Aprendiendo a explotar el mando

Uno de los géneros que más se están explotando y continuarán haciéndolo en Wii, al igual que en DS, es sin duda el de los minijuegos. Ya en la salida encontramos Wii Sports, Wii Play y el magnífico Rayman Raving Rabbids, aunque en otros países como Japón han tenido más fortuna y han recibido otros como Wario Ware Smooth Moves.

Wii Play puede definirse como la escusa para comprarse un segundo mando, dada la curiosa forma en la que ha sido distribuido. En lugar de venderse por separado a un precio bajo, se ha incluido en un mismo paquete junto a un mando principal de la consola con un precio algo por encima de lo que costaría el periférico por sí solo, de modo que no duela tanto el adquirir un segundo control para las visitas.

De este modo, hay que tener cuidado al valorarlo, no estamos hablando de un juego comparable a otros títulos de mayor coste como Zelda T.P. o Call of Duty 3, sino que estamos ante otro Wii Sports en el sentido de la durabilidad, profundidad y medios que se han invertido en desarrollar el juego.

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Incluye nueve minijuegos de diversos tipos, siendo algunos muy similares a algunas demos técnicas que se emplearon durante el E3 para mostrar la versatibilidad del nuevo mando de Nintendo, entre los que destaca sin duda alguna el de apuntar a las dianas. Pasamos a detallároslo.

En cuanto al sonido, buenas melodías de fondo acordes con el estilo de juego y se han implementado bien los efectos de sonido en el mando, aunque tienen poca relevancia en el juego en sí. En ese sentido, da lo que se espera de él.

Wii Play son minijuegos, nueve concretamente, y nada más, ahí se queda. Se nos plantean como niveles y la primera vez hemos de jugarlos uno por uno para desbloquearlos todos, pero a partir de ahí el único reto es lograr superar nuestra mejor puntuación y pasar un buen rato sin complicación.

La mayoría de minijuegos ofrecen numerosos niveles de dificultad y según vamos llegando más lejos recibimos puntos y medallas para comparar con resultados anteriores. Los logros que vamos consiguiendo, se registran en el tablón de la consola y podemos consultarlos en cualquier momento.

El punto central de Wii Play son, sin duda, los Mii, una parte fundamental en prácticamente todo el juego. Hay pruebas que están completamente basadas en ellos, ya sea valiéndose de sus apariencias físicas o simplemente jugando con su cuerpo, y otras en las que nos reiremos de verlos danzando en mitad de una partida, ya sea a nosotros mismos o a los creados por amigos y familiares.

Hay multijugador únicamente para dos usuarios pese a que alguno de los minijuegos podría permitir perfectamente que hubiera hasta cuatro. No es imprescindible el uso de dos Nunchakos, aunque sí recomendable, pero eso lo detallaremos más posteriormente.

Ahora, vamos a pasar a explicar uno por uno cada un de los puzzles incluidos para desafiar nuestra habilidad manejando el mando, puesto que ésa parece ser la motivación del juego según se puede leer en los mensajes que se muestran en la pantalla de título.

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Disparamos con el gatillo B o el botón A y hemos de ir destruyendo objetos como dianas o platos. El contro responde correctamente y ofrece una respuesta muy rápida a nuestros movimientos, no siendo nunca un inconveniente. En el modo dos jugadores el objetivo es lograr la puntuación más alta destruyendo más objetivos que el adversario.

La opción para dos jugadores es muy similar y consiste en ir superando los niveles individuales pero acumulando puntos según vamos cumpliendo las tareas que se encomiendan

Dos jugadores podrán disputar un partido a 11 puntos con las reglas oficiales y son todas las opciones que se permiten, sin poder configurar otra cantidad de puntos u otros posibles parámetros.

El modo multijugador, al igual que en el resto de minijuegos, consiste en realizar lo mismo que en invididual pero compitiendo por puntuación y tratando de hacer las acciones antes que el adversario, impidéndole así coger bonificaciones.

Las opciones para enfrentarse con otro usuario parecen claras, simplemente uno en cada portería y tratar de meter gol en este pong de nueva generación tan avanzado. El límite de puntos en este caso son ocho, los necesarios para ganar.

En dos jugadores se disputan partidas obviamente y, también lógicamente, gana el que más bolas introduzca en la tronera. En ambas modalidades, hay que meter las bolas en orden ascendente y se nos van señalando para no despistarnos y supone falta no tocar la bola objetivo la primera en cada turno.

Hay un tiempo límite y tenemos que conseguir antes de que se acabe la mayor puntuación posible. Lo mismo ocurre con varios usuarios añadiendo una curiosidad y es que, si ambos consiguen que un mismo pez les muerda los dos anzuelos, el primero que tira se lo lleva.

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Vaquero RancheroEstamos ante el único minijuego que no hace uso de la función de apuntado y fácilmente puede ser considerado el más original y divertido, aunque es una apreciación que va en gustos personales. Nuestro objetivo como granjeros del oeste, tirar abajo cuantos más espantapájaros mejor subidos en nuestra vaca.

Se conduce inclinando el mando como si de un volante se tratara, aumentado o disminuyendo la velocidad según lo inclinamos y elevándolo rápidamente para hacerla saltar y así esquivar las vallas. En dos jugadores simplemente hay que conseguir la puntuación más alta, aunque la principal pega que encontramos es que las carreras siempre se disputen en el mismo circuito.

Hay varios tipos de tanques según el proyectil que dispara. El nuestro puede lanzar hasta cinco a la vez que pueden rebotar una vez en la pared, mientras que hay otros que sólo arrojan minas, teniendo nosotros dos, o que sueltan cohetes que van a toda velocidad hacia nosotros en cuanto nos ven.

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