Jugar en el lado corrupto

Hace mucho tiempo, en una galaxia lejana, muy lejana…

Es el momento de jugar en 'el lado corrupto'.

Tras la última oportunidad que nos brinda Jabba para revelarle el paradero del artefacto, que rechazaremos al más puro estilo contrabandista, nos encontramos ante un cazarrecompensas a punto de hacernos picadillo…

El juego comienza in media res, en mitad de nuestra fuga del penal, con la ayuda de nuestro leal ejecutor y consigliere Ura Fen, y de unos mercenarios llamados Han Solo y Chewaka. Tendremos que dirigir un motín contra las fuerzas imperiales, reclutando a nuestros primeros secuaces, hasta llegar a la nave que nos sacará del asteroide: un carguero coreliano modificado bautizado como 'Halcón Milenario'…

En este primer contacto observamos la primera novedad jugable de Fuerzas de la Corrupción, que nos reta, en el modo campaña, con misiones individuales que tendremos que superar para ir avanzando en la trama. Ya no se trata únicamente de tener toda la Galaxia a nuestro alcance, sino que podremos progresar en una historia de ambición, traición y venganza. Entre misión y misión, o para alcanzar nivel de cara a ciertos objetivos, será cuando podremos decidir cuál será nuestro próximo paso táctico, de cara al éxito final en la estrategia general.

Star Wars: El Imperio en Guerra - Fuerzas de Corrupción (PC)

Tras superar esta primera misión, podremos empezar con la primera piedra del Consorcio Zann. No tenemos aliados y contamos sólo con un par de vehículos y algunos créditos. Acostumbrados al poderío inicial imperial, o a las naves y héroes rebeldes, se nos asemeja un reto poder empezar con tan poca cosa.

No tendremos capacidad para atacar ninguna órbita, de cara a ocupar un planeta, y mucho menos construir un ejército digno. De hecho, tampoco será necesario capturar un planeta tal cual para poder avanzar. ¿La solución? Echar mano de la corrupción, la clave de esta expansión.

El proceso de corrupción comienza con el reclutamiento de una nueva unidad: el saboteador. Esta unidad podrá infiltrarse entre los sistemas enemigos, y aterrizar en una nueva pestaña que aparecerá en los planetas llamada 'Esparcir corrupción'.

En ese momento, según el planeta y nuestros avances, podremos optar por un total de ocho maneras de obtener beneficios por métodos poco ortodoxos. Cada opción nos aportará ventajas traducidas tanto económicamente como militarmente. Una vez elegida dicha opción, deberemos llevarla a cabo a través de acciones orbitales o terrestres. En caso de no lograrlo, fracasaremos en la tarea y nos tocará cargar con las pérdidas en vano. Será clave la gestión de la corrupción, porque contaremos con fuerzas muy limitadas y cualquier baja será un auténtico desastre.

Si tenemos éxito, habremos logrado el objetivo, además de participar en la creación de una ruta contrabandista oculta que nos permitirá avanzar por planetas controlados por otras facciones, sin ser detectados ni tener que entablar combate. Esta otra novedad será una herramienta clave en nuestra estrategia de guerrilla, dado que no tendemos capacidad ofensiva hasta muy adelante.

Entre los modos de corrupción encontraremos Intimidación, Piratería, Secuestro, Chantaje, Soborno, Corromper milicia, Mercado Negro y Esclavitud. Vamos, un alarde de virtudes a nuestro alcance, que deberemos saber emplear en el momento más adecuado.

No siempre podremos usar la opción que deseemos. El acceso a las mismas dependerá de las características del planeta y de nuestra situación actual. Ciertas opciones en un determinado planeta precisarán que previamente tengamos alguna unidad en concreto, o hayamos hecho anteriores opciones de corrupción en otra parte; de manera que no siempre seguiremos un mismo esquema ni podremos decir 'Ya sé lo que tengo que hacer'.

La variedad de situaciones es tan amplia, que Fuerzas de la Corrupción podría considerarse un juego en sí.

Soborno impedirá al enemigo producir nuevas unidades durante un ataque terrestre, Chantaje nos aportará grandes sumas de créditos, Esclavitud forzará a una población a servirnos como milicia,…

Del mismo modo, el mercado negro nos abrirá las puertas a bajos fondos donde comprar nuevas tecnologías, vehículos robados imperiales o gangas rebeldes. Así, nuestra flota y ejército estarán compuestos por una mezcla de facciones a la que debemos sumar las mejoras tecnológicas de combate, como por ejemplo los droides zumbadores, el enmascaramiento o las bombas de racimo. Esta es la mejor manera de ir innovando y formando una flota poderosa para llegar a intimidar a nuestros competidores.

Los controles del juego son los mismos que el del original, mediante el uso del ratón y el teclado para accesos rápidos. Los mapas pueden ampliarse y reducirse de manera sencilla y muy fluida, rotándolos con el uso del ratón.

El uso de la cámara cinematográfica sigue proporcionando momentos memorables en algunas batallas. La expansión introduce un nuevo tipo de cámara: la cámara de combate, a la que se accede mediante la tecla "c". No es más que una cámara cinematográfica que podremos ampliar y rotar, para controlar lo que queremos apreciar. El control no es total, pero es una grata novedad.

