Excite Truck, Impresiones
Excite Truck nos ofrece la reinvención de un clásico de motociclismo de NES. Volamos conduciendo por encima de bosques y montañas en este nuevo contacto con los camiones de Nintendo.
Excite Truck nos ofrece la reinvención de un clásico de motociclismo de NES. Volamos conduciendo por encima de bosques y montañas en este nuevo contacto con los camiones de Nintendo.
Excite Bike fue uno de los títulos de carreras más conocidos en la época de los 8 bits. En él, conducíamos a toda velocidad en un circuito plagado de obstáculos desde una perspectiva lateral.
En esta nueva versión orientada a vehículos 4x4 más pesados, se recupera el espíritu original arcade en el que lo fundamental es saltar y aterrizar correctamente mientras chocamos con nuestros rivales y obtenemos diversos potenciadores.
El control, como ya se sabía con anterioridad, se realiza únicamente con el mando principal que se sitúa en posición horizontal emulando un volante. Con los botones numéricos a la derecha aceleramos y frenamos y con la cruceta activamos los diferentes combos.
Si se busca una palabra para definir este juego, es sin duda velocidad. El escenario se deforma a nuestro paso mediante un efecto de Motion Blur y permite que el motor gráfico se desenvuelva sin resentirse en ningún momento, independientemente del número de coches u objetos en pantalla.
Hay interesantes efectos de fuego cuando activamos un turbo pero, aunque el agua no muestra un mal nivel, no logra alcanzar el de otros títulos como Zelda Twiligh Princess o WaveRace Blue Storm.
Los potenciadores que podemos conseguir básicamente se resumen en diversos tipos de turbos que duran un cierto tiempo y según los saltos y aterrizajes que llevemos a cabo acumularemos estrellas que se almacenarán para nuestra puntuación final. El más espectacular sin duda es el que nos permite atravesar, sin riesgo de estrellarnos, por medio de la vegetación, pudiendo llevarnos por delante cualquier árbol o planta que se ponga en nuestro camino.
Cada vez que chocamos, somos recolocados automáticamente en la carretera pero si somos lo suficientemente rápidos apretando el acelerador, podemos salir con un pequeño impulso y así recuperar algunos segundos perdidos en el accidente. Otro modo de obligar a nuestro coche a pasar por el taller es apretar en exceso el turbo, pues provoca un sobrecalentamiento del motor.
Los escenarios ofrecen una relativa libertad y puede haber más de un camino, pero encontramos ciertas restricciones en forma de barreras laterales invisibles salvo cuando estamos muy próximas a ellas. Resulta interesante ver como, en algunas situaciones, cambia de forma ante nosotros apareciendo montañas donde no las había o formándose valles que anteriormente no estaban.