

Ampliar

Y es una lástima, ya que hubo un tiempo en el que este proyecto tenía un serio potencial. Los primeros trailers de Gundam en PS3 mostraban un título muy interesante, con entornos completamente destrozables de una forma muy realista. Seguramente muchos recuerdan ese trailer en el que se podían ver los robots avanzando en una ciudad en ruinas, viendo como el entorno se comportaba de forma realista ante los titanes metalizados. Nada de eso ha quedado aquí, dejándonos con un título que sería definido de mediocre en PS2 (ni la alta definición lo salva ante los muchos defectos que arrastra sino que más bien los exagera).

De hecho, el objetivo de este nuevo Gundam no se explica muy bien más allá del deseo de Bandai de explotar al máximo su serie más popular. No hay historia, ni contexto, ni ninguna excusa razonable para entender la existencia de este título, más allá de que aparecen modelos reconocibles de las adoradas máquinas de combate. Pero si no conoces los entresijos del conflicto entre la Federación Terrestre y Zeon, este título no te aportará ninguna iluminación al respecto; hasta la historia ha sido pasada por alto.

Ampliar

Hay mucho de lo que hablar viendo el aspecto gráfico del juego (y poco bueno). Los propios modelos de las máquinas son decentes, gracias fundamentalmente a algunas texturas bien hechas, que ofrecen un ligero atisbo de lo que debería significar un juego de nueva generación. Pero el espejismo se acaba ahí, una vez vista la animación se pierde toda esperanza de hacer que la inversión en el juego haya merecido la pena. Es cierto que no es posible para una máquina de varias toneladas y dos piernas moverse con mucha agilidad, pero no es un problema de agilidad sino de ejecución por parte de los animadores; los movimientos son ridículos y hacen gala de una falta de detalle que resulta espectacular por lo evidente que resulta. Simplemente, no ofrecen la sensación de estar controlando máquinas gigantes de destrucción.

La mala impresión se acentúa con los entornos. La nueva generación debería ser una plataforma desde la que intentar poner en escena mundos virtuales de gran variedad y riqueza visual. Gundam en cambio ofrece unos entornos que no serían aceptables en PS2, mucho menos en PS3. Escenarios planos, sin ninguna riqueza topográfica (al margen de los ríos, que muestran el agua más pobremente hecha desde la época de Playstation), sin ninguna variedad o paisajes que merezcan la pena. De hecho, a pesar de que desarrollas misiones en varios tipos de escenarios, éstos no cambian apenas al margen de los colores primarios. Y ya mejor no hablar de los 'entornos interactivos', sólo hay que fijarse en los árboles (no mucho, no vaya a ser a que sus formas insultantemente planas nos dañen la vista) y ver cómo el robot pasa a través de ellos como si fuera un fantasma, hasta que se acuerdan de las leyes de la física y se caen al rato de que el gigante haya pasado.

Hay algunos ambientes urbanos, sí, pero la desolación que desprenden las ruinas no se produce porque el juego te haya conseguido conmover con su escenificación sino, por los terribles gráficos con los que nos intenta convencer que ese escenario de cartón-piedra era realmente una ciudad. La pobreza visual es total y absoluta, a lo que hay que sumar, para colmo de males, el pobre framerate, que es incapaz de mantenerse estable y resulta bastante molesto (en el modo 'multijugador', que consiste en dos jugadores a pantalla partida, el framerate es simplemente insoportable). Y se podría seguir comentando cosas, como los flojos efectos gráficos, que hacen que disparar un gigantesco cañón cause menos impresión que un tirachinas. Pero habrá que dejarlo para un análisis, si es que a alguien se le ocurre la feliz idea de que los europeos necesitan realmente probar uno de los peores títulos basados en Gundam que se han hecho nunca (y no se puede decir que esta clase de títulos suelan gozar de una calidad estelar).

Ampliar

Para aquellos que les gusta ver el lado positivo de las cosas, el planteamiento del juego no está del todo mal. Hay varias misiones repartidas en varias zonas del sudeste asiático y Australia. Puede hacer las misiones según tus gustos, pero tienes un plazo de tiempo determinado, por lo que tienes que llegar a la batalla final antes de que el plazo finalice o no conseguirás cambiar el curso de la guerra. Puedes elegir cualquiera de los dos bandos, con sus correspondientes modelos de mechas que vas desbloqueando a medida que juegas. Lo bueno de este sistema es que te permite hacer las misiones en el orden que desees y con cierta planificación entre misión y misión (puedes añadir componentes y armas a tu robot, aunque la profundidad de este sistema palidece si se la compara con Chrome Hounds o Armored Core), pero decir que esto resulte 'bueno' es generoso y sólo es debido al nivel general que presenta esta joya del software.

Ampliar

Ampliar

Ampliar

¿Qué más? Se podría comentar la patética I.A, que hace que tus compañeros se queden quietos como pasmarotes mientras reciben fuego enemigo. También cabe destacar el desequilibrio entre armas (¿cañones? ¿para qué cuando tienes una espada que descuartiza a los enemigos de una tajada?). Tampoco se puede decir grandes cosas de las misiones, faltas de imaginación o variedad y que además son las mismas para cada bando (básicamente se trata de atacar o defender). Lo mejor que se puede decir es que el juego tiene la decencia de ser corto, por lo que el sufrimiento visual y jugable pasa rápido.

Mobile Suit Gundam: Crossfire reclama para sí mismo un puesto en ese panteón en el que están los más grandes (Superman 64, Bubsy 3D y otros clásicos del medio). Si finalmente llega a Europa, el mayor reclamo para hacerse con una copia será posiblemente para comprobar lo malo que es y para satisfacer ciertos gustos morbosos de aquellos que disfrutan probando esta clase de títulos. Eso, o que venga una versión mejorada con respecto a la versión japonesa/americana, aunque las posibilidad de tal cosa parece nula. Con suerte, este título quedará en el olvido y desde Bandai podrán ocuparse de hacer un juego algo más decente, sin esa necesidad de estar ahí en el lanzamiento.

Ampliar

Ampliar

Ampliar

Ampliar

Ampliar

Ampliar

Ampliar