Estas cámaras, además, mostrarán ciertas bajadas gráficas y algunos errores puntuales, debido a su movimiento brusco. No obstante, sigue siendo una gozada ver a nuestras fuerzas aplastar la resistencia enemiga.

Este refuerzo aparecerá no sólo en la historia principal, sino también a través de la introducción de nuevas unidades sensibles a este poder y que forman parte del universo expandido de la saga. Los famosos ysalamiri, conocidos en el mundo literario de la saga, podrán usarse para anular los poderes de la Fuerza, provenga del lado luminoso o tenebroso. Los depredadores vornskr detectarán unidades jedi camufladas. Las hermanas de la noche, terribles guerreras sensibles a la Fuerza, podrán controlar a bestias salvajes o para absorber la vida a unidades enemigas. No podemos olvidar en este punto la introducción del joven Jedi Skywalker y del Maestro Yoda.

El Consorcio Zann pondrá a nuestra disposición vehículos nunca antes vistos en el universo Star Wars, diseñados en exclusiva para el juego. Nuevos tanques terrestres y naves espaciales, así como estructuras con nuevas aplicaciones, tales como el perturbador de repulsores, que detiene a todos los vehículos enemigos de un planeta; o un búnker donde posicionar a nuestras tropas.

En el combate terrestre se añade una mejora en la posición de tropas. Podremos elegir, entre una serie de puntos prefijados, dónde situar nuestras fuerzas y defensas. Si bien la libertad es muy limitada, ya es superior a la del original, donde no podíamos decidir absolutamente nada salvo el número de efectivos en tierra.

El combate orbital es igual de adictivo, pero sigue notándose que es un falso 3D, lo que quita cierta emoción una vez jugado varias veces, dando la sensación de 'más de lo mismo'. El punto fuerte del juego es más la gestión y la estrategia que los combates en sí, que seguirán pudiéndose decidir de manera automática, muy poco recomendable dado que muchas veces, siendo menos, podremos ganar, pero la máquina no lo considerará así.

Además, hay nuevos planetas con sus peculiaridades y peligros. Esporas venenosas que diezmarán a los soldados a pie, soles orbitales que chamuscarán nuestras naves,… Podremos controlar Bespin, Mustafar, Dathomir o Utapau, entre otros. El aumento de planetas supone un aumento de dificultad y una Galaxia mucho mayor para dominar.

El modo conquista galáctica, igual que el juego original, nos permitirá elegir a una facción para dominar todo el espacio conocido. En este modo podremos hacer uso de las nuevas unidades imperiales y rebeldes, incluyendo el TIE fantasma, el TIE interceptor o el Ala B.

Todas y cada una de las nuevas unidades que aparecen en Fuerzas de la Corrupción, tienen características especiales que las diferencian en combate y suponen una ventaja o desventaja táctica según a quien se enfrenten. De nuevo, más variables de cara a la batalla.

En cuanto al uso de héroes, tendremos acceso a nuevos y conocidos personajes que podrán caer en combate. En ciertas misiones será fundamental mantenerlos con vida, y si un personaje principal cae durante alguna acción fuera de dichas misiones, tardaremos algún tiempo en recuperarlo, pero no le perderemos. Tal es el caso de Zann, el nuevo personaje protagonista del juego. Entre los viejos conocidos que no habían aparecido en el original encontramos al general rebelde Ben Iblis, al escuadrón Pícaro capitaneado por Wedge Antilles, a los famosos soldados oscuros, y al mismísimo Gran Almirante Thawn, entre otros.

Pero, sin lugar a dudas, las joyas de la corona son los Superdestructores Estelares. Tanto el Ejecutor, nave insignia de Darth Vader; como el Eclipse, prototipo personal del Emperador, harán su aparición estelar. La pantalla se llena con su sola presencia, y observar cómo el Eclipse destruye una nave de un solo disparo, o el Ejecutor lanza sus miles de cazas a la batalla, es toda una delicia.

La banda sonora de la expansión es Star Wars en estado puro. Tendremos melodías suaves para los momentos de reflexión, gestión de recursos, e incluso de avance antes de la batalla. Una vez en plena acción, los acordes lanzarán chispas con nuevos temas exclusivos del juego, incluyendo un majestuoso tema principal para Zann que tararearemos sin darnos cuenta. Los sonidos FX mantienen el alto nivel al que nos tienen acostumbrados los chicos de Lucas, saliendo directamente de las propias películas. La inmersión sonora es correcta y consigue que disfrutemos aún más de las victorias.

El punto oscuro vuelve a ser la incomprensible mezcla de idiomas en cuanto a voces se refiere. Tendremos castellano para el tutorial y las instrucciones de gestión, pero inglés para los diálogos entre personajes y las misiones. Es cierto que los subtítulos suplen esta falta, dado que poco o nada hay que mirar durante los diálogos, pero un doblaje digno hubiese logrado una inmersión total en la historia.

Estas novedades sólo podrán compartirse con aquellos jugadores que también posean la expansión.